Es lamentable que uno de los principales candidatos a la Presidencia de los Estados Unidos se haya convertido en estos días en el hazmereir de la prensa. Pero en realidad no es el único.
Ahora han puesto en la mirilla a Gary Johnson por su lamentable pifia en una entrevista de la NBC el jueves de esta semana, cuando el periodista le preguntó qué haría con lo que está sucediendo en Alepo si es elegido. Johnson respondió sorprendido:
"¿Que es Alepo?". Ante lo que el periodista, también sorprendido exclamó:
"¿Está bromeando?" Pero Gary recalcó con notable ingenuidad que
"no".
Este candidato por el Partido Libertario figura tercero en las encuestas de intención de voto con entre el 8% y el 10% del favor de los encuestados, seguido por Jill Stein, candidata por el Partido Verde. No obstante, podríamos asegurar que ninguno de ellos será convocado a los debates que comenzarán el 26 de septiembre, con lo que la prensa limita así la capacidad de elección de los votantes.
Ahora bien, ¿es justo tachar la candidatura del Libertario por su pifia? En medio de la algazara que ha causado, resulta que el ex Embajador Chris Hill afirmó que Alepo es la capital del Estado Islámico (en realidad su declarada "capital" es Al Raqa). El New York Times incurrió en el mismo error, que luego agravó cuando trató de corregirlo, al reconocer que Alepo no es la capital del Estado Islámico (ISIS) sino uno de sus "bastiones". Lamentablemente, esta afirmación también es incorrecta porque aunque Alepo es la ciudad más grande de Siria después de Damasco, su triste fama se debe a la devastación y mortandad que han causado los bombardeos sirios y rusos contra los grupos de rebeldes moderados que tomaron la ciudad desde comienzos de la sublevación contra el dictador Assad, los cuales no tienen relación alguna con ISIS sino que, por el contrario, a veces han combatido también a los yijadistas. Cabe destacar que Alepo era en realidad un antiguo "bastión" cristiano de Siria, antes del éxodo masivo que ha causado la lucha callejera y los crueles bombardeos, muchos de los cuales han estado dirigidos contra hospitales.
Por otra parte, hay que tener en cuenta también que en un foro sobre Defensa transmitido este miércoles por la NBC –un preludio de los debates cara a cara que se avecinan– Hillary Clinton y Donald Trump dieron, en sendas entrevistas, un recital de ineptitud y mentiras. Lo peor de todo es que la Sra. Clinton llevaba un auricular conectado a sus asesores y, ni aún así, pudo superar el desafío de algunas preguntas. El hecho aparentemente ignorado por los candidatos es que los cristianos han sido abandonados desde el principio de la sublevación y los kurdos, que son los únicos que han combatido con éxito y vigor a ISIS y que han demostrado su lealtad como aliados de Estados Unidos y de las democracias occidentales, sólo reciben armas viejas y defectuosas, y, para colmo, padecen frecuentemente los bombardeos de la artillería y la aviación turcas.
Ninguno de los tres candidatos mencionados parece consciente de estas realidades, fracasos y errores. ¿Podemos confiarles la responsailidad de que uno de ellos pueda convertirse en Comandante en Jefe (en su carácter presidencial) de las fuerzas armadas de los Estados Unidos? Convendría que los votantes investigaran un poco más en las plataformas de los otros candidatos (buscar más información
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) para dar su voto al mejor (y no al menos malo) sin reparar en el mito de que si no lo hace por los "favoritos" será un voto perdido. ¿Son en realidad "favoritos" los que causan tantas dudas e inquietudes y cometen tantas pifias?
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