LeBron no se va solamente por regresar a Ohio
- Alberto Müller
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LeBron no se va solamente por regresar a Ohio
14 Jul 2014 20:21
El mundillo del basquetbol y especialmente la fanaticada de Miami quedaron sorprendidos ante el anuncio de LeBron James, de que abandonaba a los HEAT de Miami para regresar a los CAVALIERD de Cleveland y estar más cerca de Akron, su pueblito natal al noreste de Ohio.
Nadie duda de que estamos hablando del mejor jugador de basquetbol del mundo en estos momentos y posiblemente entre los dos mejores jugadores de basquetbol de todos los tiempos.
Pero realmente a las razones de la partida de LeBron del HEAT, un equipo de primera línea, para regresarse a los CAVALIERS, un equipo de novatos y de tercera categoría, con un nuevo coach sin experiencia alguna, le faltan -desde la perspectiva de lo real- algunos eslabones convincentes.
No es de dudar la validez emotiva del argumento de que LeBron quiera regresarse o acercarse a Akron, su pueblito natal en Ohio. Todos o casi todos en un momento de nuestras vidas, quisiéramos regresar al lugar donde nacimos. El corazón, en ocasiones, es un factor desencadenante en cualquier decisión de vida. Eso no es lo discutible.
Pero si LeBron James ya había decidido regresar a su pueblito natal en Ohio: ¿por qué esperó a la reunión de la oferta de Pat Riley en Dallas para hacer pública su decisión?
Si una vez terminada la temporada cuarta con los Heat de Miami, ya LeBron tenía tomada esa decisión de regresar a Cleveland: ¿por qué no lo comunicó a los cuatro vientos y evitó la incertidumbre generada entre los fanáticos del Heat?
Había algo más, pues alrededor de las argumentos emocionales expuestos por LeBron James para decirle ADIOS a los Heat de Miami, faltaban algunas razones de peso deportivo, que no han sido dichas.
Recorramos este escenario: LeBron arrastró varios disgustos por haber jugado la temporada del 2013-2014 sin un team con profundidad suficiente que fuese capaz de ganar con menos tropiezos en el Este y después poseer la capacidad basketbolística, que no la tenía el equipo, para derrotar a San Antonio en las finales.
Algunos me podrán decir que los Heat ganaron la temporada anterior, y es cierto, pero la victoria fue agónica, y conllevaba las mismas razones y quejas de LeBron por la falta de profundidad en el banco.
Tengamos en cuenta que los dos POINT GUARDS de los Heat, Chamblers y Cole, juntos, no hacen uno ‘point guard’ respetable en los estándares de la NBA. Claro, la pujanza de LeBron y Wade, con frecuencia suplían ese faltante. Pero eso no es lo deseado ni lo que deseaba LeBron.
Seamos precisos en lo que afirmamos, en cuanto a que el banco de los HEAT carecía de reservas, fuerza y juventud, para equilibrar la pujanza del banco de los SPURS (San Antonio): Ray Allen, Shane Battier y Udonis Haslem, veteranos admirables de los HEAT, ya no eran comparables en efectividad a los reservas de SAN ANTONIO, Danny Green, Boris Diaw y Patty Mills, formidables los tres en el tabloncillo, sin contar a su sexto hombre, el veterano argentino Mano Ginóbili, mucho más efectivo que el resto de las reservas del HEAT.
Fíjense, esto tres reservas de los SPURS que acabamos de mencionar, hubiesen sido regulares en el equipo de los HEAT de estar jugando en Miami.
Otro tema, en el banco de los Heat faltaba Mike Miller, un jugador excepcional de tiros de larga distancia y un defensor de excelencia, que siempre LeBron lo quiso con el uniforme de los HEAT.
Otra incomodidad para LeBron en el HEAT, eran sus relaciones personales con el coach Erik Spoelstra, más bien tensas que normales, a pesar del esfuerzo por parte de ambos por ocultarlo.
Si los HEAT hubiesen tenido un team con profundidad suficiente para ganar la final reciente que perdieron contra los SPURS, la reacción de cariño de LeBron hacia su pueblito natal, hubiese sido la misma, pero se hubiese quedado en Miami en espera del cuarto título.
Por eso el mejor jugador de basquetbol del mundo actual -LeBron James-
esperó hasta el día final de su reunión con Pat Riley para tomar su decisión de
permanecer o irse de Miami.
Pero el presidente del HEAT -Pat Riley- le ofreció un poco más de lo mismo:
los TRES GRANDES, de los cuales dos ya no eran tan grandes. En la oferta
renovadora faltaban el POINT GUARD de puntería y el CENTER dominante. Y la
profundidad en el banco de reservas seguía sin aparecer.
Por eso LeBron, que es un deportista excepcional y un hombre de buenos
sentimientos humanos, optó por regresar a Ohio, acercarse a Akron, su pueblito
natal, y vestir nuevamente el uniforme de los CAVALIERS de Cleveland.
La gran responsabilidad por la partida de LeBron está en la Administración de
los HEAT, que no cumplió con las expectativas de mejorar un equipo para
optar razonablemente por un tercer anillo de campeón.
Adiós, Gracias y Buena Suerte para LeBron James.
Nadie duda de que estamos hablando del mejor jugador de basquetbol del mundo en estos momentos y posiblemente entre los dos mejores jugadores de basquetbol de todos los tiempos.
Pero realmente a las razones de la partida de LeBron del HEAT, un equipo de primera línea, para regresarse a los CAVALIERS, un equipo de novatos y de tercera categoría, con un nuevo coach sin experiencia alguna, le faltan -desde la perspectiva de lo real- algunos eslabones convincentes.
No es de dudar la validez emotiva del argumento de que LeBron quiera regresarse o acercarse a Akron, su pueblito natal en Ohio. Todos o casi todos en un momento de nuestras vidas, quisiéramos regresar al lugar donde nacimos. El corazón, en ocasiones, es un factor desencadenante en cualquier decisión de vida. Eso no es lo discutible.
Pero si LeBron James ya había decidido regresar a su pueblito natal en Ohio: ¿por qué esperó a la reunión de la oferta de Pat Riley en Dallas para hacer pública su decisión?
Si una vez terminada la temporada cuarta con los Heat de Miami, ya LeBron tenía tomada esa decisión de regresar a Cleveland: ¿por qué no lo comunicó a los cuatro vientos y evitó la incertidumbre generada entre los fanáticos del Heat?
Había algo más, pues alrededor de las argumentos emocionales expuestos por LeBron James para decirle ADIOS a los Heat de Miami, faltaban algunas razones de peso deportivo, que no han sido dichas.
Recorramos este escenario: LeBron arrastró varios disgustos por haber jugado la temporada del 2013-2014 sin un team con profundidad suficiente que fuese capaz de ganar con menos tropiezos en el Este y después poseer la capacidad basketbolística, que no la tenía el equipo, para derrotar a San Antonio en las finales.
Algunos me podrán decir que los Heat ganaron la temporada anterior, y es cierto, pero la victoria fue agónica, y conllevaba las mismas razones y quejas de LeBron por la falta de profundidad en el banco.
Tengamos en cuenta que los dos POINT GUARDS de los Heat, Chamblers y Cole, juntos, no hacen uno ‘point guard’ respetable en los estándares de la NBA. Claro, la pujanza de LeBron y Wade, con frecuencia suplían ese faltante. Pero eso no es lo deseado ni lo que deseaba LeBron.
Seamos precisos en lo que afirmamos, en cuanto a que el banco de los HEAT carecía de reservas, fuerza y juventud, para equilibrar la pujanza del banco de los SPURS (San Antonio): Ray Allen, Shane Battier y Udonis Haslem, veteranos admirables de los HEAT, ya no eran comparables en efectividad a los reservas de SAN ANTONIO, Danny Green, Boris Diaw y Patty Mills, formidables los tres en el tabloncillo, sin contar a su sexto hombre, el veterano argentino Mano Ginóbili, mucho más efectivo que el resto de las reservas del HEAT.
Fíjense, esto tres reservas de los SPURS que acabamos de mencionar, hubiesen sido regulares en el equipo de los HEAT de estar jugando en Miami.
Otro tema, en el banco de los Heat faltaba Mike Miller, un jugador excepcional de tiros de larga distancia y un defensor de excelencia, que siempre LeBron lo quiso con el uniforme de los HEAT.
Otra incomodidad para LeBron en el HEAT, eran sus relaciones personales con el coach Erik Spoelstra, más bien tensas que normales, a pesar del esfuerzo por parte de ambos por ocultarlo.
Si los HEAT hubiesen tenido un team con profundidad suficiente para ganar la final reciente que perdieron contra los SPURS, la reacción de cariño de LeBron hacia su pueblito natal, hubiese sido la misma, pero se hubiese quedado en Miami en espera del cuarto título.
Por eso el mejor jugador de basquetbol del mundo actual -LeBron James-
esperó hasta el día final de su reunión con Pat Riley para tomar su decisión de
permanecer o irse de Miami.
Pero el presidente del HEAT -Pat Riley- le ofreció un poco más de lo mismo:
los TRES GRANDES, de los cuales dos ya no eran tan grandes. En la oferta
renovadora faltaban el POINT GUARD de puntería y el CENTER dominante. Y la
profundidad en el banco de reservas seguía sin aparecer.
Por eso LeBron, que es un deportista excepcional y un hombre de buenos
sentimientos humanos, optó por regresar a Ohio, acercarse a Akron, su pueblito
natal, y vestir nuevamente el uniforme de los CAVALIERS de Cleveland.
La gran responsabilidad por la partida de LeBron está en la Administración de
los HEAT, que no cumplió con las expectativas de mejorar un equipo para
optar razonablemente por un tercer anillo de campeón.
Adiós, Gracias y Buena Suerte para LeBron James.
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