Revelada la conspiración electoral de 2019-2020
- Gerardo E. Martínez-Solanas
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Revelada la conspiración electoral de 2019-2020
11 Sep 2025 00:42 - 11 Sep 2025 00:56
Hay que reconocer lo que es justo, aunque estemos o no de acuerdo con las iniciativas, acciones y órdenes ejecutivas del Presidente Trump en nuestros días, y condenar a su vez la alevosía de los ataques infundados que han entorpecido gravemente su gestión de gobierno, aunque se trate de enterrar cosas que han ocurrido como historia pasada.
Ha quedado al descubierto la campaña desatada desde 2016 por la aspirante a la Presidencia, Hillary Clinton, y por el Presidente Obama, con el contubernio de fiscales y otras personalidades, alegando que Trump había triunfado en las elecciones de ese año mediante la intervención y el apoyo del Presidente Putin y gracias a una oleada de desinformación procedente de Rusia.
Con esa estrategia, la Sra. Hillary Clinton se negó a asumir la responsabilidad por su propia derrota y siguió señalando con el dedo a Rusia, en los años subsiguientes del gobierno de Trump. Su equipo se atrincheró alrededor de la idea de que el hackeo ruso era la principal historia no reportada de la campaña y logró finalmente que fuera uno de los argumentos que contribuyeron a la derrota de Trump en 2020 y al triunfo de Biden. A su vez, la mayoría de los grandes medios de noticias y comunicaciones estaban devastados porque habían pasado toda la campaña burlándose de la idea de que Trump y sus posiciones anti-establishment y de radical política exterior, comercio y conciencia social pudieran atraer a los votantes. Por tanto, se sumaron a la campaña para ayudar a promover la maraña de acusaciones de Clinton, Obama y sus camarillas.
El "dossier Steele" de la campaña de Clinton, publicado a principios de enero de 2017, justo a tiempo de la toma de posesión del Presidente Trump, fue una recopilación de historias inventadas y chismes, financiada de manera encubierta, que afirmaba que Trump estaba conspirando con Rusia contra los Estados Unidos y que Rusia se aprovechaba de determinada, pero no aclarada, información comprometedora que tenía sobre él. En consecuencia, el recién inaugurado gobierno se vio convertido en rehén de la ficción elaborada por una supuesta colusión rusa durante los años siguientes.
Las investigaciones que desataron los Demócratas con ese propósito desestabilizador arruinarían vidas, llevarían a la bancarrota a asociados de Trump y afectarían gravemente la capacidad del Presidente para liderar el país. Los conservadores se convirtieron en el objetivo de duras medidas de censura promovidas bajo presión, incluso en las redes sociales, y tanto en las elecciones generales de 2020 como en las elecciones de medio término de 2018, los Republicanos se vieron seriamente afectados en el ámbito electoral. Sin embargo, no pudieron producir prueba alguna de que el Presidente Trump o alguno de sus asociados estuviera involucrado en un complot con Rusia.
Han transcurrido todos estos años hasta llegar al momento en que el Director de la CIA, John Ratcliffe, y la Directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, han desclasificado y dado a la publicidad los documentos que habían sido suprimidos, en los cuales se revela cómo el Presidente Obama y sus jefes de espionaje blanquearon el "dossier Steele" y otras falsedades en un intento por destruir la primera presidencia de Trump e influenciar decisivamente en las elecciones de 2020. Además, Gabbard ha publicado también un estudio que es todavía más explosivo. Había estado guardado en un vault de máxima seguridad durante siete años después de haber sido redactado en 2017 y 2018 por el Comité Permanente de Selección de Inteligencia de la Cámara, presidido por el representante Devin Nuñes. En él queda plenamente refutado el "juicio clave" de la ICA respecto a la afinidad de Putin por Trump, critica a la ICA por basar sus afirmaciones en el desacreditado "dossier Steele" y describe cómo se ignoraron y rechazaron las opiniones del personal de inteligencia de alto nivel.
Aunque la respuesta de los Demócratas, de la mayoría de los medios de comunicación, e incluso de algunos republicanos que han optado por identificarse con el "establishment" ha tratado de restarle importancia a lo que se ha revelado con el argumento de que estos documentos suprimidos no contienen nada nuevo o significativo, esa pretensión está muy lejos de la verdad.
Tratan de desviar la atención del hecho condenable de haberse archivado y ocultado la documentación en la que en diciembre de 2016 los medios de inteligencia habían llegado a la conclusión de que: “Los actores rusos y criminales no impactaron los resultados recientes de las elecciones estadounidenses al llevar a cabo actividades cibernéticas maliciosas contra la infraestructura electoral,” entre otros descargos que figuran en esos informes. Este encubrimiento fue apañado por el Presidente Obama y por su Asesor de Seguridad Nacional. Es más, presionaron al FBI para que anunciara que retiraba su apoyo al resultado de la investigación y lo archivara y clasificara.
En su lugar, Obama ordenó a sus principales jefes de espionaje e inteligencia que elaboraran una "Evaluación de la Comunidad de Inteligencia", conocida como ICA (Intelligent Community Assessment), que documentara sobre la supuesta "interferencia rusa en las elecciones". Se les indicó que elaboraran cómo Moscú intentó influir en las elecciones de 2016, incluyendo el hackeo, filtraciones, actividades cibernéticas contra los sistemas de votación y las "noticias falsas". En resumen, todo un fraude repleto de falsa información.
Unos días después, Obama echó gasolina al fuego al expresar públicamente su preocupación de que "el posible hackeo... podría obstaculizar el conteo de votos y afectar el proceso electoral en sí". Mientras tanto, tras bambalinas, el Director de Inteligencia Nacional, James Clapper, el Director de la CIA, John Brennan, y el Director del FBI, James Comey, estaban trabajando furiosamente para reunir el ICA que Obama había ordenado. Este ICA fue preparado en dos semanas utilizando solo cinco empleados de la CIA para redactarlo. Comey, Brennan y Clapper desestimaron las enérgicas objeciones de altos funcionarios de inteligencia que estaban horrorizados por la inclusión de afirmaciones infundadas y rumores no verificados.
¡Y esta es sólo parte de esta lamentable historia! La verdad acaba siempre por saberse.
Ha quedado al descubierto la campaña desatada desde 2016 por la aspirante a la Presidencia, Hillary Clinton, y por el Presidente Obama, con el contubernio de fiscales y otras personalidades, alegando que Trump había triunfado en las elecciones de ese año mediante la intervención y el apoyo del Presidente Putin y gracias a una oleada de desinformación procedente de Rusia.
Con esa estrategia, la Sra. Hillary Clinton se negó a asumir la responsabilidad por su propia derrota y siguió señalando con el dedo a Rusia, en los años subsiguientes del gobierno de Trump. Su equipo se atrincheró alrededor de la idea de que el hackeo ruso era la principal historia no reportada de la campaña y logró finalmente que fuera uno de los argumentos que contribuyeron a la derrota de Trump en 2020 y al triunfo de Biden. A su vez, la mayoría de los grandes medios de noticias y comunicaciones estaban devastados porque habían pasado toda la campaña burlándose de la idea de que Trump y sus posiciones anti-establishment y de radical política exterior, comercio y conciencia social pudieran atraer a los votantes. Por tanto, se sumaron a la campaña para ayudar a promover la maraña de acusaciones de Clinton, Obama y sus camarillas.
El "dossier Steele" de la campaña de Clinton, publicado a principios de enero de 2017, justo a tiempo de la toma de posesión del Presidente Trump, fue una recopilación de historias inventadas y chismes, financiada de manera encubierta, que afirmaba que Trump estaba conspirando con Rusia contra los Estados Unidos y que Rusia se aprovechaba de determinada, pero no aclarada, información comprometedora que tenía sobre él. En consecuencia, el recién inaugurado gobierno se vio convertido en rehén de la ficción elaborada por una supuesta colusión rusa durante los años siguientes.
Las investigaciones que desataron los Demócratas con ese propósito desestabilizador arruinarían vidas, llevarían a la bancarrota a asociados de Trump y afectarían gravemente la capacidad del Presidente para liderar el país. Los conservadores se convirtieron en el objetivo de duras medidas de censura promovidas bajo presión, incluso en las redes sociales, y tanto en las elecciones generales de 2020 como en las elecciones de medio término de 2018, los Republicanos se vieron seriamente afectados en el ámbito electoral. Sin embargo, no pudieron producir prueba alguna de que el Presidente Trump o alguno de sus asociados estuviera involucrado en un complot con Rusia.
Han transcurrido todos estos años hasta llegar al momento en que el Director de la CIA, John Ratcliffe, y la Directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, han desclasificado y dado a la publicidad los documentos que habían sido suprimidos, en los cuales se revela cómo el Presidente Obama y sus jefes de espionaje blanquearon el "dossier Steele" y otras falsedades en un intento por destruir la primera presidencia de Trump e influenciar decisivamente en las elecciones de 2020. Además, Gabbard ha publicado también un estudio que es todavía más explosivo. Había estado guardado en un vault de máxima seguridad durante siete años después de haber sido redactado en 2017 y 2018 por el Comité Permanente de Selección de Inteligencia de la Cámara, presidido por el representante Devin Nuñes. En él queda plenamente refutado el "juicio clave" de la ICA respecto a la afinidad de Putin por Trump, critica a la ICA por basar sus afirmaciones en el desacreditado "dossier Steele" y describe cómo se ignoraron y rechazaron las opiniones del personal de inteligencia de alto nivel.
Aunque la respuesta de los Demócratas, de la mayoría de los medios de comunicación, e incluso de algunos republicanos que han optado por identificarse con el "establishment" ha tratado de restarle importancia a lo que se ha revelado con el argumento de que estos documentos suprimidos no contienen nada nuevo o significativo, esa pretensión está muy lejos de la verdad.
Tratan de desviar la atención del hecho condenable de haberse archivado y ocultado la documentación en la que en diciembre de 2016 los medios de inteligencia habían llegado a la conclusión de que: “Los actores rusos y criminales no impactaron los resultados recientes de las elecciones estadounidenses al llevar a cabo actividades cibernéticas maliciosas contra la infraestructura electoral,” entre otros descargos que figuran en esos informes. Este encubrimiento fue apañado por el Presidente Obama y por su Asesor de Seguridad Nacional. Es más, presionaron al FBI para que anunciara que retiraba su apoyo al resultado de la investigación y lo archivara y clasificara.
En su lugar, Obama ordenó a sus principales jefes de espionaje e inteligencia que elaboraran una "Evaluación de la Comunidad de Inteligencia", conocida como ICA (Intelligent Community Assessment), que documentara sobre la supuesta "interferencia rusa en las elecciones". Se les indicó que elaboraran cómo Moscú intentó influir en las elecciones de 2016, incluyendo el hackeo, filtraciones, actividades cibernéticas contra los sistemas de votación y las "noticias falsas". En resumen, todo un fraude repleto de falsa información.
Unos días después, Obama echó gasolina al fuego al expresar públicamente su preocupación de que "el posible hackeo... podría obstaculizar el conteo de votos y afectar el proceso electoral en sí". Mientras tanto, tras bambalinas, el Director de Inteligencia Nacional, James Clapper, el Director de la CIA, John Brennan, y el Director del FBI, James Comey, estaban trabajando furiosamente para reunir el ICA que Obama había ordenado. Este ICA fue preparado en dos semanas utilizando solo cinco empleados de la CIA para redactarlo. Comey, Brennan y Clapper desestimaron las enérgicas objeciones de altos funcionarios de inteligencia que estaban horrorizados por la inclusión de afirmaciones infundadas y rumores no verificados.
¡Y esta es sólo parte de esta lamentable historia! La verdad acaba siempre por saberse.
Last edit: 11 Sep 2025 00:56 by Gerardo E. Martínez-Solanas.
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Re: Revelada la conspiración electoral de 2019-2020
11 Sep 2025 16:21
The one pervading evil of democracy is the tyranny of the majority, or rather of that party, not always the majority, that succeeds, by force or fraud, in carrying elections
>>>Lord Acton
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- Gerardo E. Martínez-Solanas
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Re: Revelada la conspiración electoral de 2019-2020
11 Sep 2025 16:32 - 11 Sep 2025 19:26
Esta engañosa estrategia había sido reconocida incluso por los medios que la favorecían con notable desparpajo. Véanlo en este revelador enfoque de cómo lo reportó la Revista Time
AQUÍ
Last edit: 11 Sep 2025 19:26 by Gerardo E. Martínez-Solanas.
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