En Estados Unidos están organizados muchos partidos políticos además de Republicanos o Demócratas, los cuales desgastan sus fondos y esfuerzos con candidatos a Presidente o a Gobernador. En estas contiendas, la mayoría de las veces, estos partidos reciben un número de votos irrisorio. Y cuando han logrado un cierto grado de popularidad (Ross Perot fue el que logró más con el 19% del voto popular), no ha sido suficiente para desafiar a los candidatos de los dos partidos preponderantes. Este desgaste en la contienda presidencial podía haberse orientado a ganar algunos escaños en el Congreso, para influir desde el Poder Lagislativo en el presente y el futuro de la nación.
En consecuencia, lo que se interpreta en Estados Unidos como "bipartidismo" se debe a esta estrategia equivocada y a que el sistema electoral para el Poder Legislativo no es proporcional sino que gana y ocupa el escaño el que recibe una mayoría de votos.
Un tercer (o cuarto) partido sin base política parlamentaria tiene muy poco arrastre en un proceso electoral en el que participan decenas de millones de personas para elegir Presidente o Gobernador. Por tanto, la estrategia de un tercer partido debiera ser la de elaborar apoyo desde la base. Es decir, no concentrarse ni gastar fondos en contiendas a la presidencia o a las gubernaturas, sino en la elección de legisladores estatales y congresistas nacionales que permiten concentrar la campaña electoral en distritos relativamente pequeños en comparación.
Una vez que contaran con la base legislativa estatal y nacional, aunque fuera minoritaria, tendrían peso si esa presencia impidiera a los grandes partidos contar con más de la mitad de los escaños. Entonces su presencia política tendría repercusiones porque obligaría a negociar a los dos grandes partidos, la prensa se interesaría en ellos y eventualmente les sería posible competir a nivel de candidatos a Gobernador y a Presidente gracias a esa popularidad, que sería sostenible porque no se diluiría con la derrota a la candidatura presidencial.
Desde mediados del siglo pasado, cuando han surgido terceros partidos con bastante arrastre, se han desgastado en un esfuerzo por llegar a la Presidencia y han perdido el seguimiento popular que podría haberles dado una presencia importante en las legislaturas o en el Congreso. Tras el fracaso, algunos de esos partidos se han disuelto y los que permanecen activos están casi totalmente excluidos de la cobertura mediática.
¡Pero existen! Es sólo cuestión de cambiar de estrategia.
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Entre los muchos partidos políticos registrados, algunos de los que han aparecido en las boletas en elecciones recientes son los siguientes:
Alliance Party
American Independent Party
American Constitution Party
Green Party
Libertarian Party
Peace and Freedom Party
Unity Party of America
Working Class Party
A estos, parece que se añadirá en las próximas elecciones el Forward Party.
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