La amenaza de una ley que aspira a propiciar el unipartidismo en EEUU
- Gerardo E. Martínez-Solanas
- Topic Author
- Offline
- Moderator
- Posts: 821
- Thanks: 76
La amenaza de una ley que aspira a propiciar el unipartidismo en EEUU
24 May 2021 17:46 - 24 May 2021 17:56
La "For the People Act" ("Ley para el pueblo", también conocida como HR1) es un proyecto de ley aprobado con un voto de 220-210 en el Congreso de los Estados Unidos que, según sus promotores, tiene como objetivo ampliar los derechos de voto, cambiar las leyes de financiación de campañas para reducir la influencia del dinero en la política, limitar la manipulación partidista y crear nuevas reglas éticas para los titulares de cargos federales.
Por consiguiente, este proyecto de ley sería muy loable y recomendable si estos fueran los elementos que lo caracterizan, como los destacan sus impulsores entre sus más de 800 páginas. Sin embargo, la Representante Claudia Tenney (R-NY) escribió para The Hill el 3 de marzo, "el secreto peor guardado en Washington en este momento es que HR1 no es para el pueblo en lo absoluto ... es para los políticos", aunque para ser precisos debiera haber dicho "para algunos políticos". Debemos enfatizar este punto porque "For the People Act" en realidad debería llamarse "La Ley de Adquisición de Estados Unidos por el Partido Demócrata" en vista de sus mandatos no revelados, pero claros, destinados a modificar los reglamentos electorales de forma permanente y, lo que es peor para un sistema federal, a otorgar al gobierno federal control sobre los Estados en cuestiones electorales.
Por lo tanto, sus disposiciones son una clara violación del Artículo 1, Sección 4 de la Constitución de los Estados Unidos. De hecho, son tan extremas que ha manifestado su oposición incluso una organización que tanto destaca por sus tendencias socialistas (o "liberales", como se califican en Estados Unidos), la ACLU.
The Heritage Foundation resume el impacto del proyecto de ley H.R.1 de la siguiente manera:
♦ Federalizaría y microgestionaría el proceso electoral, imponiendo mandatos innecesarios, imprudentes e inconstitucionales a los Estados.
♦ Revertiría la descentralización del proceso electoral estadounidense, una protección esencial de nuestra libertad y la trasparencia de su mecanismo.
♦ Implementaría a nivel nacional los peores cambios en las reglas electorales que ocurrieron en 2020 y dañaría o eliminaría los protocolos básicos de seguridad.
Además, es importante hacer público que: a) obliga a los Estados a establecer períodos todavía más prolongados de votación anticipada que los que ahora rigen durante una o dos semanas previas, b) ordena el registro automático de votantes incluso entrando al Internet y c) permite el registro el mismo día con pocos o ningún requisito de identificación. De hecho, evita que los funcionarios electorales estatales verifiquen la elegibilidad y las calificaciones de los votantes (como se ha hecho siempre para evitar el fraude) y prohíbe el procedimiento normal de eliminar a los votantes no elegibles de las listas de votantes (incluidas las personas que se han mudado o fallecido).
Como si esto no fuera suficiente, exige más regulaciones que no sólo permiten el registro de votantes el mismo día, sino que incluso obliga a los funcionarios electorales a aceptar al no registrado hasta el último minuto en que los lugares de votación están a punto de cerrar, y prohíbe todas las leyes estatales de "identificación de votantes", lo que hace posible que los votantes fraudulentos simplemente firmen una declaración (llamada affidavit) diciendo que son la persona que dicen ser sin prueba de identidad.
¡Pero eso no es todo! Es prácticamente imposible resumir sus más de 800 páginas en unas pocas líneas. Sin embargo, lo que aquí se revela era ciertamente suficiente para haber rechazado con firmeza su aprobación en el Congreso, pero como pasó con votación unipartidista le toca al Senado la decisión final, para la cual deberán tener en cuenta que esta ley eliminará la indispensable integridad del proceso electoral y puede aumentar radicalmente el fraude electoral y las instancias en que una persona pueda emitir votos múltiples.
Los votantes tienen un buen recurso para frenar esta locura antidemocrática. Simplemente informar a sus Representantes que votaron a favor de la ley y a los Senadores que pronto decidirán sobre ella que no les darán el voto en las próximas elecciones a los que voten o hayan votado a favor de este proyecto de ley. Comuníquense por teléfono o escriban una carta a sus dos Senadores y haga lo mismo con su Representante en el Congreso de Estados Unidos. Además, llame, escriba o envíe un correo electrónico al Senador Joe Manching, un Demócrata de West Virginia que es la clave para detener este proyecto de ley y preservar la integridad de las elecciones. El senador Manchin ha declarado repetidamente que se opone a poner fin a la regla obstruccionista en el Senado (que requiere una mayoría de 60 votos para aprobar un proyecto de ley, lo cual obliga al diálogo y la transacción bipartidista). Si se mantiene firme a pesar de las enormes presiones que sobre él ejercen sus colegas y los senadores Republicanos también lo hacen, la llamada "Ley para el pueblo", lamentablemente aprobada por voto unipartidista en el Congreso, no pasará en el Senado ...
¡Y que entonces los votantes puedan respirar aliviados!
Por consiguiente, este proyecto de ley sería muy loable y recomendable si estos fueran los elementos que lo caracterizan, como los destacan sus impulsores entre sus más de 800 páginas. Sin embargo, la Representante Claudia Tenney (R-NY) escribió para The Hill el 3 de marzo, "el secreto peor guardado en Washington en este momento es que HR1 no es para el pueblo en lo absoluto ... es para los políticos", aunque para ser precisos debiera haber dicho "para algunos políticos". Debemos enfatizar este punto porque "For the People Act" en realidad debería llamarse "La Ley de Adquisición de Estados Unidos por el Partido Demócrata" en vista de sus mandatos no revelados, pero claros, destinados a modificar los reglamentos electorales de forma permanente y, lo que es peor para un sistema federal, a otorgar al gobierno federal control sobre los Estados en cuestiones electorales.
Por lo tanto, sus disposiciones son una clara violación del Artículo 1, Sección 4 de la Constitución de los Estados Unidos. De hecho, son tan extremas que ha manifestado su oposición incluso una organización que tanto destaca por sus tendencias socialistas (o "liberales", como se califican en Estados Unidos), la ACLU.
The Heritage Foundation resume el impacto del proyecto de ley H.R.1 de la siguiente manera:
♦ Federalizaría y microgestionaría el proceso electoral, imponiendo mandatos innecesarios, imprudentes e inconstitucionales a los Estados.
♦ Revertiría la descentralización del proceso electoral estadounidense, una protección esencial de nuestra libertad y la trasparencia de su mecanismo.
♦ Implementaría a nivel nacional los peores cambios en las reglas electorales que ocurrieron en 2020 y dañaría o eliminaría los protocolos básicos de seguridad.
Además, es importante hacer público que: a) obliga a los Estados a establecer períodos todavía más prolongados de votación anticipada que los que ahora rigen durante una o dos semanas previas, b) ordena el registro automático de votantes incluso entrando al Internet y c) permite el registro el mismo día con pocos o ningún requisito de identificación. De hecho, evita que los funcionarios electorales estatales verifiquen la elegibilidad y las calificaciones de los votantes (como se ha hecho siempre para evitar el fraude) y prohíbe el procedimiento normal de eliminar a los votantes no elegibles de las listas de votantes (incluidas las personas que se han mudado o fallecido).
Como si esto no fuera suficiente, exige más regulaciones que no sólo permiten el registro de votantes el mismo día, sino que incluso obliga a los funcionarios electorales a aceptar al no registrado hasta el último minuto en que los lugares de votación están a punto de cerrar, y prohíbe todas las leyes estatales de "identificación de votantes", lo que hace posible que los votantes fraudulentos simplemente firmen una declaración (llamada affidavit) diciendo que son la persona que dicen ser sin prueba de identidad.
¡Pero eso no es todo! Es prácticamente imposible resumir sus más de 800 páginas en unas pocas líneas. Sin embargo, lo que aquí se revela era ciertamente suficiente para haber rechazado con firmeza su aprobación en el Congreso, pero como pasó con votación unipartidista le toca al Senado la decisión final, para la cual deberán tener en cuenta que esta ley eliminará la indispensable integridad del proceso electoral y puede aumentar radicalmente el fraude electoral y las instancias en que una persona pueda emitir votos múltiples.
Los votantes tienen un buen recurso para frenar esta locura antidemocrática. Simplemente informar a sus Representantes que votaron a favor de la ley y a los Senadores que pronto decidirán sobre ella que no les darán el voto en las próximas elecciones a los que voten o hayan votado a favor de este proyecto de ley. Comuníquense por teléfono o escriban una carta a sus dos Senadores y haga lo mismo con su Representante en el Congreso de Estados Unidos. Además, llame, escriba o envíe un correo electrónico al Senador Joe Manching, un Demócrata de West Virginia que es la clave para detener este proyecto de ley y preservar la integridad de las elecciones. El senador Manchin ha declarado repetidamente que se opone a poner fin a la regla obstruccionista en el Senado (que requiere una mayoría de 60 votos para aprobar un proyecto de ley, lo cual obliga al diálogo y la transacción bipartidista). Si se mantiene firme a pesar de las enormes presiones que sobre él ejercen sus colegas y los senadores Republicanos también lo hacen, la llamada "Ley para el pueblo", lamentablemente aprobada por voto unipartidista en el Congreso, no pasará en el Senado ...
¡Y que entonces los votantes puedan respirar aliviados!
Last edit: 24 May 2021 17:56 by Gerardo E. Martínez-Solanas.
The following user(s) said Thank You: José Azel
Reply to Gerardo E. Martínez-Solanas
Moderators: Miguel Saludes, Abelardo Pérez García, Oílda del Castillo, Ricardo Puerta, Antonio Llaca, Efraín Infante, Pedro S. Campos, Héctor Caraballo
Time to create page: 0.348 seconds