Desfile de Modelos: Tercera Parte - La Educacion
- José Manuel Palli
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Desfile de Modelos: Tercera Parte - La Educacion
20 Jan 2017 00:48
Me bastó con un viaje a Cuba (el primero, en mayo del 2002) para comprobar la falsedad de otra de las tantas mentiras que la propaganda infantil dirigida desde Miami por alguno que otro “zorro” le quiere hacer creer a la humanidad toda: que los cubanos en la isla son gente sin educación que no sabe nada de lo que pasa en el mundo que los rodea... Y es que el cubano promedio que uno puede encontrar al azar, caminando por cualquier calle de La Habana (o en las de Miami, si se trata de un cubano llegado a ésta en los últimos treinta y tantos años, incluidos muchos que vinieron a través del Mariel) es infinitamente mas educado, creativo, enterado y con mayor empatía con el resto del mundo (especialmente con el resto de nuestro hemisferio) que quienes se criaron aquí.
Esos cubanos a quienes ahora se les ha dificultado el acceso a los EEUU (es absurdo decir que les han cerrado las puertas, porque conservan los mismos derechos que cualquier otro inmigrante) son diferentes a nosotros –y a los hombres y mujeres de otros muchos pueblos- pero no por eso son menos educados que nosotros.
La educación en Cuba siempre tuvo muy buen nivel, y el índice de alfabetización en la isla era muy superior, ya antes de la revolución, al de muchos otros países del mundo. Pero es ridículo sostener que ese nivel decayó después de 1959, porque la evidencia es, claramente, otra.
Además, quienes se educan en Cuba, a pesar de vivir entre carencias y pasar necesidades ajenas a la experiencia de muchos de nosotros, no tienen la presión que tienen nuestros estudiantes, muchos de los cuales viven buena parte de sus vidas atribulados por la obligación de pagar las deudas siderales que contrajeron para poder estudiar: como la medicina, la educación en Cuba es gratuita.
Pero claro, uno no puede sino preguntarse como se justifica que un sistema capaz de educar y generar tanto talento, pueda sentirse luego acosado por quienes utilizan esa educación para cuestionarlo. ¿Como se puede reprimir la brillantez de jóvenes como Karina Gálvez, la economista pinareña, o la creatividad de Danilo Maldonado Machado, mas conocido como “el Sexto”, exponentes ambos del alto nivel educacional cubano, por el solo hecho de decir lo que piensan? ¿A qué le teme ese sistema cuyos miedos lo llevan a “comerse” a sus propios hijos?
Para muchos la respuesta puede parecer obvia, pero para mi esa respuesta es lo de menos, porque esos temores, tarde o temprano, cederán ante ese caudal de talento. Lo que cuenta es el ejemplo que le dan hoy a otros muchos cubanos tanto Karina como Danilo.
Porque esa formación que recibieron Karina, Danilo y muchos otros cubanos, tiene, por necesidad, que convivir con una naturaleza humana que no es creación del sistema, aunque el sistema pueda, circunstancialmente, intentar condicionarla. Y es esa combinación de educación y naturaleza la que convierte a las generaciones mas recientes de cubanos en la isla en el activo mas importante con el que cuenta la nación cubana con vistas al futuro.
De ahí que basurear al sistema educacional cubano en aras de una vocación ventajera e infantil –y también circunstancial- por desacreditar todo lo hecho por la Revolución Cubana no es sino una muestra mas de la senilidad, la idiotez y la falta de ideas de algunos cubanos envenenados por sus sentimientos “anti” que todavía prefieren apostarle al Séptimo (al de caballería). El antídoto ante tamaña necedad no es sino reafirmar nuestra convicción y vocación “anti-anti”.
Yo le apuesto a cubanos como el Sexto, como Karina, y como otros muchos cubanos educados en Cuba diferentes a mi en muchas cosas, pero que me confirman la idiotez supina de quienes describen al ser humano como “un animal tan feroz que es necesario encadenarlo para que no destroce a dentelladas a su semejante”… Quienes así piensan tienen, aunque no lo sepan, un represor en un rinconcito de su corazón, ya sean parte del sistema imperante en la isla o postulantes para remplazarlo.
Esos cubanos a quienes ahora se les ha dificultado el acceso a los EEUU (es absurdo decir que les han cerrado las puertas, porque conservan los mismos derechos que cualquier otro inmigrante) son diferentes a nosotros –y a los hombres y mujeres de otros muchos pueblos- pero no por eso son menos educados que nosotros.
La educación en Cuba siempre tuvo muy buen nivel, y el índice de alfabetización en la isla era muy superior, ya antes de la revolución, al de muchos otros países del mundo. Pero es ridículo sostener que ese nivel decayó después de 1959, porque la evidencia es, claramente, otra.
Además, quienes se educan en Cuba, a pesar de vivir entre carencias y pasar necesidades ajenas a la experiencia de muchos de nosotros, no tienen la presión que tienen nuestros estudiantes, muchos de los cuales viven buena parte de sus vidas atribulados por la obligación de pagar las deudas siderales que contrajeron para poder estudiar: como la medicina, la educación en Cuba es gratuita.
Pero claro, uno no puede sino preguntarse como se justifica que un sistema capaz de educar y generar tanto talento, pueda sentirse luego acosado por quienes utilizan esa educación para cuestionarlo. ¿Como se puede reprimir la brillantez de jóvenes como Karina Gálvez, la economista pinareña, o la creatividad de Danilo Maldonado Machado, mas conocido como “el Sexto”, exponentes ambos del alto nivel educacional cubano, por el solo hecho de decir lo que piensan? ¿A qué le teme ese sistema cuyos miedos lo llevan a “comerse” a sus propios hijos?
Para muchos la respuesta puede parecer obvia, pero para mi esa respuesta es lo de menos, porque esos temores, tarde o temprano, cederán ante ese caudal de talento. Lo que cuenta es el ejemplo que le dan hoy a otros muchos cubanos tanto Karina como Danilo.
Porque esa formación que recibieron Karina, Danilo y muchos otros cubanos, tiene, por necesidad, que convivir con una naturaleza humana que no es creación del sistema, aunque el sistema pueda, circunstancialmente, intentar condicionarla. Y es esa combinación de educación y naturaleza la que convierte a las generaciones mas recientes de cubanos en la isla en el activo mas importante con el que cuenta la nación cubana con vistas al futuro.
De ahí que basurear al sistema educacional cubano en aras de una vocación ventajera e infantil –y también circunstancial- por desacreditar todo lo hecho por la Revolución Cubana no es sino una muestra mas de la senilidad, la idiotez y la falta de ideas de algunos cubanos envenenados por sus sentimientos “anti” que todavía prefieren apostarle al Séptimo (al de caballería). El antídoto ante tamaña necedad no es sino reafirmar nuestra convicción y vocación “anti-anti”.
Yo le apuesto a cubanos como el Sexto, como Karina, y como otros muchos cubanos educados en Cuba diferentes a mi en muchas cosas, pero que me confirman la idiotez supina de quienes describen al ser humano como “un animal tan feroz que es necesario encadenarlo para que no destroce a dentelladas a su semejante”… Quienes así piensan tienen, aunque no lo sepan, un represor en un rinconcito de su corazón, ya sean parte del sistema imperante en la isla o postulantes para remplazarlo.
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Re: Desfile de Modelos: Tercera Parte - La Educacion
24 Jan 2017 01:24Reply to José Manuel Palli
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