Es muy triste presenciar como se consolida la dictadura venezolana en el proceso de perpetuarse en el poder por la fuerza. Desde aquel "revocatorio" contra Hugo Chávez en 2004, se ha perdido demasiado tiempo en insistir en la ruta electoral y en la lucha pacífica. Es una lástima que los amantes de la democracia no aprendamos que los regímenes totalitarios nunca pueden ser derrocados por medio del diálogo, la negociación, ni proceso electoral alguno, mucho menos por sanciones, protestas públicas, la diplomacia o las presiones internacionales. Se ríen y se burlan de todo eso que sólo les da más tiempo para consolidarse aún más en el poder.
Se perdió la oportunidad más de una vez cuando la oposición podía convocar a un millón de personas a las calles de Caracas y pudieron arrollar a los esbirros hasta tomar y ocupar los centros de poder en la capital. Faltaron líderes que arrastraran a esa masa popular a recuperar la nación que les habían robado.
En resumen, no hay otra alternativa eficaz que recapacitar y adoptar decididamente una nueva y combativa estrategia, antes de que sea demasiado tarde. Es hora de desechar los paños calientes para evitar que, como en Cuba, se prolongue indefinidamente la tiranía en el poder generación tras generación, desbaratando la conciencia nacional y su cultura en un violento proceso de irremediable daño antropológico.
Last edit: 10 Jan 2025 22:45 by Gerardo E. Martínez-Solanas.