Por segunda vez fracasaron los intentos de finalizar un acuerdo nuclear con Irán, lo que no sería más que una Hudna (trato para ser roto cuando les convenga de acuerdo a la costumbre islámica). No lograron un compromiso. Como resultado, las conversaciones serán prolongadas por otros siete meses, dejando al descubierto profundas divisiones entre las partes lo cual pone en riesgo el esfuerzo diplomático, dada la discordia interna en las naciones involucradas. Esto regocija al gobierno del Ayatolá que, en definitiva, sólo trata de ganar tiempo para conseguir su capacidad nuclear ofensiva antes de que Occidente pueda detenerles. Malas noticias.
¿Qué piensa la mayoría de los norteamericanos con respecto a Irán?
Nada lo describe mejor que una encuesta realizada en diciembre del 2013 por Frank Luntz, a quien muchos consideran un gurú de la opinión pública norteamericana. Estos son los resultados:
El 49% de los encuestados considera que Irán representa la mayor amenaza para los Estados Unidos, más que Irak (15%), Pakistán (13%), Afganistán (12%) y Siria (9%) combinados. El miedo a Irán sobrepasa fronteras de edad, educación y subgrupo partidista.
Sólo el 7% de los estadounidenses confía en la afirmación de Irán de que su programa nuclear es exclusivamente pacífico y que no están tratando de desarrollar armas nucleares, en tanto un considerable 77% tienen miedo a sus intenciones.
El mayor temor es producido por la certeza de que, en caso de conseguir la producción de armamento nuclear, serían capaces de proporcionarlo a grupos terroristas hostiles a Estados Unidos. De hecho, es el único tema en el cual demócratas y republicanos están de acuerdo.
El 43% de los demócratas y el 44% de los republicanos coinciden en imponer “nuevas sanciones económicas y en aumentar la presión financiera”.
La simple verdad es que los estadounidenses simplemente no confían en las intenciones del gobierno iraní. Lo que los lleva a las siguientes conclusiones fundamentales:
▪ Un abrumador 86% (78% entre los demócratas y el 95% entre los republicanos) piensan que Irán va a romper sus promesas durante el proceso de negociación, mientras que sólo el 14% dice que las mantendrán.
▪ Un 16% cree que Irán está “negociando de buena fe y con el tiempo renunciar a su capacidad para fabricar armas nucleares”, mientras que la gran mayoría de los estadounidenses (84%) cree que Irán está usando negociaciones “para detener a Occidente a medida que continúan desarrollando su capacidad para fabricar armas nucleares”.
Casi 8 de cada 10 estadounidenses (77%) –demócratas y republicanos por igual– creen que el camino más eficaz para eliminar la capacidad de Irán de fabricar armas nucleares se encuentra en aplicar firmemente nuevas sanciones económicas y aumentar la presión financiera. En la otra cara de la moneda diplomática, sólo el 23% cree que la continuación de las negociaciones es el camino a seguir, junto a una reducción de la presión financiera.
Francamente, los estadounidenses no quieren que Irán tenga ninguna capacidad nuclear ni ahora, ni nunca. Sólo un escaso 14% cree que deberíamos permitir que Irán posea la tecnología del ciclo del combustible nuclear que permitiría la capacidad de desarrollar armas nucleares.
Por el contrario, el 86% en general (81% de los demócratas y el 93% de los republicanos) piensan que debemos prohibir que Irán posea ningún tipo de enriquecimiento o la capacidad de combustible nuclear relacionada, de nuevo, sin importar el resultado de las conversaciones.
Realmente no existe una política partidista entre la población respecto a las sanciones y las negociaciones con Irán. El 77% de los votantes demócratas y un casi unánime 96% de los republicanos preferiría votar por un senador o congresista que favorezca el aumento de la presión sobre Irán hasta que desaparezcan sus capacidades nucleares, mientras que sólo el 14% votaría por un senador o congresista que abogue por reducir la presión sobre Irán, con la esperanza eliminar su capacidad nuclear como resultado de estas negociaciones.
La minoría que piensa diferente se basa en argumentos tan ingenuos como que a pesar de que Irán apoya a Hezbolá, y al presidente sirio, Bashar al-Assad y que agentes han matado estadounidenses desde el nacimiento de la República Islámica en 1979, Irán tiene intereses coincidentes con los Estados Unidos en Afganistán e Irak. Sostienen que su joven población es mayoritariamente pro-estadounidense. La mayoría de los que sostienen esta tesis colocan a Israel en la parte inferior de su lista de prioridades
Entonces, ¿por qué la administración de Obama y su Secretario de Estado Kerry insisten en actuar en contra de lo que la población percibe como la mejor opción para evitar la guerra? Creo que como en todos los escenarios internacionales nuestro gobierno da peligrosos tumbos.
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