El regreso del marxismo-leninismo en Cuba
- Reinaldo Escobar
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El regreso del marxismo-leninismo en Cuba
27 Dec 2021 18:57
En el dilema de cambiar el modelo para salvar al país o hundir al país con tal de salvar el modelo, los que mandan en Cuba parecen optar por lo segundo. Esa es la sensación que dejan las recientes declaraciones públicas en las que se promueve el regreso a la doctrina marxista-leninista, no solo en el entorno académico sino en la aplicación práctica de la teoría, en lo económico, lo político y lo social.
Si se creyera al pie de la letra lo expresado por Miguel Díaz-Canel podría pensarse que, en lo económico, la empresa estatal socialista como expresión de "la propiedad social sobre los medios de producción" dejará cada vez menos espacio a las llamadas "formas no estatales de producción"; que, en lo político, el concepto de dictadura del proletariado se impondrá con más firmeza para aplastar los rezagos de la ideología burguesa y que, en lo social, crecerá la supremacía de las organizaciones de masas que funcionan como polea de transmisión entre el partido y el pueblo por encima de las entidades de la sociedad civil independiente. No se descarta el retorno del ateísmo como modelo de una cosmovisión científica del mundo.
Si no es eso lo que viene detrás del regreso del marxismo-leninismo será porque quienes lo intentan hacer reaparecer no aprobaron esas asignaturas.
Entre los años 1975 y 1984 tuve la oportunidad de participar en varios cursos de posgrado sobre marxismo-leninismo y, en particular, sobre economía política y materialismo dialéctico e histórico. Algunos fueron patrocinados por la Unión de Periodistas de Cuba, otros los hice por mi cuenta en la Universidad de La Habana. En los cursos de Economía Política que se impartieron en mi centro de trabajo, la revista Cuba Internacional, fui el orientador, primero sobre la economía política del capitalismo y luego la del socialismo. La mayoría de mis alumnos de aquel entonces decidieron vivir (y tuvieron que morir) fuera de Cuba.
Si otra vez me tocara estudiar esas asignaturas, le preguntaría al profesor cómo se interpreta en la actualidad cubana aquel apotegma indiscutible que dice que "cuando el modo de producción se convierte en una camisa de fuerza para el desarrollo de las fuerzas productivas" el que tiene que cambiar es el modo de producción; si hubiera que ponerse filosófico demandaría una explicación de cómo es posible que el marxismo se considere al mismo tiempo ciencia e ideología.
No niego que las leyes de la dialéctica tienen su encanto, sobre todo para afirmar que cuando en un país se acumulan cuantitativamente los indicadores de la pobreza material se produce un cambio cualitativo que permite definir a ese país como miserable.
En el mundo en que vivimos, donde se habla de la cuarta revolución industrial, cuando la inteligencia artificial basada en la computación cuántica amenaza con no dejar una sola pregunta sin respuesta, aparecer con el marxismo-leninismo como fuente inagotable de conocimientos y llave maestra para solucionar los problemas es, cuando menos, una broma de mal gusto.
Siendo generosos con la inteligencia ajena podría aventurarse que hay algo oculto detrás de todo esto, pero eso ya es ir demasiado lejos en la búsqueda de una improbable justificación ingeniosa.
Si se creyera al pie de la letra lo expresado por Miguel Díaz-Canel podría pensarse que, en lo económico, la empresa estatal socialista como expresión de "la propiedad social sobre los medios de producción" dejará cada vez menos espacio a las llamadas "formas no estatales de producción"; que, en lo político, el concepto de dictadura del proletariado se impondrá con más firmeza para aplastar los rezagos de la ideología burguesa y que, en lo social, crecerá la supremacía de las organizaciones de masas que funcionan como polea de transmisión entre el partido y el pueblo por encima de las entidades de la sociedad civil independiente. No se descarta el retorno del ateísmo como modelo de una cosmovisión científica del mundo.
Si no es eso lo que viene detrás del regreso del marxismo-leninismo será porque quienes lo intentan hacer reaparecer no aprobaron esas asignaturas.
Entre los años 1975 y 1984 tuve la oportunidad de participar en varios cursos de posgrado sobre marxismo-leninismo y, en particular, sobre economía política y materialismo dialéctico e histórico. Algunos fueron patrocinados por la Unión de Periodistas de Cuba, otros los hice por mi cuenta en la Universidad de La Habana. En los cursos de Economía Política que se impartieron en mi centro de trabajo, la revista Cuba Internacional, fui el orientador, primero sobre la economía política del capitalismo y luego la del socialismo. La mayoría de mis alumnos de aquel entonces decidieron vivir (y tuvieron que morir) fuera de Cuba.
Si otra vez me tocara estudiar esas asignaturas, le preguntaría al profesor cómo se interpreta en la actualidad cubana aquel apotegma indiscutible que dice que "cuando el modo de producción se convierte en una camisa de fuerza para el desarrollo de las fuerzas productivas" el que tiene que cambiar es el modo de producción; si hubiera que ponerse filosófico demandaría una explicación de cómo es posible que el marxismo se considere al mismo tiempo ciencia e ideología.
No niego que las leyes de la dialéctica tienen su encanto, sobre todo para afirmar que cuando en un país se acumulan cuantitativamente los indicadores de la pobreza material se produce un cambio cualitativo que permite definir a ese país como miserable.
En el mundo en que vivimos, donde se habla de la cuarta revolución industrial, cuando la inteligencia artificial basada en la computación cuántica amenaza con no dejar una sola pregunta sin respuesta, aparecer con el marxismo-leninismo como fuente inagotable de conocimientos y llave maestra para solucionar los problemas es, cuando menos, una broma de mal gusto.
Siendo generosos con la inteligencia ajena podría aventurarse que hay algo oculto detrás de todo esto, pero eso ya es ir demasiado lejos en la búsqueda de una improbable justificación ingeniosa.
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Re: El regreso del marxismo-leninismo en Cuba
30 Dec 2021 10:44 - 30 Dec 2021 16:26
Entender lo que es el marxismo-leninismo es una tarea bastante ardua. Basta con notar que si Lenin se basó en ideas de Marx las desnaturalizó hasta tal punto que se puede hablar de caricatura; si añadimos que la noción de marxismo-leninismo es la visión estalinista de ese pensamiento entonces nos acercamos un poco más a la realidad de esta ideología que se puede caracterizar como una de las más mortíferas creadas por cerebros que a priori parecían capaces de pensar.
Para tener entonces una idea más exacta podemos considerar al marxismo-leninismo como una religión.
Puede parecer extraño llamar religión a un pensamiento ateo pero recordemos que el budismo, por ejemplo, es una religión atea.
El marxismo-leninismo tiene sus Dogmas, sus Sagradas Escrituras que son los escritos de Lenin (El Estado y la Revolución ; Qué hacer ; El izquierdismo enfermedad infantil del comunismo...) del mismísimo Stalin (Cuestiones del leninismo...) y por supuesto el Manifiesto comunista.
Tiene su Culto con sus grandes manifestaciones y una apologética indiscutible pues es un pensamiento « total » incuestionable con respuesta a todo. Tiene también su Paraíso: es la sociedad comunista (de cada cual según sus capacidades y a cada cual según sus necesidades).
Su Iglesia es el Partido (infalible) y ha tenido hasta sus Papas (el Hombre del Lena, el Hombre de Acero, el Gran Timonel, el Líder Máximo...)
¿Cómo imaginar entonces que un grupo de fieles que llegaron al poder hace sesenta y tres años gracias al engaño y a la ingenuidad pueril de un pueblo noble pero ignorante, salvo excepciones notables que en seguida se marcharon o fueron neutralizados por el nuevo régimen, renuncien a su Fe?
Hay que verlos como marxistas-leninistas convencidos y practicantes.
¿Y las esperanzas de apertura hacia la propiedad privada y hacia ciertas libertades ? No seamos beocios.
En 1920 el hombre del Lena al ver los estragos de la hambruna y el desmoronamiento de la economía en Rusia creó la NEP que le dio un gran y nuevo impulso a la economía pero después con la recuperación volvió la burocracia planificadora y la represión.
Muchos creen que fue sólo con Stalin que se cometieron los grandes crímenes en la extinta URSS ; pero hay que saber que la represión de Lenin contra los « burgueses » y el clero costó la vida a casi diez mil religiosos y a centenares de ciudadanos inocentes
Los llamados al crimen que hizo Lenin desde su toma de poder son terribles : « Cuelguen a los kulaks-vampiros bien alto, que la gente los vea y tiemble y diga ; están ahorcando a los kulaks-vampiros » y en 1920 y 21 « Cuanto más muertos haya mejor será »
Sin embargo me entristece ver que gente que probablemente no ha leído ni una línea de Carlos Marx, lo acusen de todos los males.
El vio antes que muchos que el capitalismo era una liberación de enajenaciones anteriores, nunca escribió (ni pensó) que ese capitalismo estaba agonizando como creía Lenin,
Marx hizo la apología del libre cambio y consideraba que la Revolución, si ocurría, sería como un paso más allá del capitalismo universal.
Pero bueno, hay gente que opina que el Terror durante la Revolución Francesa fue culpa de los escritos de Voltaire y de Rousseau.
A lo mejor un día se le ocurre a alguien decir que la cacería de brujas que desencadenó la bula Summis Desiderantis a finales del siglo XV, o la masacre de protestantes de la Saint Barthélémy a finales del siglo XVI, son culpa de las santas enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo.
La culpa de todos estos crímenes la tiene el fanatismo en el que todos podemos caer si alguna Fe llega a ser más fuerte que La Razón.
Para tener entonces una idea más exacta podemos considerar al marxismo-leninismo como una religión.
Puede parecer extraño llamar religión a un pensamiento ateo pero recordemos que el budismo, por ejemplo, es una religión atea.
El marxismo-leninismo tiene sus Dogmas, sus Sagradas Escrituras que son los escritos de Lenin (El Estado y la Revolución ; Qué hacer ; El izquierdismo enfermedad infantil del comunismo...) del mismísimo Stalin (Cuestiones del leninismo...) y por supuesto el Manifiesto comunista.
Tiene su Culto con sus grandes manifestaciones y una apologética indiscutible pues es un pensamiento « total » incuestionable con respuesta a todo. Tiene también su Paraíso: es la sociedad comunista (de cada cual según sus capacidades y a cada cual según sus necesidades).
Su Iglesia es el Partido (infalible) y ha tenido hasta sus Papas (el Hombre del Lena, el Hombre de Acero, el Gran Timonel, el Líder Máximo...)
¿Cómo imaginar entonces que un grupo de fieles que llegaron al poder hace sesenta y tres años gracias al engaño y a la ingenuidad pueril de un pueblo noble pero ignorante, salvo excepciones notables que en seguida se marcharon o fueron neutralizados por el nuevo régimen, renuncien a su Fe?
Hay que verlos como marxistas-leninistas convencidos y practicantes.
¿Y las esperanzas de apertura hacia la propiedad privada y hacia ciertas libertades ? No seamos beocios.
En 1920 el hombre del Lena al ver los estragos de la hambruna y el desmoronamiento de la economía en Rusia creó la NEP que le dio un gran y nuevo impulso a la economía pero después con la recuperación volvió la burocracia planificadora y la represión.
Muchos creen que fue sólo con Stalin que se cometieron los grandes crímenes en la extinta URSS ; pero hay que saber que la represión de Lenin contra los « burgueses » y el clero costó la vida a casi diez mil religiosos y a centenares de ciudadanos inocentes
Los llamados al crimen que hizo Lenin desde su toma de poder son terribles : « Cuelguen a los kulaks-vampiros bien alto, que la gente los vea y tiemble y diga ; están ahorcando a los kulaks-vampiros » y en 1920 y 21 « Cuanto más muertos haya mejor será »
Sin embargo me entristece ver que gente que probablemente no ha leído ni una línea de Carlos Marx, lo acusen de todos los males.
El vio antes que muchos que el capitalismo era una liberación de enajenaciones anteriores, nunca escribió (ni pensó) que ese capitalismo estaba agonizando como creía Lenin,
Marx hizo la apología del libre cambio y consideraba que la Revolución, si ocurría, sería como un paso más allá del capitalismo universal.
Pero bueno, hay gente que opina que el Terror durante la Revolución Francesa fue culpa de los escritos de Voltaire y de Rousseau.
A lo mejor un día se le ocurre a alguien decir que la cacería de brujas que desencadenó la bula Summis Desiderantis a finales del siglo XV, o la masacre de protestantes de la Saint Barthélémy a finales del siglo XVI, son culpa de las santas enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo.
La culpa de todos estos crímenes la tiene el fanatismo en el que todos podemos caer si alguna Fe llega a ser más fuerte que La Razón.
Last edit: 30 Dec 2021 16:26 by Gerardo E. Martínez-Solanas.
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Re: El regreso del marxismo-leninismo en Cuba
31 Dec 2021 00:19
Entre Reinaldo y Abelardo han hecho trizas al que me atrevo a calificar como neomarxsmo-leninismo, el cual se ha convertido en Cuba en una pantomima anárquica con ribetes fascistas que no tiene pies ni cabeza. Agradezco a ambos los certeros e incisivos análisis que no por breves son menos profundos.
Esta evolutiva aberración que contemplamos desde China hasta Cuba, Venezuela, Nicaragua, etc., provoca una enorme confusión tanto entre quienes siguen embelesados por los cantos de sirena de máximos líderes infalibles y omnipotentes, como por muchos de los que los combaten.
En realidad son un engendro de un marxismo que se bifurcó en el comunismo de Stalin y derivó al fascismo chino, en una de sus ramas; y el fascismo de Mussolini que derivó en el nazismo de Hitler, en la otra. Y ambas tendencias vuelven a enredarse en los confusos y corruptos totalitarismos del mundo actual.
Es oportuno recordar que el mito de que el comunismo es la extrema izquierda y el fascismo es la extrema derecha lo sembró Stalin cuando su antiguo aliado alemán y compañero socialista, el camarada Hitler, se convirtió inesperadamente en su enemigo y el "afable tío soviético" se empeñó en alejar lo mejor posible su proclamada ideología del socialismo nazi y el fascismo.
Si el lector tiene alguna duda, es oportuno que recuerde que Mussolini y Gramsci fueron importantes dirigentes del Partido Socialista Italiano — y su ruta política acabó bifurcándose en el curso de la Gran Guerra, cuando Mussolini fundó su propio periódico "Il Popolo d’Italia" (El pueblo de Italia). El propio Lenin, a quien Mussolini había conocido en 1914 y con quien había compartido varias tertulias en Austria, lamentó su marcha y en una carta escrita a los líderes del Partido Socialista dijo: "qué desperdicio que hayamos perdido a Mussolini. Él es un hombre de primera clase que hubiera llevado a nuestro partido al poder en Italia."
.
Las raíces del fascismo italiano se remontan a Georges Sorel, quien fue un precursor de Mussolini y Gramsci en tiempos de Marx. Sorel aprovechó el éxito parlamentario de 1893 para anunciar su “conversión” al marxismo. En 1898, publicó "El porvenir socialista de los sindicatos", un estudio que llamó mucho la atención, precisamente en los círculos sindicalistas que se inclinaban a las ideas marxistas. El movimiento sindicalista en Francia era para él la manifestación auténtica del proletariado revolucionario.
En 1896, Sorel descubrió a Giovanni Battista Vico, que daba una visión más penetrante a su propia interpretación de Marx. Con Vico vio la distinción entre conspiración pura y revolución, porque "sólo la revolución da vida a una nueva moral". Las ideas de Sorel tuvieron suficiente trascendencia para que fuera considerado uno de los precursores de la fundación del Partido Socialista Italiano, al cual se afilió, con sólo 17 años de edad, un gran admirador de Marx y de Sorel, Benito Mussolini, y al cual se afiliaría años más tarde Antonio Francesco Gramsci. Muy pronto el Partido nombró a Mussolini director del periódico oficial del partido "Avanti!", el cual era el periódico con más tirada en Italia por aquel entonces.
Cuando Mussolini se apartó del Partido para fundar "Il Popolo d'Italia", su formación marxista le sirvió de base para fundar el Partido Nacional Fascista en 1921, precursor del socialismo nacionalista alemán, mientras que Gramsci tomó un rumbo divergente hacia el comunismo. Al fin de cuentas, dos primos hermanos de la estirpe del marxismo.
Hitler, a su vez, fue un gran admirador de Mussolini en el proceso de la fundación de su propio partido socialista: el Partido Nacional Socialista de los Trabajadores, más conocido como Partido Nazi.
Esta evolutiva aberración que contemplamos desde China hasta Cuba, Venezuela, Nicaragua, etc., provoca una enorme confusión tanto entre quienes siguen embelesados por los cantos de sirena de máximos líderes infalibles y omnipotentes, como por muchos de los que los combaten.
En realidad son un engendro de un marxismo que se bifurcó en el comunismo de Stalin y derivó al fascismo chino, en una de sus ramas; y el fascismo de Mussolini que derivó en el nazismo de Hitler, en la otra. Y ambas tendencias vuelven a enredarse en los confusos y corruptos totalitarismos del mundo actual.
Es oportuno recordar que el mito de que el comunismo es la extrema izquierda y el fascismo es la extrema derecha lo sembró Stalin cuando su antiguo aliado alemán y compañero socialista, el camarada Hitler, se convirtió inesperadamente en su enemigo y el "afable tío soviético" se empeñó en alejar lo mejor posible su proclamada ideología del socialismo nazi y el fascismo.
Si el lector tiene alguna duda, es oportuno que recuerde que Mussolini y Gramsci fueron importantes dirigentes del Partido Socialista Italiano — y su ruta política acabó bifurcándose en el curso de la Gran Guerra, cuando Mussolini fundó su propio periódico "Il Popolo d’Italia" (El pueblo de Italia). El propio Lenin, a quien Mussolini había conocido en 1914 y con quien había compartido varias tertulias en Austria, lamentó su marcha y en una carta escrita a los líderes del Partido Socialista dijo: "qué desperdicio que hayamos perdido a Mussolini. Él es un hombre de primera clase que hubiera llevado a nuestro partido al poder en Italia."
.
Las raíces del fascismo italiano se remontan a Georges Sorel, quien fue un precursor de Mussolini y Gramsci en tiempos de Marx. Sorel aprovechó el éxito parlamentario de 1893 para anunciar su “conversión” al marxismo. En 1898, publicó "El porvenir socialista de los sindicatos", un estudio que llamó mucho la atención, precisamente en los círculos sindicalistas que se inclinaban a las ideas marxistas. El movimiento sindicalista en Francia era para él la manifestación auténtica del proletariado revolucionario.
En 1896, Sorel descubrió a Giovanni Battista Vico, que daba una visión más penetrante a su propia interpretación de Marx. Con Vico vio la distinción entre conspiración pura y revolución, porque "sólo la revolución da vida a una nueva moral". Las ideas de Sorel tuvieron suficiente trascendencia para que fuera considerado uno de los precursores de la fundación del Partido Socialista Italiano, al cual se afilió, con sólo 17 años de edad, un gran admirador de Marx y de Sorel, Benito Mussolini, y al cual se afiliaría años más tarde Antonio Francesco Gramsci. Muy pronto el Partido nombró a Mussolini director del periódico oficial del partido "Avanti!", el cual era el periódico con más tirada en Italia por aquel entonces.
Cuando Mussolini se apartó del Partido para fundar "Il Popolo d'Italia", su formación marxista le sirvió de base para fundar el Partido Nacional Fascista en 1921, precursor del socialismo nacionalista alemán, mientras que Gramsci tomó un rumbo divergente hacia el comunismo. Al fin de cuentas, dos primos hermanos de la estirpe del marxismo.
Hitler, a su vez, fue un gran admirador de Mussolini en el proceso de la fundación de su propio partido socialista: el Partido Nacional Socialista de los Trabajadores, más conocido como Partido Nazi.
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Re: El regreso del marxismo-leninismo en Cuba
15 Jan 2022 17:38
Me voy a alejar del tema relativo al regreso del marxismo-leninismo en Cuba para tratar de profundizar un poco en la visión de Gerardo acerca del origen común del fascismo y del comunismo en Europa a principios del siglo XX.
Aunque de una manera general coincido con él en este punto, opino que no puede aceptarse sin matices la casi identificación entre comunismo y fascismo.
Tampoco sería bueno que algún lector poco familiarizado con las ideologías o la historia europea de la primera parte del siglo veinte se creyera que el Nacional Socialismo (nazismo) de Hitler es lo mismo que el fascismo de Mussolini.
Para empezar quisiera decir dos cosas:
La primera es que no quiero que nadie se imagine que siento simpatía por alguno de esos dos dictadores, la segunda es que Benito Mussolini sentía una gran antipatía, por no decir asco, por Adolfo Hitler.
Todo esto se puede constatar en los documentos de la época.
Si la actitud del Duce con el Führer no fue la misma en los años cuarenta que en 1933 se debió simplemente a que al principio Alemania estaba debilísima, pero con la super militarización e industrialización intensiva que se le impuso al pueblo alemán, Mussolini no pudo al final oponerse a Hitler ni al entonces poderosísimo ejército alemán como pudo hacerlo al principio de la década de los treinta.
Es curioso también notar el apoyo fanático de los pueblos italiano y alemán a los dos dictadores aunque este fenómeno ha ocurrido varias veces en la historia..
Gerardo escribe:
"Las raíces del fascismo italiano se remontan a Georges Sorel, quien fue un precursor de Mussolini y Gramsci en tiempos de Marx. Sorel aprovechó el éxito parlamentario de 1893 para anunciar su “conversión” al marxismo.
En 1898, publicó "El porvenir socialista de los sindicatos", un estudio que llamó mucho la atención, precisamente en los círculos sindicalistas que se inclinaban a las ideas marxistas.
El movimiento sindicalista en Francia era para él la manifestación auténtica del proletariado revolucionario"
Voy a citar a Michel Charzat, uno de los mejores conocedores de Georges Sorel.
"El 19 de marzo Sorel escribe a Delesalle:"Mientras el fascismo siga siendo dueño de la calle, el socialismo será débil".
El 9 de abril Sorel encuentra "la situación en Italia cada vez más preocupante pues los fascistas están tratando a los socialistas como los "termidorianos" trataron a los "jacobinos".
Charzat también escribe:
A la "estadolatría", Sorel opone una constante e irreductible desconfianza hacia el Estado y la burocracia; Afirma preferir el reino de una burguesía liberal a un "socialismo de estado!!!". De ahí viene su apego a la descentralización, a los cuerpos intermediarios y a las autoridades sociales como las cooperatvas, sociedades mutalistas, sindicatos...
Sorel rechazó siempre el culto a la personalidad y el partido único.
El intento fascista de fusión de las clases sociales está en ruptura con la visión soreliana de división entre el proletariado y la burguesía.
En fin, no hay puntos comunnes entre el fascismo mussoliniano y el "comunismo" de Georges Sorel.
Añado que el francés murió antes de la marcha fascista a Roma y antes de la muerte de Lenin a quien admiró al principio pues tomó partido por los bocheviques. (cualquiera se equivoca).
Gerardo escribió:
En 1896, Sorel descubrió a Giovanni Battista Vico, que daba una visión más penetrante a su propia interpretación de Marx. Con Vico vio la distinción entre conspiración pura y revolución, porque "sólo la revolución da vida a una nueva moral". Las ideas de Sorel tuvieron suficiente trascendencia para que fuera considerado uno de los precursores de la fundación del Partido Socialista Italiano, al cual se afilió, con sólo 17 años de edad, un gran admirador de Marx y de Sorel, Benito Mussolini,
Giambattista Vico fue un filólogo-filósofo de la Ilustración italiana, "descendiente" directo de Giordano Bruno y de Galileo Galilei, admirador de Descartes como geómetra y físico en el campo de la óptica pero estuvo en desacuerdo con su "método".
No me lo imagino disertando sobre conspiraciones y revoluciones. Me gustaría que Gerardo precisara un poco más al respecto.
No defiendo la visión del marxismo que tenía Sorel, como ninguna otra visión, pero tenemos que reconocer que no fue un hombre mediocre: científico de alto nivel, estudió a fondo la matemática y la física de su tiempo (finales del XIX) antes de especializarse en ingeniería de minas.
Después de su retiro a los cuarenta y cinco años, me parece recordar, se dedicó al estudio de la sociología y del marxismo y efectivamente influyó a muchos pensadores europeos de finales del XIX y principios del XX, salvo a Lenin que lo consideró como un escritor desordenado y enredado. Tengo entendido que fue lo único que el "hombre del Lena" escribió sobre el francés.
Aunque de una manera general coincido con él en este punto, opino que no puede aceptarse sin matices la casi identificación entre comunismo y fascismo.
Tampoco sería bueno que algún lector poco familiarizado con las ideologías o la historia europea de la primera parte del siglo veinte se creyera que el Nacional Socialismo (nazismo) de Hitler es lo mismo que el fascismo de Mussolini.
Para empezar quisiera decir dos cosas:
La primera es que no quiero que nadie se imagine que siento simpatía por alguno de esos dos dictadores, la segunda es que Benito Mussolini sentía una gran antipatía, por no decir asco, por Adolfo Hitler.
Todo esto se puede constatar en los documentos de la época.
Si la actitud del Duce con el Führer no fue la misma en los años cuarenta que en 1933 se debió simplemente a que al principio Alemania estaba debilísima, pero con la super militarización e industrialización intensiva que se le impuso al pueblo alemán, Mussolini no pudo al final oponerse a Hitler ni al entonces poderosísimo ejército alemán como pudo hacerlo al principio de la década de los treinta.
Es curioso también notar el apoyo fanático de los pueblos italiano y alemán a los dos dictadores aunque este fenómeno ha ocurrido varias veces en la historia..
Gerardo escribe:
"Las raíces del fascismo italiano se remontan a Georges Sorel, quien fue un precursor de Mussolini y Gramsci en tiempos de Marx. Sorel aprovechó el éxito parlamentario de 1893 para anunciar su “conversión” al marxismo.
En 1898, publicó "El porvenir socialista de los sindicatos", un estudio que llamó mucho la atención, precisamente en los círculos sindicalistas que se inclinaban a las ideas marxistas.
El movimiento sindicalista en Francia era para él la manifestación auténtica del proletariado revolucionario"
Voy a citar a Michel Charzat, uno de los mejores conocedores de Georges Sorel.
"El 19 de marzo Sorel escribe a Delesalle:"Mientras el fascismo siga siendo dueño de la calle, el socialismo será débil".
El 9 de abril Sorel encuentra "la situación en Italia cada vez más preocupante pues los fascistas están tratando a los socialistas como los "termidorianos" trataron a los "jacobinos".
Charzat también escribe:
A la "estadolatría", Sorel opone una constante e irreductible desconfianza hacia el Estado y la burocracia; Afirma preferir el reino de una burguesía liberal a un "socialismo de estado!!!". De ahí viene su apego a la descentralización, a los cuerpos intermediarios y a las autoridades sociales como las cooperatvas, sociedades mutalistas, sindicatos...
Sorel rechazó siempre el culto a la personalidad y el partido único.
El intento fascista de fusión de las clases sociales está en ruptura con la visión soreliana de división entre el proletariado y la burguesía.
En fin, no hay puntos comunnes entre el fascismo mussoliniano y el "comunismo" de Georges Sorel.
Añado que el francés murió antes de la marcha fascista a Roma y antes de la muerte de Lenin a quien admiró al principio pues tomó partido por los bocheviques. (cualquiera se equivoca).
Gerardo escribió:
En 1896, Sorel descubrió a Giovanni Battista Vico, que daba una visión más penetrante a su propia interpretación de Marx. Con Vico vio la distinción entre conspiración pura y revolución, porque "sólo la revolución da vida a una nueva moral". Las ideas de Sorel tuvieron suficiente trascendencia para que fuera considerado uno de los precursores de la fundación del Partido Socialista Italiano, al cual se afilió, con sólo 17 años de edad, un gran admirador de Marx y de Sorel, Benito Mussolini,
Giambattista Vico fue un filólogo-filósofo de la Ilustración italiana, "descendiente" directo de Giordano Bruno y de Galileo Galilei, admirador de Descartes como geómetra y físico en el campo de la óptica pero estuvo en desacuerdo con su "método".
No me lo imagino disertando sobre conspiraciones y revoluciones. Me gustaría que Gerardo precisara un poco más al respecto.
No defiendo la visión del marxismo que tenía Sorel, como ninguna otra visión, pero tenemos que reconocer que no fue un hombre mediocre: científico de alto nivel, estudió a fondo la matemática y la física de su tiempo (finales del XIX) antes de especializarse en ingeniería de minas.
Después de su retiro a los cuarenta y cinco años, me parece recordar, se dedicó al estudio de la sociología y del marxismo y efectivamente influyó a muchos pensadores europeos de finales del XIX y principios del XX, salvo a Lenin que lo consideró como un escritor desordenado y enredado. Tengo entendido que fue lo único que el "hombre del Lena" escribió sobre el francés.
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Re: El regreso del marxismo-leninismo en Cuba
15 Jan 2022 19:41 - 16 Jan 2022 18:18
Sorel tuvo una reconocida influencia sobre la primera etapa política de Mussolini, cuando éste había sido uno de los fundadores del Partido Socialista Italiano, un declarado seguidor de Marx y un camarada de Lenin en Austria (Lenin se refirió a él en otra ocasión afirmando que era "el único marxista serio que había en Italia"). La bifurcación hacia el socialismo fascista es posterior y, por supuesto, no hay ninguna afirmación en mi escrito anterior en la que pretenda relacionar directamente las ideas de Sorel con esa rama posterior del socialismo.
La historia nos enseña que en 1920, enmarcadas en las huelgas y ocupaciones de Italia septentrional, los nacionalsindicalistas exigen la autogestión de la industria. El primer ministro Giolitti reconoce entonces el derecho de participación de los trabajadores en las empresas. El sindicalismo italiano obtiene así una victoria épica que subraya de forma excelente el nacimiento de la ideología fascista en años posteriores.
Igualmente, Sorel evoluciona y se aleja del socialismo bolchevique. Abandona muchos de los preceptos y estrategias del marxismo cuando la socialdemocracia se acomoda en los parlamentos y da su posterior adhesión a los procesos de revolución nacional que sacuden Europa.
No obstante, en la época en que su pensamiento fue influyente en la trayectoria de Mussolini, Sorel encabezaba las ideas de un socialismo que hacía una clara distinción entre conspiración y "revolución, la única que da vida a una nueva moral". También expresó en aquella etapa que: "Sólo los trabajadores más militantes son sindicalistas: el obrero de la gran industria sustituirá al guerrero de la ciudad heroica." Por tanto, los valores de ambos son comunes y el ascetismo y la eliminación del individualismo suponen características compartidas. A esa corriente socialista se sumaron el sociólogo Robert Michels, el economista Vilfredo Pareto y los literatos Giovanni Papini y Filipo Marinetti, entre otros.
Por otra parte, digo que Sorel "descubrió a Giovanni Battista Vico". Es decir, este filósofo italiano del siglo XVIII fue influyente en su pensamiento, pero en ese párrafo sólo me refiero a las ideas de Sorel, influenciadas por Battista Vico en cuanto a su distinción entre conspiración y revolución. Georges Sorel reconoce también la influencia del filósofo italiano en su concepto de "hacer" historia, cuando señala que eso "constituye la parte original de la obra de Vico". El significado de esta adaptación de Battista Vico ha sido interpretado por algunos con una orientación que parece enfatizar el lado claramente marxista de Sorel (en esa etapa).
Y, por supuesto, Hitler sería un gran admirador de Mussolini muchos años después, pero esta admiración no fue mutua ni tampoco dio lugar a que el Nacional Socialismo alemán fuera una copia del fascismo italiano. Hitler tenía sus propias ideas y se limitó a recoger y aplicar algunas de Mussolini.
En resumidas cuentas, se trata de trazar una ruta y un árbol genealógico del Marxismo bifurcado en leninismo, estalinismo, nazismo, fascismo, maoísmo, progresivismo, castrismo, etc. Es ese origen común y la coincidencia de muchos aspectos de sus estrategias y mecanismos políticos lo que agrupa a todos esos movimientos en lo que algunos identifican como "extrema izquierda".
La historia nos enseña que en 1920, enmarcadas en las huelgas y ocupaciones de Italia septentrional, los nacionalsindicalistas exigen la autogestión de la industria. El primer ministro Giolitti reconoce entonces el derecho de participación de los trabajadores en las empresas. El sindicalismo italiano obtiene así una victoria épica que subraya de forma excelente el nacimiento de la ideología fascista en años posteriores.
Igualmente, Sorel evoluciona y se aleja del socialismo bolchevique. Abandona muchos de los preceptos y estrategias del marxismo cuando la socialdemocracia se acomoda en los parlamentos y da su posterior adhesión a los procesos de revolución nacional que sacuden Europa.
No obstante, en la época en que su pensamiento fue influyente en la trayectoria de Mussolini, Sorel encabezaba las ideas de un socialismo que hacía una clara distinción entre conspiración y "revolución, la única que da vida a una nueva moral". También expresó en aquella etapa que: "Sólo los trabajadores más militantes son sindicalistas: el obrero de la gran industria sustituirá al guerrero de la ciudad heroica." Por tanto, los valores de ambos son comunes y el ascetismo y la eliminación del individualismo suponen características compartidas. A esa corriente socialista se sumaron el sociólogo Robert Michels, el economista Vilfredo Pareto y los literatos Giovanni Papini y Filipo Marinetti, entre otros.
Por otra parte, digo que Sorel "descubrió a Giovanni Battista Vico". Es decir, este filósofo italiano del siglo XVIII fue influyente en su pensamiento, pero en ese párrafo sólo me refiero a las ideas de Sorel, influenciadas por Battista Vico en cuanto a su distinción entre conspiración y revolución. Georges Sorel reconoce también la influencia del filósofo italiano en su concepto de "hacer" historia, cuando señala que eso "constituye la parte original de la obra de Vico". El significado de esta adaptación de Battista Vico ha sido interpretado por algunos con una orientación que parece enfatizar el lado claramente marxista de Sorel (en esa etapa).
Y, por supuesto, Hitler sería un gran admirador de Mussolini muchos años después, pero esta admiración no fue mutua ni tampoco dio lugar a que el Nacional Socialismo alemán fuera una copia del fascismo italiano. Hitler tenía sus propias ideas y se limitó a recoger y aplicar algunas de Mussolini.
En resumidas cuentas, se trata de trazar una ruta y un árbol genealógico del Marxismo bifurcado en leninismo, estalinismo, nazismo, fascismo, maoísmo, progresivismo, castrismo, etc. Es ese origen común y la coincidencia de muchos aspectos de sus estrategias y mecanismos políticos lo que agrupa a todos esos movimientos en lo que algunos identifican como "extrema izquierda".
Last edit: 16 Jan 2022 18:18 by Gerardo E. Martínez-Solanas.
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