Cuba, sin dudas en defender vidas humanas, ni subestimar la economía.

Cuba, sin dudas en defender vidas humanas, ni subestimar la economía.

-Conocidas son las características de la economía cubana (logros y deficiencias), al igual los permanentes obstáculos y agresiones recibe desde el exterior; específicamente, a través las arbitrarias sanciones le impone los EEUU. Conveniente como se solicita, poder contar con visiones económicas diversas, manifiesten inquietudes o sugerencias, respecto a los caminos deba tomar Cuba, una vez concluida la pandemia del coronavirus.

-Como en otros países del mundo, las autoridades cubanas (a todos los niveles), incluso más allá de sus fronteras, continúan luchando por salvar vidas. En la disyuntiva ser humano o economía, en Cuba no se dudó en defender la vida humana, considerando es lo único ético y moralmente aceptable. Pero no ha habido desatención a la economía, sino más bien o en paralelo, la mantuvieron accionando, junto a medidas de previsión, impidieran la expansión del virus, se protegiera la salud y organizara el aislamiento social posible.

-Al expandirse el coronavirus este se convirtió en pandemia, ocasionando una convulsión económica en los países, donde varios de los más ricos, han sido los más afectados y entraron en recesión.
Sin embargo, ante los estragos sufren las economías, los gobiernos se preparan, aunque de momento no puedan evaluar la magnitud de los daños y hasta donde los afectan. En todos los casos, los gobernantes se hallarán en difícil situación, pero tienen la responsabilidad ir analizando consecuencias económicas y prever salidas. Concluyendo, una vez pase la pandemia, la prioridad será recuperar economías y normalizar la situación en los países. Lógicamente, así lo harán los gobernantes cubanos.

-En cuanto a Cuba y su situación económica, conviene recordar, gravitan desfavorables factores no deban soslayarse; considerando, además, es un país asediado y agredido por EEUU.
En estos meses de coronavirus, las autoridades cubanas, procedieron rápida y responsablemente, sin faltarle iniciativas y promoviendo un conjunto de orientaciones y medidas efectivas, posibilitaran controlar su expansión y recuperar pacientes. Decidieron, gradual, aunque discriminadamente, paralizar centros laborales y propiciar el aislamiento social, de manera cortar cadenas de trasmisión del virus. En ningún momento, detuvieron actividades económicas o sociales imprescindibles, manteniendo activos el sector agropecuario, la industria alimenticia, la energética, el sector salud, parte del comercio y los transportes; como numerosas y necesarias unidades productivas o de servicios. Auspiciaron trabajos en la casa, o a través las vías electrónicas. Muchos centros laborales y totalidad del sector estudiantil los cerraron, orientando a trabajadores y estudiantes a quedarse en casa. Al sector estatal (presupuestado o empresarial), les garantizaron la totalidad del salario el primer mes y después el 50%. Más de 600 mil núcleos familiares, considerados vulnerables (tercera edad, enfermos, ancianos solos, bajos ingresos…), los apoyan económicamente.

-Antes de la llegada del coronavirus, en países de América Latina, se producía nuevamente cambios políticos, después una progresista etapa; donde fuerzas de izquierda llegaron a ser gobierno, situación posibilitara relaciones económicas y comerciales con Cuba y originara una multifacética cooperación en sectores sociales. Sin embargo, los actuales gobiernos de derecha, estrechamente vinculados a EEUU, hicieron retroceder esas relaciones. Eliminando las exportaciones por servicios de conocimientos (salud, educación, deportes y cultura), representaban expresiones solidarias o importantes ingresos al país. A su vez en los mercados internacionales, varios renglones exportables cubanos depreciaron su valor comercial y la producción de azúcar continuó reducida.

-Para revertir la política de Obama y frustrar perspectivas, el presidente Trump se orientó a imponer más sanciones económicas a Cuba (prohibición de cruceros y vuelos aéreos a la isla, recortes de remesas y oficializó el capítulo III la ley Helms Burton, del que se conocen sus extremas consecuencias. No obvio, compromisos contraídos para amortizar la deuda externa. La sumatoria de tales factores, en su mayoría antes del coronavirus, afectaron ingresos al país. Por lo que es de pensar, colocan al gobierno cubano, al menos como hipótesis, ante una delicada situación financiera.

-A fines del 2019, se concibió para el 2020, un discreto crecimiento económico, priorizaba sustitución de importaciones, crecimientos de la producción y exportaciones de bienes; junto a mayores niveles de ahorro y políticas de austeridad. Pero se contaba con la industria turística y desarrollaban diversos proyectos inversionistas. El coronavirus liquidó el turismo, haciendo desaparecer otro importante rubro de ingresos al país, las inversiones se mantienen, pero habrá que ver, la situación en que queden los inversionistas. De momento, no existen informaciones confiables y precisas, por lo que el rigor y prudencia, obligan a cualquier análisis disponer de ellas. Aunque entiendo, siempre es posible concebir ideas o soluciones, a problemas se tienen sus antecedentes. Aunque hoy la mayor interrogante es: ¿Qué sucederá si continúa avanzando la pandemia y con ella se amplia y profundiza la crisis económica en los países? ¿Acaso puedan producirse cambios de significación, en los países más afectados, luego influyan sobre los demás?

-En cuanto a la situación en Cuba, existe un marcado esfuerzo laboral, orientado hacia el sector agropecuario e industria alimenticia, de manera satisfaga necesidades a la población, reduzca importaciones o amplié exportaciones. Sucede con otras industrias, sometidas a ciertas ampliaciones y modernizaciones, varias relacionadas a las construcciones, energías sostenibles, hidráulica u otras imprescindibles unidades industriales.
-Y acerca el modelo económico cubano (en proceso de reformas), se comprende está sujeto a numerosos cambios, de manera pueda hacerse más productivo y eficiente; por lo que considero, no pocos asuntos serán objeto de modificación, de manera propicien mejor funcionamiento a la economía, amplié fuerzas productivas, inversiones y logre alcanzar mayores niveles de productividad; pero tales valoraciones, para decir verdad, prefiero hacerlas, una vez pase la pandemia y evalúen sus efectos.