La disputa sobre las garantías de seguridad para Ucrania y el apoyo de Estados Unidos al asediado país ha dejado una secuela de dudas en ambos lados del Atlántico y muchas críticas alrededor de los presidentes Donald Trump y Volodimir Zelensky. |
Los medios de propaganda no han ayudado a despejar esas dudas, ni a leer entre líneas, concentrados como están en tergiversar las imágenes y los sonidos, mas no en analizar la realidad del mensaje.
Tanto miembros del Partido Demócrata estadounidense como líderes europeos han explotado el conflicto, para promover el desprecio de los eurócratas a Trump y Estados Unidos. Son los mismos que se burlaron cuando el presidente norteamericano advirtió en su primer mandato sobre la dependencia de las exportaciones energéticas del Kremlin a países europeos, propiciando así, los fondos que ahora utiliza Putin para poder costear la guerra con Ucrania.
Una piedra en el camino
Durante su visita el mes pasado a Bruselas y Múnich, el secretario de Defensa Pete Hegseth, no vio factible la recuperación de Ucrania de sus fronteras, su entrada como miembro, en la OTAN (Organización del Tratado Atlántico Norte), ni el envió de tropas estadounidenses a ese país para continuar la guerra. Su única opción para recibir ayuda económica de EE.UU. es propiciar un tratado de paz con Rusia.
Después de intensas negociaciones, el general retirado Keith Kellogg tramitó un acuerdo que comprometería a Ucrania a pagar gradualmente su deuda y ayudaría a la reconstrucción del país, proporcionando a Washington el acceso al 50% de minerales y tierras raras en su suelo. Ese acuerdo pondría a Estados Unidos en el terreno y prevendría futuras incursiones de Vladimir Putin en Ucrania después de logrado un acuerdo de paz. Para lo cual debería de haber un cese inmediato al fuego.
Por fin, el 28 de febrero pasado, el Presidente Donald Trump, el vicepresidente J.D. Vance, el secretario de Estado, Marco Rubio, y el presidente V. Zelensky (entre otros) se reunieron en la oficina oval de la Casa Blanca para firmar el acuerdo y discutir el tratado.
Tras la reunión privada, en la que se había reiterado el acuerdo, Zelensky, aprovechó la conferencia de prensa en vivo para recriminar la posición “insuficiente” de Estados Unidos y acusar a Trump de estar influenciado por Putin.
El chantaje público de Zelensky torpedeó el acuerdo, enojando visiblemente a Trump y a los miembros de su equipo negociador. Era una señal clara de que las intenciones del ucraniano al venir a Washington no eran las de firmar el acuerdo. Su intención real era la de presionar por más ayuda y anticipada seguridad antes de una negociación con Putin.
Escalada en el conflicto
La respuesta de la administración Biden a la invasión rusa de Ucrania (2022) con su ilimitada ayuda económica a Kiev, sus sanciones a Moscú y la congelación de sus activos en el extranjero dio lugar a un eje Rusia-China-Irán-Corea del Norte, lo que aumentó el riesgo de una guerra en varios frentes.
Durante el encuentro televisado, Zelensky enfatizó que Ucrania ha estado "luchando sola", a pesar del crucial apoyo económico. La nueva inversión estadounidense en los minerales y tierras raras, le respondió Trump, le ofrece “un escudo” que le trazaría la raya a Putin. Reiteró el mandatario norteamericano, que la guerra con Rusia solo ha significado la pérdida de cientos de miles de vidas, entre ellas la de soldados voluntarios internacionales, así como el desperdicio de recursos y la destrucción del país.
El ucraniano no había conseguido lo que buscaba: presencia militar de Estados Unidos y la entrada de Ucrania a la OTAN que en principio fue lo que provocó la guerra.
En vista de la actitud desleal de Zelensky, la Casa Blanca canceló el acuerdo, el almuerzo y la ceremonia de firma. Trump le dijo a Zelensky que regresara cuando estuviera “listo para la Paz”. Tras abandonar la Casa Blanca, el presidente de Ucrania concedió una entrevista exclusiva a Fox News para expresar su deseo de continuar la negociación.
La paradoja de Zelensky
La paradoja a la que se enfrenta Zelensky es que, sus compatriotas entienden que el plan de Trump funciona mejor para sacar a los invasores de Ucrania. Zelensky sin embargo se ha prestado a los juegos políticos, tanto de demócratas como de socialistas y globalistas para lograr su apoyo bélico. Antes de su crucial reunión del viernes en la Casa Blanca, V.Z mantuvo un mitin secreto con un grupo de demócratas que le aconsejaron no firmar el acuerdo. Después del fiasco en la Casa Blanca, Zelenky se ha reunido con lideres europeos para obtener más fondos y poder continuar la guerra mientras se planea una negociación de paz con Putin.
Aunque muchos ven en él un héroe, sus críticos le acusan de impredecible, egocéntrico y vanidoso. En 2022 causó controversia internacional al posar con su esposa, para la revista Vogue, en medio de la guerra. En estos años de guerra con Rusia, y a pesar del jugoso respaldo de Estados Unidos, su gobierno ha votado en contra de los intereses de su benefactor en las Naciones Unidas. Muchas de las acciones de Ucrania han ido en dirección contraria a EE. UU en otras regiones en conflicto, como en Oriente Medio. No ayuda para nada el rumor de que el gobierno de Zelensky ha estado vendiendo armamentos y drones a Hamas, el Talibán y otros grupos terroristas.
Para cerrar con broche de oro, Zelensky se presentó a la importante reunión en la Oficina Oval, vestido con pantalones y suéter negro, su uniforme de guerra, ignorando el protocolo de respeto del lugar y que el momento requería.
¿Qué busca EE.UU.?
En un reciente análisis sobre los juegos de guerra realizado por Rebekah Koffler, la analista de inteligencia militar estratégica, autora de Putin's Playbook, dice que Trump busca un realineamiento geoestratégico que aumente la preparación de combate de Estados Unidos y la OTAN. El Reino Unido y Alemania ya han prometido aumentar su gasto en defensa.
Hasta ahora, Occidente solo ha quemado recursos tratando de mantener a raya las fuerzas del Kremlin, mientras el líder comunista Xi Ping se beneficia alimentando la dependencia bélica de Rusia con China. Una intervención militar de Estados Unidos llevaría a una tercera guerra mundial.
La reunión con Zelensky era importante para dejarle saber a Moscú que Washington está dispuesto a proteger los intereses de Kiev. Vladimir Putin, el ex agente ruso de la KGB que ha librado la guerra más sangrienta en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, necesita poner fin a las hostilidades porque su economía se desmorona, se está quedando sin carne de cañón y no quiere depender de China.
Durante los 20 años de operaciones en Afganistán, Estados Unidos gastó más de dos mil billones de dólares, pero la victoria no se materializó debido a que el gobierno de Joe Biden, retiró sus tropas prematuramente en 2021, abandonando a los afganos a su suerte y dejando el poderoso armamento norteamericano en manos de los talibanes quienes regresaron rápidamente al poder. Gran parte de la fórmula del fracaso en Vietnam y otras guerras sucesivas.
El libro de Donald Trump El Arte de Negociar, ('The Art of the Deal'), contiene muchas de las tácticas utilizadas en su presidencia. En el caso de Ucrania, su prioridad es contener la hemorragia de la guerra, el destrozo y la pérdida de vidas que conlleva. Su estrategia consiste en negociar desde la neutralidad, mostrando fortaleza, para obtener una paz estable y deseada, no solo para Ucrania sino para el resto del mundo.
** Gloria Chávez Vasquez es escritora, periodista y educadora. Reside en Estados Unidos.