¿Empresa privada en Cuba?

Desde Cuba nos comunica un corresponsal de estas páginas que "la consultora Auge tiene a Oniel como su director, persona que ha sido denunciada en las redes sociales como ex-secretario de la UJC en Labiofan, además de levantar falsos datos en supuestas investigaciones carentes de legitimidad."

Curiosamente, AUGE, fundada en 2010, es una consultoría que radica en Cuba para brindar asesoría empresarial "al sector privado". «'Sentimos que teníamos herramientas profesionales que podíamos aportar a esos negocios privados', explica Oniel Díaz Castellanos, graduado de Biología en la Universidad de La Habana, con una maestría en Relaciones Internacionales, un diplomado en Comercio Exterior y experiencia en la vida política cubana.» Así lo expresa un reportaje publicado en Panamerican World bajo el título "AUGE para los nuevos emprendedores cubanos".

Pero, ¿quién es este "emprendedor" o "consultor" dedicado a "brindar asesoría empresarial al sector privado cubano"? Oniel Díaz Castellanos, entonces presidente Oniel Díaz Castellanosprovincial de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), intervino en 2006 durante la celebración del 45º aniversario de la "victoria de Playa Girón" para destacar que las nuevas generaciones "no vivieron la gesta de Playa Girón, pero mantienen y mantendrán las posiciones del socialismo" (según lo publicó el diario Granma). Y, según nuestro corresponsal, fue también secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).

Además, cuando el Gobierno cubano abrió las puertas a la "iniciativa privada" en 2010, mediante la aprobación de una lista de oficios y ocupaciones catalogados como "Trabajo por Cuenta Propia" (TCP), Oniel Díaz Castellanos y un grupo de colegas crearon la Consultora Auge para brindar asesoramiento a los "nuevos empresarios".

El 18 de junio de 2019, Díaz Castellanos declaró a Actualidad RT (un canal de TV ruso que transmite en español) lo siguiente: "La política de Trump no solo afecta al sector privado", sino que "ha limado las bases para un desarrollo futuro", debido a que "muchos emprendedores nos comentan: 'yo he tenido que parar inversiones, he tenido que parar ampliaciones, he tenido que parar las contrataciones de nuevos trabajadores' porque 'no he tenido el basamento para estimar que voy a seguir creciendo en los próximos años'".

Las “noticias” recientes sobre el trabajo por cuenta propia (TCP) en Cuba evidencian que se está “volando en círculos” respecto a la utilización de una parte creciente de la fuerza laboral cubana que no encuentra posibilidades ni tampoco incentivos para trabajar en el sector estatal y busca "resolver" (en buen idioma cubano) por otros medios.

Este es uno de los oficios permitidos a los "cuentapropistas"La actual noción oficial del TCP como desagüe laboral puede funcionar como mecanismo de sobrevivencia, pero está muy lejos de ser un mecanismo de desarrollo.  La mayoría de los trabajadores por cuenta propia laboran al mísero nivel que vemos en estas dos fotos.  El establecimiento de pequeñas y medianas empresas (PYMES) sería la manera más expedita de superar estas limitaciones dictatoriales y abrir la economía cubana a un periódo de verdadero progreso y desarrollo. Este es otro de los oficios permitidos; aquí en un ambiente un poco mejor.

Las nuevas regulaciones del gobierno cubano anunciadas a principios del pasado noviembre no resuelven nada de fondo y solo van a lograr una mayor complicación para los cuentapropistas. No se acaba de aceptar que hay mas de un millón de familias cubanas que carecen de un empleo util para la sociedad y que están presenciando la apertura de mercados en moneda convertible en la que ellos no tienen otra posibilidad de participar si no es en actividades delictivas.

A pesar de que el Decreto-Ley 383/2019 amplía las posibilidades de contratación de los TCP a entidades jurídicas cubanas (estatales y no estatales) y extranjeras, la Resolución 104/2019 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social limita el alcance y disponibilidad de ciertos sectores a la prestación de servicios a otros TCP u otras formas de gestión no estatal, quedando excluida de hecho su posible contratación.

Por otra parte, es conocido que las grandes empresas (de cualquier forma de propiedad) ofrecen escalas que favorecen mayor productividad que las PYMES, pero precisamente lo que ocurre en Cuba es que las grandes empresas estatales nunca han sido creadoras de empleo neto.

En Cuba, la opción para crear nuevo empleo neto productivo no consiste en una “competencia” entre empresas estatales y posibles PYMES, que ni siquiera existen Los más privilegiados han podido abrir "paladares" de lujo y hasta establecer cadenaslegalmente. Las empresas estatales sencillamente no crean empleo neto y los cuentapropistas no encuentran opción alguna para ampliar sus operaciones y crear nuevos empleos sino que están sometidos a un régimen de subsistencia. Esto no se aplica a algunas empresas de TCPs, sobre todo las más orientadas al turismo, que están manejadas por los elementos privilegiados de la nomenclatura política y se sabe que obtienen jugosas ganancias.

Todo esto está sucediendo en una situación de estancamiento nacional propiciada por la cultura de dependencia que provoca el enorme flujo de remesas procedentes del extranjero para mantener a una creciente población improductiva.

Es evidente que la camarilla en los altos estratos del poder no tiene intención alguna de abrir paso a la iniciativa privada en un proceso de apertura que permita el desarrollo económico. Esa camarilla controla las empresas estatales y la escasa riqueza que genera el país a través de privilegiadas "empresas privadas" y teme que cualquier movimiento de apertura que pudiera interpretarse como un glasnost y/o perestroika cubana pondría en peligro el estricto control que ejercen para mantener sus privilegios en la Cuba atribulada y oprimida.

 
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