El 17 de julio de 1998 representantes de 120 países firmaron el Estatuto de Roma, documento fundacional de la Corte Penal Internacional (CPI). Primer tribunal de la historia de carácter permanente y ámbito multinacional, la CPI, con sede en La Haya (Países Bajos), tiene como objetivo juzgar a personas ―no a Estados― acusadas de cometer genocidio, crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad o crímenes de agresión. Esa mayoritaria voluntad internacional de acabar con la impunidad de los grandes asesinos conlleva el propósito de prevenir nuevas masacres y, por tanto también, de contribuir al respeto de los principios y normas recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Este breve folleto de sólo 15 páginas, disponible a todos en Formato PDF y otros formatos, es una reveladora ventana a los antecedentes, la historia y las actividades de la Corte Penal Internacional y las perspectivas de su influencia en la defensa de los derechos humanos en los años venideros.
En su Epílogo, los autores subrayan que:
"Es de esperar que, conforme pase el tiempo, cada vez más países ratifiquen el Estatuto de Roma. De hecho la lista continua aumentando y, en la actualidad, la CPI cuenta ya con 121 Estados Parte. Aunque no siempre los nacionales de un Estado–no Parte del Estatuto quedan fuera de la jurisdicción de la CPI, la vocación universal de ésta explica el deseo de sus miembros de aumentar el número de Estados Parte.
Hasta la actualidad aún no lo han hecho algunas de las naciones más pobladas y poderosas del mundo (China, India, Estados Unidos, Indonesia, Rusia) y otros países cuyos dirigentes, en ocasiones, han sido criticados por no promover adecuadamente –unos más y otros menos– el respeto a los derechos humanos, como son los casos por ejemplo de Arabia Saudí, Qatar, Egipto, Israel, Turquía, Siria, Libia, Irán, Irak y Marruecos"