Guerra enterrada no mata soldado

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Guerra enterrada no mata soldado

24 Mar 2016 02:21 - 24 Mar 2016 02:26
#9260
“He venido hasta aquí para enterrar el ultimo vestigio de la Guerra Fría”, dijo el Presidente Obama en su brillante discurso en La Habana.

Me imagino como debe haber caído esa frase aquí en Miami entre algunos de mis amigos del prefijo “liber”, dedicados incesante y entusiastamente a maquillar ese cadáver insepulto de un mundo bipolar que se quedó sin pulso hace mas de un par de décadas.

Y no me refiero solamente a mis compatriotas cubano-americanos. En Miami hay argentinos, bolivianos, ecuatorianos, venezolanos, etc., algunos de ellos que hasta fueron gobierno en sus respectivos países tiempo atrás, que se embanderan (o escudan sus responsabilidades) con la causa de la libertad de Cuba, empeñados en preservar viva una era que el mundo dejó atrás, convirtiéndola con sus dogmas y su maniqueísmo desbordado en una fabula en la que Cuba juega el rol que tuvo en su momento el Imperio Soviético.

En la mente febril de estos “expertos” en democracia y en todo tipo de libertades, adoradores de la desigualdad e incapaces de detectar el bien común, Cuba es a un mismo tiempo un país en quiebra y un país capaz de comprar los votos a su favor de el 99 % de los países miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas; un gobierno que se tambalea de una Hora Final a otra, y un régimen capaz de intimidar a todos los gobiernos de nuestra región con amenazas contra su estabilidad.

No es ninguna coincidencia que el Presidente de los EEUU haya viajado directamente de la Habana a Buenos Aires, en donde el Presidente Mauricio Macri –el mismo que mis amigos del prefijo “liber” han bautizado como “el nuevo líder latinoamericano”- esta empacando sus maletas para realizar su propio viaje a Cuba (si Cuba le da el placet).

Es hora de que todos los cubanos entendamos la necesidad de aprovechar esta oportunidad de sumarnos al proceso de cambios o ajustes que se vienen dando en Cuba desde hace ya varios años. Un proceso sobre el cual es imposible incidir como no sea desde la inmediatez, estando en Cuba para apoyar o impulsar aquello que cada quien entienda debe apoyar o impulsar, concentrándonos en lo que nos une y matizando, cada quien como pueda, lo que nos separa: el dolor de muchos, el resentimiento de unos pocos. Y se bien que no es fácil.

A mi, por ejemplo, me resulta difícil sumarme a ese proceso sin al mismo tiempo insistir en algo que, como cubano y como abogado, me duele enormemente tener que volver a recalcar.

El Presidente Raúl Castro pidió listas de prisioneros políticos. Aquí está la mía: Harold Alcalà Aramburo, Maykel Delgado Aramburo, Ramon Henry Grillo, Yoanny Thomas Gonzalez y Wilmer Ledea Perez.

Estos cinco cubanos llevan 13 años encarcelados en Cuba. Es posible que el Presidente Castro no los considere prisioneros políticos, porque cometieron un delito –apoderarse de la lanchita o transbordador de Regla para intentar llegar con los pies secos a los EEUU- cuya motivación no parece haber sido política, y que es punible como tal no solo en Cuba, sino en la generalidad de los países en un mundo jaqueado por el terrorismo.

Pero estos cinco jóvenes afro-cubanos, que no derramaron una sola gota de sangre aquel 1º de abril del 2003, no recibieron condenas desmesuradas por obra de la justicia sino de la necesidad de escarmentar. Una necesidad, según lo han sugerido las autoridades cubanas (ver el capitulo 22 del libro “Fidel Castro: Biografia a dos voces”, de Ignacio Ramonet), generada por la presión de ese cadáver insepulto que avala situaciones en las que el mismo país que presiona a otros para que se responsabilicen del control de sus fronteras, incita, a través de sus leyes, al descontrol de jóvenes como estos.

En ese único sentido el viaje del Presidente Obama a Cuba fue un fracaso: se perdió una gran oportunidad de liberar a estos cinco muchachos de los efectos de esa misma Guerra Fría que enterramos esta semana.
Last edit: 24 Mar 2016 02:26 by José Manuel Palli.
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Re: Guerra enterrada no mata soldado

24 Mar 2016 13:38
#9261
Tambien en ENH, para aquellos suscriptores solidarios que lo mantienen con vida: www.elnuevoherald.com/opinion-...article67797627.html
  • Gerardo E. Martínez-Solanas
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Re: Guerra enterrada no mata soldado

28 Mar 2016 22:35 - 28 Mar 2016 22:37
#9270
Los extremismos se tocan en los ámbitos de la intransigencia y el dogmatismo feroz, y como bien destaca José Manuel en este aporte, en la comunidad cubana de Miami hay muchos que padecen de estos males a quienes les ha caido mal esa frase del Presidente Obama y además se empeñan en destacar detalles de esa visita que a su modo de ver son criticables. No obstante, el hecho de estar a favor o en contra de la política exterior del Pres. Obama no implica que no se le reconozcan los aspectos positivos de su discurso en el Gran Teatro de La Habana o de su comparecencia ante la prensa (con el Gral. Raúl Castro) en la capital cubana. Tampoco están justificadas las críticas impulsivas por su reunión con opositores pacíficos en La Habana por el simple hecho de que hayan faltado o hayan sobrado algunos, según el criterio particular de cada inconforme.

Por otra parte, con excepción de los exiliados venezolanos del madurismo chavista, pocos son los otros latinoamericanos de Miami que demuestran preocupación o interés por el calvario que la tiranía castrista ha impuesto a su pueblo. En sus países, esa desconexión es todavía peor porque implica entre muchos una lamentable simpatía por los hermanos Castro.

Es cierto también que la política exterior de las democracias respecto a Cuba ha sido débil, incoherente y sin una estrategia eficaz a favor de la democracia. En particular, es asombroso el fracaso de Estados Unidos frente a la política exterior de los hermanos Castro en foros internacionales como las Naciones Unidas. Lejos de estar la dictadura cubana acorralada en estos ámbitos por sus desmanes, los Estados Unidos son los que se ven acorralados por abrumadoras mayorías.

Por lo tanto, es indefendible la política que han seguido las naciones democráticas respecto a Cuba, en vista de más de medio siglo de fracasos. Luego coincido en la exhortación de José Manuel de que aprovechemos "esta oportunidad de sumarnos al proceso de cambios o ajustes que se vienen dando en Cuba desde hace ya varios años" y, además, que respaldemos o, al menos, demos una oportunidad a la nueva estrategia del Presidente Obama.

Por mi parte, en vez de "esta oportunidad de sumarnos" hubiera preferido decir "esta oportunidad de influir". Estimo que "sumarnos" significa en cierta medida "estar de acuerdo", pero en mi caso NO estoy de acuerdo con las lastimosas "soluciones" que los hermanos Castro vienen ofreciendo a los cubanos en los últimos años. Son "soluciones" emponzoñadas por la represión política, la ineficacia económica y la caprichosa estrategia de mando absoluto de la cúpula de poder.

Empero, podemos "influir" en el proceso que viven los cubanos de la Isla aprovechando un mayor interambio de ideas, unas mejores facilidades de viajar a Cuba y desde Cuba, y un restalecimiento de relaciones diplomáticas y comerciales por parte de Estados Unidos que redundaría en un ablandamiento de la "posición común europea" y obligaría al régimen cubano a tener más en cuenta las opiniones y críticas de sus interlocutores democráticos.

En otras palabras, aconsejo aprovechar el hecho innegable que la dictadura cubana, desde 1962, ha sido un régimen de dependencia, primero por los subsidios de la Unión Soviética y después por los de la Venezuela regida por Chávez. Pero ahora se encuentran desamparados de la generosidad de mecenas totalitarios y tienen que aflojar su enfrentamiento con las democracias para pasar a depender de ellas, de sus créditos, de sus negocios, para extender su período de subsistencia. La diferencia fundamental es que aquella dependencia era un contubernio de propósitos totalitarios y hegemónicos, mientras que la de ahora está sometida a la crítica y a los condicionamientos que las democracias crean oportunos y justos. Sólo falta por ver si las democracias se interesarán lo suficiente como para influir en el futuro de Cuba hacia legítimas perspectivas democráticas.
Last edit: 28 Mar 2016 22:37 by Gerardo E. Martínez-Solanas.
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