Alguien dijo que la Telenovela es la variante moderna del folletín por entregas del siglo XIX, categoría distinguida que nos brindó las novelas de Balzac, Víctor Hugo y Dickens. El mismísimo Mark Twain, siempre a la caza de oportunidades financieras, habría sido sin dudas guionista de soap-operas, no de culebrones mejicanos, debido a su desconocimiento del español.
Todo empezó con la confusión de si los personajes en la telenovelas hablaban como cualquiera de la vida real o son los de la vida real los que copiaban el lenguaje de las telenovelas. Ahora, con los “reality shows”, empieza a desdibujarse cada vez más la frontera de la ficción y la vida real. Y para colmo, hasta la justicia se administra en televisión por una jueza-payaso que se constituye en árbitro del bien y el mal, en veredictos inapelables que dan el caso por cerrado.
Las celebridades, cogidas “in fraganti” en los más inconfesables delitos, juran por la “virgencita de Guadalupe” o por “mi diosito” sin el menor recato, como si se tratara de un ídolo pagano o un amuleto supersticioso. Se “casan” en la pantalla derrochando dinero que debía ir a los pobres, en ceremonias oficiadas por sacerdotes que incumplen sus votos y deberes, sepulcros blanqueados que traicionan y desmienten las enseñanzas de la Biblia y el Magisterio de nuestra Santa Iglesia.
Poco a poco los “medios masivos de comunicación”, la “media”, va conformando no solo los patrones culturales, sino las normas “morales” por la cuales se rige la sociedad. Agreguemos los medios sociales (twitter, facebook, etc) y podremos llegar a tener hasta “Revoluciones por embullo”, un “party” donde en vez de un DJ con su equipo de audio tendremos tanques, aviones y ametralladoras disparando a diestro y siniestro en alegre hip-hop de muerte.
En las elecciones los candidatos tienen que “complacer” los deseos de aquellos electores que tienen los medios e influencia requeridos, aún a costa violar los Principios sobre los que se constituyó la Nación. Mas vale ser “cool” que tener una plataforma política razonable. Los adultos, que decimos amar a nuestros hijos y nietos, dejamos que todo siga su curso sin importar las consecuencias.
Los que no son capaces de llevar al menos una vida personal decente, los que cometen cualquier fechoría y quedan inmunes por su carácter de “celebridad”, se entretienen asumiendo la postura de “líderes populares”, trastocando los valores morales, diseminando la idea de que hay que cambiarlo no para mejor sino para acomodar los deseos de una minoría que no es capaz de vivir consigo. ¿El resto?, pues nada, el miedo a lucir “anticuados” los paraliza.
Hablar de Dios avergüenza a muchos, aún a aquellos que se dicen “religiosos” pero temen las consecuencias de la confrontación pública. El “In God We Trust” queda relegado al dinero, no al gobierno y legislación. Me pregunto dónde quedaron los cristianos que fueron capaces de desafiar a la chusma corrompida del Imperio Romano.
Pero no nos preocupemos, la telenovela continúa. Cada vez con un mensaje más vulgar, cada vez un nuevo paso hacia destruir todo lo que nuestros padres construyeron y nos legaron.
Los dejo….no puedo perderme ese nuevo episodio….ya saben…no es mi culpa
Topic Author
