Régimen Castrista usa perros contra opositoras

El pastor alemán es el clásico perro que la policía entrena para usar en su lucha contra la delincuencia.

Este tipo de animal sabe buscar drogas y explosivos y también detener a un criminal en el momento en que éste comete una fechoría. Pero hoy el Régimen de la Habana le ha añadido otra tarea: inspirar terror en las opositoras cubanas.

La policía política de Cuba copia así una de las tantas tácticas ordenadas por Adolf Hitler.

Los nazis empleaban perros en las redadas que llevaron a cabo durante la Segunda Guerra Mundial, donde apresaban y enviaban a campos de exterminio a judíos, gitanos, homosexuales, Testigos de Jehova, incapacitados físicos, enfermos mentales, negros y opositores políticos.

O sea, todos los que durante el Tercer Reich eran considerados indeseables y debían ser eliminado en lo que se llamó Endlösung, La Solución Final.

Pareciera que La Solución Final del gobierno de Raúl Castro es dar orden de atacar a las opositoras cubanas, especialmente las que conforman el grupo de Las Damas de Blanco, que todos los domingos acuden a las iglesias en La Habana y provincias para rezar por los presos políticos que aún están en las cárceles de la Isla.

La Cúpula Gobernante Cubana se siente frustrada por no haber podido someter a este grupo de mujeres, a pesar de los golpes, arrestos y la orden de desgarrarle las ropas y dejarlas desnudas durante los mítines de repudio, en que participan miembros de la Seguridad del Estado e integrantes de las Brigadas de Acción Rápida.

Y recordando las tácticas nazis -del empleo de perros en la recogida de víctimas del Holocausto y luego patrullaje de los campos de concentración- los órganos represivos del Régimen Cubano han comenzado a emplear pastores alemanes para intimidar a las opositoras.

Las Damas de Blanco provocan miedo al Régimen, porque este movimiento se puede extender por toda Cuba.

La preocupación de Raúl Castro estos días en que le han llegado informaciones que el pueblo ha intervenido durante las violentas agresiones llevadas a cabo contra las opositoras. De ahí el recrudecimiento de la represión contra las mujeres y el empleo de perros para dominarlas.

La opositora Tania Montoya fue la primera en hacer la denuncia del uso de perros lobos por parte de la policía política en un relato publicado por el blog dedicado a las Damas de Blanco llamado "La Revolución de los Gladiolos".

Han seguido las denuncias de otras mujeres, quienes relatan historias espeluznantes de acoso con perros para inspirarles terror.

Adriana Núñez relató que durante la agresión de que fue víctima ella y otras tres activistas, "tuve que ser atendida médicamente... me pusieron un suero en la vena de no sé qué, porque nos metieron en un patio y nos echaron un perro pastor alemán grandísimo, entrenado para agredir.... De la impresión o el terror, perdí el conocimiento".

Me pregunto ¿por qué no se pronuncia la jerarquía eclesiástica de la Isla y la del Vaticano, ante este terrible accionar de la policía política cubana? Estas mujeres son fieles y por lo mismo, son parte de la Iglesia Católica.

¿Dónde están las instituciones internacionales ante este "refinamiento" de la represión ordenada por la Cúpula Gobernante Cubana, que pretende someter por el terror a las mujeres opositoras?

La Humanidad dijo NUNCA MÁS al final de la Segunda Guerra Mundial, al enterarse de los horrores perpetrados por los nazis.

Hoy los órganos de represión del gobierno de La Habana no les basta con golpear y vejar a las mujeres. Ahora se recurre al empleo de los perros.

Necesitamos detener esta nueva táctica de represión contra la oposición cubana y especialmente contra las mujeres, que va contra todos los principios de preservación de la integridad humana.

Si los gobiernos e instituciones internacionales no actúan y exigen que cesen estas prácticas de intimidación, estarían actuando de nuevo como en el pasado frente a estos nuevos crímenes contra la Humanidad.

En uno de esos correos electrónicos que circulan por los medios cibernéticos, aparecía una noticia del Miami Herald sobre el acoso a las "Damas de Blanco" en Cuba, apostillada con el siguiente comentario: "No les parece curioso que ahora que el gobierno cubano esta tratando de hacer cambios fundamentales en la economia, que necesitan estabilidad, sea cuando estos problemas se continúen agudizando. Lean el articulo y veran que la 'salvaje" golpiza no llevó a nadie al hospital. ¿Están los Estados Unidos preparándonos para una repeticion de Libia?"

Hasta hace pocos meses las “Damas de Blanco”, mujeres indefensas “armadas” con un gladiolo en la mano, habían sido desdeñadas por el régimen dictatorial de los hermanos Castro como una amenaza insignificante a su poder. Bastaba con hostigarlas, con congregar a decenas de vociferantes agentes de Seguridad del Estado, de los Comités de Defensa de la Revolución y de otros energúmenos resentidos, para sitiarlas en sus casas, insultarlas y tratar de humillarlas.

Pero estas mujeres han demostrado tener el decoro que le falta a muchos hombres y han ostentado una gallardía y una persistencia en su protesta cívica por los abusos a que se ve sometido su pueblo, que han logrado encontrar cajas de resonancia en los medios de comunicación internacional, en las organizaciones de derechos humanos y en muchos otros que aspiran a defender la dignidad de los pueblos sin dejarse frenar por las fronteras que intentan aislar a las víctimas de la opresión.

Además, ahora se les suman otras mujeres y también algunos hombres que se sienten motivados por la tradicional tendencia masculina de defender a la mujer cuando se ve asediada por el peligro. Y el régimen opresor se enfurece. No basta con humillar y hostigar, sino que ahora hay que amenazar y golpear para que cunda el miedo y los opositores aterrorizados no se atrevan a salir de sus casas.

Las agresiones son todavía relativamente leves, porque tienen el propósito de la advertencia y el chantaje cruel. El mensaje está claro. No hay ley sino impunidad para el abuso cuando éste se ve sancionado por la autoridad totalitaria. Pero, ¡cuidado! Esta es sólo una muestra de la represión de la que son capaces quienes se han aferrado al poder durante más de medio siglo.

Nadie fue al hospital, subraya el insidioso comentario. Pero, ¿acaso debemos guardar silencio hasta que eso ocurra? ¿Acaso los medios de comunicación del mundo deben dar la espalda a esas mujeres para que no parezca una conspiración injerencista? ¡NO! Agradezco sin ambajes a la prensa mundial por que se haya quitado la venda de los ojos y se haya destapado los oídos.