LA CONTRAREVOLUCION Y TRUMP.
El presidente Trump es --por la rapidez y la extensión de sus propuestas y hechos-- un revolucionario. El calificativo tiene diferentes acepciones : peyorativas en muchos lugares del tercer mundo latino, pero mas agradables y sensatas para los angloparlantes. Quien dudas tenga, debe revisar desprejuiciadamente el dicurso de su toma de posesión . En él , el presidente evitó el término revolucionario , por razones obvias , para sustituirlo en tres ocasiones , por el de "movimiento " ; su movimiento de claras tendencias radicales.
Movimiento o no ; lo cierto es que cada revolución engendra por "ley de la vida " y la lucha de contrarios una contrarevolución. Es la dialéctica. Lo común a la misma, a decir de los expertos - Robespierre, Lenin o el Che Guevara,- no es el dinero, ni la posición social de los contrarevolucionarios sino la pérdida del poder. Los EEUU de América no han sido la excepción . Aquí los desplazados , muy resentidos por cierto, constituyen un arco iris de posibilidades que van desde la prensa liberal en primer lugar, hasta los afiliados "ideólogicos" al partido demócrata social, pasando por minorías analfabetas pero vociferantes, muy activas y visibles.
Los contras estadounidenses son huérfanons ideológicos, que no pueden enfrentar las tímidas medidas económicas socialistas de Trump que hasta ahora no ha propuesto ni una sola solución capitalista a los grandes problemas del país. El reemplazo del Obamacare por el Trumpcare es antológico (la consulta privada es la expresión clara y contundente del liberalismo ). Entonces , economía aparte,la guerra civil a la que asitimos solamente puede desplazarse a la Filosofía Política o a la Filosofia Cultural. La política ya fué decidida en las elecciones, a pesar de los insistentes reclamos de los contrarevolucionarios por la ilegalidad de las mismas . Pero , ya no habrá marcha atrás .
A la contra solo le queda el campo de batalla de la Filosofía Cultural que es donde hasta ahora se ha movido con aciertos. Ésta es la filosofía decisiva , porque en definitiva es la que mueve las decisones importantes que toma el pueblo y su gobierno y la que proyecta al país en su futuro. Pero, hay contradicciones evidentes en los contrarevolucionarios .Al manifestarse en contra de la globalización -- que actualmente equivale a la "derecha de antes " -- le están dando la razón y apoyando , tal vez sin querer o por ignorancia, a la revolución de Trump, que tiene como leit motiv el nacionalismo a ultranza . America first. Este lema se explica por sí mismo.
La contrarevolución estadouunidense no puede cortar su cordón umbilical ni desligarse de su nacimiento a mediados del siglo XIX , cuando la ilustración de los padres fundadores, la libertad de Locke y los derechos individuales comenzaron a ser minados, subvertidos , por la llamada contra -ilustración en un proceso lento , pero perceptible , a todo lo largo del siglo de la borrachera socialista que llegó hasta nuestros días. A eso asitimos en la prensa diaria y en los campuses universitarios. El nacional socialismo democrático , la revolución de Trump , es retada día a día ,hora a hora , minuto a minuto, por la contrarevolución estadounidense : compleja, paradójica, impía y educadamente intolerante.
DR SANTIAGO CARDENAS