Sin más derecho ni razón que la fuerza
- Eugenio R. Balari †
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Sin más derecho ni razón que la fuerza
03 Mar 2017 21:27
Sin más derecho ni razón que la fuerza. El voto particular de Salvador Cisneros Betancourt contra la Enmienda Platt: una enseñanza a los cubanos de todas las épocas.
-Muchos acontecimientos de la historia tienen la virtud, de esclarecernos o hacernos comprender no sólo el pasado, sino también el presente; el que ahora utilizo en estas líneas es uno de ellos. Buscando entre viejos libros me resurgió un vetusto folleto denominado “Voto Particular contra la Enmienda Platt”, que al retomar su lectura, pasadas varias décadas, volvió a resultar aleccionador por su contenido histórico/político y la veracidad y fuerza de sus argumentos. Un documento que todos los cubanos debieran conocer, porque su orientador contenido puede contribuir a evitar otros desaguisados; sobre todo a aquellos cubanos o hijos de estos, que ahora anti-patrióticamente intentan influir, para que nuevamente se condicionen las relaciones de Cuba con los EEUU. Utilizaré las palabras precaución o peligro, porque significaría subestimar la historia e insistir, equívocamente, en similares errores a los cometidos al inicio de la república, sólo que ahora en circunstancias más favorables para Cuba. Los argumentos ofrecidos en el documento a que hago referencia, muestran la posición injusta y de fuerza, con que EEUU obligó a aprobar en 1901, sus pretensiones e intereses hacia Cuba.
-La vejaminosa enmienda promovida por el senador Platt, a la ley de Presupuesto del Ejército estadounidense y aprobada por el Senado y Cámara de Representantes; les fue condicionada aceptarla a los delegados cubanos a la Convención Constituyente. Con la enmienda se le impuso a Cuba (durante la administración del presidente Mc Kinley), que la república surgiera sin su plena soberanía, ya que mutilaba el carácter soberano e independiente de la naciente república, convirtiéndola en un protectorado norteamericano. La enmienda permitía a EEUU el derecho a supervisar e intervenir en Cuba, cada vez las circunstancias lo aconsejasen o lo consideraran conveniente.
-El voto particular del patriota cubano, delegado a la Convención de 1901, Salvador Cisneros Betancourt (Marqués de Santa Lucía) y luego publicado; puso de manifiesto y desenmascaró, las perversas y neo-anexionistas intenciones de la administración del Presidente Mac-Kinley hacia Cuba. Aprobada la enmienda por las autoridades estadounidenses, luego presionaron a los delegados a la Asamblea Constituyente, a introducirla al texto constitucional que elaboraban como un apéndice agregado a este. En esa histórica coyuntura política, es que los argumentos de Salvador Cisneros Betancourt van a servir de ejemplo y representar no sólo el patriotismo, sino todo el decoro y dignidad de la nación cubana. Sus criterios de denuncia e inconformidad ante el atropello norteamericano, al no propiciar el surgimiento pleno de una república soberana e independiente; justificó en él y otros delegados a la Asamblea Constituyente, el firme rechazo a la traicionera celada que le tendiera la administración norteamericana a Cuba. Una mayoría de los delegados en aquellas circunstancias (de lo aceptas o se quedan las tropas), no tuvieron otra que asimilar la imposición norteamericana; no obstante 11 de ellos votaron en contra de esta y 16 la aceptaron. La lectura del articulado de la enmienda (por cierto aprobada con una amplia oposición de congresistas estadounidenses, 135 a favor y 111 en contra); puso al descubierto las intencionalidades de EEUU con Cuba. -Puede considerarse su aprobación en el país vecino y luego la imposición a los delegados cubanos; como la primera gran afrenta a la joven nación caribeña y su pueblo, que infatigablemente había luchado por alcanzar su plena e irrenunciable independencia. Aquellos innecesarios, injustos e inaceptables procedimientos utilizados en 1901, trajeron no sólo vientos políticos contradictorios y desagradables; sino resentimientos y numerosas críticas durante la república, para más tarde y a partir del triunfo de la revolución desatar inevitables tempestades.
-La enmienda se hizo llegar a los delegados a la Convención a través del Gobernador militar estadounidense de la Isla General Leonardo Wood, pero bajo circunstancias de presión política, dado que de no aprobarse las tropas norteamericanas no se retirarían de Cuba. En ese contexto histórico es que Salvador Cisneros Betancourt realiza su voto particular, dejando constancia de su rechazo a esta y exhortando a los delegados a no aceptarla, ni a vender la honra o comprometer los intereses de Cuba, calificándola de improcedente e inaceptable. Otros patriotas cubanos se opusieron a ella, pues la enmienda se aprueba con 16 delegados a favor y 11 en contra. El ex presidente de la República en armas (SCB), enjuició enérgicamente a las autoridades norteamericanas; considerándolos habían traicionado y violado los principios de libertad, justicia y democracia, que la propia nación americana y sus próceres representaban ante el mundo. En otro de sus argumentos de su voto particular, el patricio dice “que incondicionalmente EEUU debió reconocer nuestra soberanía e independencia absoluta (supuesto la hemos ganado), según ellos mismos confiesan y lo ratifica la Resolución Conjunta (Joint Resolution) de 20 de Abril de 1898, denominada “Para el reconocimiento de la Independencia del Pueblo Cubano”.. Añadiendo que EEUU hizo desaparecer “todo lo grande y humanitario que tenía el acto de venir a expulsar a los españoles de Cuba en favor de los cubanos, toda vez nos ponen por condición, que sin la aceptación de dichas conclusiones seguirían interviniendo en Cuba”.
-Al analizar la Resolución Conjunta, Cisneros Betancourt es categórico cuando expresa; que en esta no se encuentra como tampoco en el Tratado de París, nada se relacione con la obligación de que tan pronto sea establecida una Constitución o a través de una ordenanza agregada, surgiera la necesidad de definir las futuras relaciones entre Cuba y los EEUU; porque en la Joint Resolution sólo se habla de que Cuba “es y debe ser libre e independiente”. Sin embargo en la Enmienda propuesta y entregada a los delegados cubanos para su consideración y acción al texto constitucional o como agregado a este; continua diciendo Cisneros, “no se encuentra una sola palabra favorable a Cuba, porque todo es contrario a la soberanía e independencia, de modo que debe de plano rechazarse”. De acuerdo con esta el gobierno de Cuba no podía celebrar tratado alguno con gobiernos extranjeros, ni contraer deudas públicas; debía consentir el derecho a EEUU de intervenir para la conservación de la independencia cubana, la protección de las vidas y libertad individual; así como ratificar todos los actos realizados por EEUU durante su ocupación militar y fueran tenidos por válidos, junto a todos los derechos legalmente obtenidos y propiedades adquiridas, por lo que en virtud de ello serían mantenidas y protegidas. Debía garantizarse el saneamiento de las poblaciones en la Isla, evitando el desarrollo de enfermedades infecciosas, proteger el comercio de Cuba, lo mismo que al comercio y pueblos de los puertos del sur de los EEUU. En otro de sus enunciados se expresa, que la Isla de Pinos será omitida de los límites de Cuba, dejándose para el futuro la propiedad de esta; así como poner en condiciones a los EEUU de mantener la independencia de Cuba y proteger al pueblo; por lo que el gobierno cubano venderá o arrendará al gobierno estadounidense, las tierras necesarias para Carboneras o Estaciones Navales, en ciertos puertos determinados, que se convendrán con el Presidente de EEUU. Todo lo cual y para garantizar mayor seguridad en el futuro, el gobierno de Cuba insertará las anteriores disposiciones en un tratado permanente con los EEUU.
-Después de su exhaustivo análisis a la Enmienda, el patriota cubano concluía diciendo: ¿”Son ellos los que han venido a darnos lecciones de buen Gobierno y de enseñarnos los principios liberales y democráticos”? ¿”Son ellos los descendientes de Jorge Washington y aquellos hombres eminentes, puros y de principios radicales que consiguieron la Independencia de EEUU”? “¡Ah! ¡Si tan preclaros patriotas se levantaran de sus tumbas, volverían a ellas avergonzados!”
-Nota:
-La enmienda Platt logró derogarse el 29 de Mayo de 1934, por lo que se mantuvo vigente durante algo más de las tres primeras décadas de nuestra situación republicana.
-Salvador Cisneros Betancourt, marqués de Santa Lucía, nace el 10 de Febrero de 1828, en Puerto Príncipe, provincia de CAMAGUEY, de familia rica, estudió varios años en Cuba y otros en los EEUU; presidió la Junta Revolucionaria de Puerto Príncipe en 1866, se alzó contra las fuerzas españolas, participó en combates y fue herido; delegado a la Constituyente de Guáimaro, sustituyó como Presidente de la República en armas a Carlos Manuel de Céspedes y más tarde no aceptó el Pacto de Zanjón. En la guerra del 95 se sumó al Mayor General Máximo Gómez, luego presidió la asamblea constituyente de JIMAGUAYU, donde resultó electo Presidente de la República en Armas, siendo el único cubano en ocupar dicha responsabilidad en dos ocasiones. Murió en la provincia de La Habana, el 28 de Febrero de 1914.
-Otros muchos cubanos se destacaron en sus luchas contra la Enmienda Platt y los Tratados establecidos en aquellos años (de Reciprocidad Comercial, Permanente, de Arrendamiento de las Bases Navales y Carboneras). –Se destacaron fundamentalmente entre los cubanos que se opusieron y lucharon contra la enmienda y los tratados iniciales con los EEUU, Juan Gualberto Gómez y Manuel Sanguily.
-Muchos acontecimientos de la historia tienen la virtud, de esclarecernos o hacernos comprender no sólo el pasado, sino también el presente; el que ahora utilizo en estas líneas es uno de ellos. Buscando entre viejos libros me resurgió un vetusto folleto denominado “Voto Particular contra la Enmienda Platt”, que al retomar su lectura, pasadas varias décadas, volvió a resultar aleccionador por su contenido histórico/político y la veracidad y fuerza de sus argumentos. Un documento que todos los cubanos debieran conocer, porque su orientador contenido puede contribuir a evitar otros desaguisados; sobre todo a aquellos cubanos o hijos de estos, que ahora anti-patrióticamente intentan influir, para que nuevamente se condicionen las relaciones de Cuba con los EEUU. Utilizaré las palabras precaución o peligro, porque significaría subestimar la historia e insistir, equívocamente, en similares errores a los cometidos al inicio de la república, sólo que ahora en circunstancias más favorables para Cuba. Los argumentos ofrecidos en el documento a que hago referencia, muestran la posición injusta y de fuerza, con que EEUU obligó a aprobar en 1901, sus pretensiones e intereses hacia Cuba.
-La vejaminosa enmienda promovida por el senador Platt, a la ley de Presupuesto del Ejército estadounidense y aprobada por el Senado y Cámara de Representantes; les fue condicionada aceptarla a los delegados cubanos a la Convención Constituyente. Con la enmienda se le impuso a Cuba (durante la administración del presidente Mc Kinley), que la república surgiera sin su plena soberanía, ya que mutilaba el carácter soberano e independiente de la naciente república, convirtiéndola en un protectorado norteamericano. La enmienda permitía a EEUU el derecho a supervisar e intervenir en Cuba, cada vez las circunstancias lo aconsejasen o lo consideraran conveniente.
-El voto particular del patriota cubano, delegado a la Convención de 1901, Salvador Cisneros Betancourt (Marqués de Santa Lucía) y luego publicado; puso de manifiesto y desenmascaró, las perversas y neo-anexionistas intenciones de la administración del Presidente Mac-Kinley hacia Cuba. Aprobada la enmienda por las autoridades estadounidenses, luego presionaron a los delegados a la Asamblea Constituyente, a introducirla al texto constitucional que elaboraban como un apéndice agregado a este. En esa histórica coyuntura política, es que los argumentos de Salvador Cisneros Betancourt van a servir de ejemplo y representar no sólo el patriotismo, sino todo el decoro y dignidad de la nación cubana. Sus criterios de denuncia e inconformidad ante el atropello norteamericano, al no propiciar el surgimiento pleno de una república soberana e independiente; justificó en él y otros delegados a la Asamblea Constituyente, el firme rechazo a la traicionera celada que le tendiera la administración norteamericana a Cuba. Una mayoría de los delegados en aquellas circunstancias (de lo aceptas o se quedan las tropas), no tuvieron otra que asimilar la imposición norteamericana; no obstante 11 de ellos votaron en contra de esta y 16 la aceptaron. La lectura del articulado de la enmienda (por cierto aprobada con una amplia oposición de congresistas estadounidenses, 135 a favor y 111 en contra); puso al descubierto las intencionalidades de EEUU con Cuba. -Puede considerarse su aprobación en el país vecino y luego la imposición a los delegados cubanos; como la primera gran afrenta a la joven nación caribeña y su pueblo, que infatigablemente había luchado por alcanzar su plena e irrenunciable independencia. Aquellos innecesarios, injustos e inaceptables procedimientos utilizados en 1901, trajeron no sólo vientos políticos contradictorios y desagradables; sino resentimientos y numerosas críticas durante la república, para más tarde y a partir del triunfo de la revolución desatar inevitables tempestades.
-La enmienda se hizo llegar a los delegados a la Convención a través del Gobernador militar estadounidense de la Isla General Leonardo Wood, pero bajo circunstancias de presión política, dado que de no aprobarse las tropas norteamericanas no se retirarían de Cuba. En ese contexto histórico es que Salvador Cisneros Betancourt realiza su voto particular, dejando constancia de su rechazo a esta y exhortando a los delegados a no aceptarla, ni a vender la honra o comprometer los intereses de Cuba, calificándola de improcedente e inaceptable. Otros patriotas cubanos se opusieron a ella, pues la enmienda se aprueba con 16 delegados a favor y 11 en contra. El ex presidente de la República en armas (SCB), enjuició enérgicamente a las autoridades norteamericanas; considerándolos habían traicionado y violado los principios de libertad, justicia y democracia, que la propia nación americana y sus próceres representaban ante el mundo. En otro de sus argumentos de su voto particular, el patricio dice “que incondicionalmente EEUU debió reconocer nuestra soberanía e independencia absoluta (supuesto la hemos ganado), según ellos mismos confiesan y lo ratifica la Resolución Conjunta (Joint Resolution) de 20 de Abril de 1898, denominada “Para el reconocimiento de la Independencia del Pueblo Cubano”.. Añadiendo que EEUU hizo desaparecer “todo lo grande y humanitario que tenía el acto de venir a expulsar a los españoles de Cuba en favor de los cubanos, toda vez nos ponen por condición, que sin la aceptación de dichas conclusiones seguirían interviniendo en Cuba”.
-Al analizar la Resolución Conjunta, Cisneros Betancourt es categórico cuando expresa; que en esta no se encuentra como tampoco en el Tratado de París, nada se relacione con la obligación de que tan pronto sea establecida una Constitución o a través de una ordenanza agregada, surgiera la necesidad de definir las futuras relaciones entre Cuba y los EEUU; porque en la Joint Resolution sólo se habla de que Cuba “es y debe ser libre e independiente”. Sin embargo en la Enmienda propuesta y entregada a los delegados cubanos para su consideración y acción al texto constitucional o como agregado a este; continua diciendo Cisneros, “no se encuentra una sola palabra favorable a Cuba, porque todo es contrario a la soberanía e independencia, de modo que debe de plano rechazarse”. De acuerdo con esta el gobierno de Cuba no podía celebrar tratado alguno con gobiernos extranjeros, ni contraer deudas públicas; debía consentir el derecho a EEUU de intervenir para la conservación de la independencia cubana, la protección de las vidas y libertad individual; así como ratificar todos los actos realizados por EEUU durante su ocupación militar y fueran tenidos por válidos, junto a todos los derechos legalmente obtenidos y propiedades adquiridas, por lo que en virtud de ello serían mantenidas y protegidas. Debía garantizarse el saneamiento de las poblaciones en la Isla, evitando el desarrollo de enfermedades infecciosas, proteger el comercio de Cuba, lo mismo que al comercio y pueblos de los puertos del sur de los EEUU. En otro de sus enunciados se expresa, que la Isla de Pinos será omitida de los límites de Cuba, dejándose para el futuro la propiedad de esta; así como poner en condiciones a los EEUU de mantener la independencia de Cuba y proteger al pueblo; por lo que el gobierno cubano venderá o arrendará al gobierno estadounidense, las tierras necesarias para Carboneras o Estaciones Navales, en ciertos puertos determinados, que se convendrán con el Presidente de EEUU. Todo lo cual y para garantizar mayor seguridad en el futuro, el gobierno de Cuba insertará las anteriores disposiciones en un tratado permanente con los EEUU.
-Después de su exhaustivo análisis a la Enmienda, el patriota cubano concluía diciendo: ¿”Son ellos los que han venido a darnos lecciones de buen Gobierno y de enseñarnos los principios liberales y democráticos”? ¿”Son ellos los descendientes de Jorge Washington y aquellos hombres eminentes, puros y de principios radicales que consiguieron la Independencia de EEUU”? “¡Ah! ¡Si tan preclaros patriotas se levantaran de sus tumbas, volverían a ellas avergonzados!”
-Nota:
-La enmienda Platt logró derogarse el 29 de Mayo de 1934, por lo que se mantuvo vigente durante algo más de las tres primeras décadas de nuestra situación republicana.
-Salvador Cisneros Betancourt, marqués de Santa Lucía, nace el 10 de Febrero de 1828, en Puerto Príncipe, provincia de CAMAGUEY, de familia rica, estudió varios años en Cuba y otros en los EEUU; presidió la Junta Revolucionaria de Puerto Príncipe en 1866, se alzó contra las fuerzas españolas, participó en combates y fue herido; delegado a la Constituyente de Guáimaro, sustituyó como Presidente de la República en armas a Carlos Manuel de Céspedes y más tarde no aceptó el Pacto de Zanjón. En la guerra del 95 se sumó al Mayor General Máximo Gómez, luego presidió la asamblea constituyente de JIMAGUAYU, donde resultó electo Presidente de la República en Armas, siendo el único cubano en ocupar dicha responsabilidad en dos ocasiones. Murió en la provincia de La Habana, el 28 de Febrero de 1914.
-Otros muchos cubanos se destacaron en sus luchas contra la Enmienda Platt y los Tratados establecidos en aquellos años (de Reciprocidad Comercial, Permanente, de Arrendamiento de las Bases Navales y Carboneras). –Se destacaron fundamentalmente entre los cubanos que se opusieron y lucharon contra la enmienda y los tratados iniciales con los EEUU, Juan Gualberto Gómez y Manuel Sanguily.
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