Aperturas y reformas iniciaron la nueva era en Cuba

Aperturas y reformas iniciaron la nueva era en Cuba.

-En días posteriores al fallecimiento de Fidel Castro, he escuchado innumerables valoraciones sobre el futuro de Cuba (nueva época o el principio de una era), muchas cosas más sobre la situación del país o el papel del exilio en Miami. Realmente muchos deseos y una elevada cuota de especulación.
El líder de la revolución cubana Fidel Castro ha muerto, aunque es necesario decir, que desde su enfermedad y el traslado del poder a Raúl Castro; los criterios ofrecidos y las decisiones tomadas por este (aperturas migratorias y otras o las reformas económicas), en realidad son las que iniciaron una nueva época o era en Cuba.

-Diga lo que se diga a través de los medios en Miami y el manejo que se haga de las imágenes; se pudo apreciar un sentido y masivo funeral (a lo largo de todo el país), poniendo de manifiesto el amplio respaldo popular al proceso cubano. Promover engaños o burlarse sobre tales realidades, es sencillamente ridículo e ingenuo. Desvirtuar la realidad hoy es un absurdo y les aseguro que fuera de tal contexto, el de Miami, donde se concentran los sectores más reacios al proceso cubano, la situación se valora diferente o los hechos se ven distintos y sin apologías.

-Me pareció significativo al entrevistar la TV a un grupo de jóvenes balseros llegados de la Isla, que al preguntárseles manifestaran no tener algo contra Fidel, sino su salida la hacían por su deseo de mejorar económicamente. Ni los medios miamenses pudieron desconocer, las muestras de dolor que el fallecimiento de Fidel produjo en Cuba, ni la amplia solidaridad internacional manifestada. Los medios norteamericanos brindaron una cobertura más realista y transparente.
La muerte de Fidel Castro fue recibida de manera diferente en el mundo y quiérase o no, no puede desconocerse, so riesgos de nuevos equívocos o próximos malestares, porque vendrán valoraciones sobre su legado político y no es lo mejor el freírse en la propia salsa.

-Donald Trump electo presidente de los EEU. A pesar de lo dicho sobre Cuba y los cubano/americanos que ha acercado a su futura administración, su posición como Presidente de EEUU no deja de ser una interrogante. Sin embargo lo que no será interrogante, al menos para la mayoría de los cubanos, será la posición de defensa intransigente de la soberanía del país; todo lo demás puede discutirse con tolerancia y flexibilidad, negociarse y hasta llegar a acuerdos y soluciones.

-Es sabido y no debe olvidarse que las autoridades y el pueblo cubano ha sabido lidiar con 11 administraciones estadounidenses; por lo que no debe subestimarse el papel que jugarán las nuevas generaciones o el relevo histórico que conducirá en los próximos años al país. Se debe recordar que Cuba continua inmersa en un proceso de reformas, sin precedentes en el último medio siglo; esforzándose por cumplir los lineamientos aprobados en los dos últimos congresos del partido, que en los próximos tiempos deberán extender y profundizar mucho más.

-No puede obviarse que el país se encuentra más relacionado e influyente con los países de América Latina y el Caribe y ha diversificado sus relaciones económicas internacionales. Que la Unión Europea acaba de normalizar sus relaciones con el pequeño archipiélago caribeño; que China, Rusia, la Unión Europea, Irán y otros países, vienen realizando un fuerte acercamiento político/económico con Cuba, Latinoamérica y el Caribe. Que existe incertidumbre alrededor de las relaciones de EEUU con la UE, Japón, China y otros países asiáticos. Y es muy amplia la inquietud, malestar y afectaciones financieras/económicas, que vienen erosionando a México; lo que unido a la deteriorada situación económica/político y social del país; abre una gran interrogante en las relaciones y ante las próximas elecciones presidenciales. Si sumamos los anuncios de liquidación del NAFTA o Tratado de Libre Comercio entre EEUU, México y Canadá; la situación que domésticamente no es nada estable, puede llegar a hacerse más compleja e incluso incontrolable o convulsiva.

-Entre los países de la región donde por lo general existen posibilidades para que se coloquen inversiones extranjeras; la situación de Cuba es privilegiada coyunturalmente, pues existen numerosos nichos de mercado y diferentes áreas económicas se encuentran vírgenes; a ello súmese una fuerza laboral calificada, amén de la cercanía geográfica a EEUU y otros aspectos de beneficio recíproco.

-La situación actual puede especularse desde diferentes vertientes, pero me concentro en dos fundamentales: La primera donde se continúe avanzando en el proceso de normalización de relaciones, la segunda retornando a la obsoleta época de los conflictos entre las dos naciones. Ante la primera Cuba continuará desarrollando sus lineamientos (reformas) que han proyectado los últimos dos Congresos del Partido; probablemente con mayor énfasis en las inversiones extranjeras; lo que posibilita prever se diversificarían las reformas en marcha, proyectándose un nuevo modelo de desarrollo económico/social, que deberá ofrecer mayores espacios al sector privado, cooperativo y la inversión extranjera; consecuencia de ello, más temprano que tarde, se modificarán espacios institucionales y políticos.

-Ante la segunda como persisten grupos políticos en el exterior, fundamentalmente radicados en Miami, que no se identifican con el proceso de reformas, que consolide un modelo económico/político y social diferente al del otrora capitalismo conocido por ellos o sus padres, o la referencia de los EEUU. Los cubano/americanos de la extrema derecha, son los que desean retornar al pasado de la Isla, o asumir los patrones del sistema norteamericano de su referencia para Cuba; por lo que continuarán utilizando sus influencias o relaciones para apelar a ello. Reiterarán en ese sentido su intransigente oposición, incluso ante los cambios o aperturas que se desarrollan en el país caribeño; lo que pienso les producirá mayores contradicciones dentro de su propia comunidad.

-Dice la sabiduría popular que todo lo que sucede conviene y aunque ello no sea en absoluto cierto, tal sentencia en muchísimas oportunidades no deja de demostrar su razón. Valido para cualquier acontecimiento se produzca; por ejemplo coyunturalmente la campaña electoral de EEUU, el triunfo de Donald Trump o el fallecimiento de Fidel Castro; quien envió un mensaje inequívoco a todo el mundo, porque puso de manifiesto la manera espontánea y sentida que la mayor parte del pueblo cubano, puso alrededor de su fallecimiento y lo que él representó como conductor de la revolución cubana. Más cuando ello ocurre en circunstancias tan adversas, porque a nadie escapa la extinción de la URSS y el mundo “socialista”, el tener que enfrentar el brutal impacto económico que ello significó, unido a los obstáculos y agresiones del embargo/bloqueo; también a la inservible ineficacia de un modelo de desarrollo doméstico y el experimentar años críticos del periodo especial u otros errores cometidos. No obstante todo ello y digan lo que se digan, una inmensa mayoría de la población patentizó en las cenizas del fallecido, su respaldo al proceso iniciado con el triunfo de la revolución en enero del 59.

-La otra posición se manifestará, en dependencia de las decisiones de la nueva administración estadounidenses sobre Cuba; adelanto que de la misma forma a como esta se proyecte, procederán las autoridades del gobierno y parlamento cubano. Porque si algo está claro en Cuba, es el apego a los principios de independencia, soberanía y autodeterminación de los pueblos; lo que no quiere decir intolerancia, ni incapacidad para negociar cualquier cuestión por conflictiva o delicada que sea. Tampoco la situación cubana es la de los años 90, cuando la desaparición de la URSS y comenzó el periodo especial; luego si la revolución ha sobrevivido 56 años y lidiado con 11 administraciones norteamericanas; más bien lo que ésta por ver es, si la nueva administración estadounidense con las políticas que asuma, logra reelegirse después de sus primero cuatro años de vida.

-A partir de lo dicho en la campaña electoral por Trump, las disyuntivas las reduzco a continuar el proceso de normalización de relaciones con el mayor respeto y consideración por las partes; lo que pudiera contribuir a dejar atrás el añejado conflicto e iniciar una nueva etapa de amplia y fructífera cooperación económica entre las dos naciones; o de imponer condiciones, que no es lo mismo que negociar situaciones contradictorias, por complejas o escabrosas que estas sean. Lo que se diga o cómo se diga y las formas con que se aborden las conversaciones, creo jugarán un papel sensible e importante a tomar en cuenta. Si el interés es avanzar en la normalización de relaciones, creo esos aspectos se asumirán respetuosamente, de lo contrario se conocerán a tiempo las intenciones y quedará despejada la interrogante.

-Sin embargo existen coyunturas excepcionales, porque ahora existen relaciones diplomáticas y canales de diálogos, la generación histórica se encuentra dando paso a nuevas generaciones, para de manera inteligente se aprovechen políticamente y sacar beneficios políticos y económicos para ambas naciones. Los negociadores tendrán que situarse a tono con las circunstancias del momento y elevar su estatura política, al revisar ideas o valorar conflictos; aprendiendo sobre todo a encaminar acuerdos y buscar soluciones en correspondencia con los intereses de las partes.

-Los cubanos de todas las corrientes político/ideológicas debemos dejar atrás resentimientos y el hacernos daños los unos a los otros, o no terminaremos nunca; pensar más en el país donde nacimos, en su pueblo y el futuro exitoso, democrático, justo y libertario de la patria que es la de todos.

-Como dice un periodista cubano/americano que radica en Miami y creo debemos recordar “la verdad es mezcla” y me identifico con ello.