La "TV Realidad" y la Elección de Mr. Trump

Nací casi con la TV, y en mi infancia “viví de ella” (mi Viejo “gerenciaba” el canal de TV privada # 1 de la Argentina en los años sesenta y setenta, hasta que caducó la licencia otorgada por el Estado), por lo que me siento ligera (y quizás absurdamente) responsable de los logros y las deficiencias de ese medio de comunicación.

Me parece que es prematuro juzgar si la elección del primer presidente surgido de lo que hoy llamamos “TV Realidad” es un logro o una deficiencia de este medio que me ha acompañado toda la vida –y para quienes no conocieron la Cuba pre-revolucionaria, pude ver TV en color en la isla antes de volar a la Argentina en mayo de 1960 (en la Argentina la TV fue en blanco y negro hasta 1978). Y me parece prematuro juzgar y condenar a Mr. Trump porque tanto Obama como Hillary nos sugieren que le demos tiempo al tiempo, que el presidente-electo se merece una oportunidad, y que “los hombres pasan, las instituciones quedan”… Y tienen razón.

De modo que enhorabuena Mr. Trump! Como me advirtió mi abuelo, también antes de volar a la Argentina (y no volví a ver a mi abuelo): los pueblos nunca se equivocan, por eso es que siempre tienen los gobiernos que se merecen…

Mi padre y sus compañeros de trabajo en aquel Canal 13 / Proartel, muchos de ellos cubanos como él y con la experiencia acumulada en los diez años de vida de la señal de TV de la CMQ, veían a “su” canal como una responsabilidad, mas que como algo de su propiedad. Los noticieros informaban, no editorializaban, y aunque la presión de los “ratings” siempre estuvo presente, la programación respondía a esa responsabilidad que pesaba sobre ellos como concesionarios de un bien público. Entendían que se debían primordialmente al público, no solo a sus accionistas.

Una de las discusiones mas interesantes y divertidas que recuerdo haber presenciado fue en torno a un programa, “Los Tres Chiflados” (The Three Stooges), cuyos episodios salían a diario por las pantallas del Canal 13, en horarios que se consideraban “de protección al menor”. Había quienes, izando la bandera del rechazo al “imperialismo cultural”, criticaban a “los cubanos del trece” por desproteger a los menores argentinos con el “mal ejemplo” de los desatinos y el humor simplista y frecuentemente violento de Moe, Larry y Shemp (o Curly Joe). Que yo recuerde, prevaleció siempre la tesis de que si estos cortometrajes eran buenos para los niños de los EEUU (los “baby-boomers”, hoy en la tercera edad) los argentinitos no tenían nada que temer. Tiempo al tiempo… Mas de medio siglo después llegamos a este presente de la TV Realidad, y de la realidad surrealista…

Porque es distinta la situación que vivimos hoy al ver desvanecerse la frontera (sin muralla) entre la realidad y la TV, y al ver como los medios de comunicación se han olvidado por completo de esas responsabilidades que agobiaban a mi Viejo y a sus socios, sustituyéndolas por la mas abierta parcialidad hacia uno u otro bando en nuestras contiendas políticas.

Aun así, tengamos presente que quienes votaron por Mr. Trump, probablemente por ser asiduos televidentes de Fox News, no por eso son ni mejores ni peores que quienes votaron por Hillary porque, como yo, jamás sintonizan la señal de la que Mr. Murdoch es dueño y señor… Hay gente buena de ambos lados, y alguna gente muy mala también.

Y no me refiero necesariamente a quienes protestan en las calles contra el presidente electo: entiendo que para algunos esas protestas parezcan inoportunas por prematuras, pero la protesta es un recurso que utilizan muchos pueblos (a veces hasta azuzados desde Miami por mis amigos “expertos” del prefijo líber) cuando la democracia cancanea. Seria una hipocresía mas (una de tantas) cuestionar el derecho a la protesta de quienes rechazan a Mr. Trump al tiempo que defendemos el derecho de los cubanos, de los venezolanos y de muchos otros pueblos a "ganar la calle"…

Y no me vengan con el cuento de que en nuestra democracia modélica respetamos las reglas del juego, incluidas las que avalan el dinero del lobby que corrompe “legalmente” a nuestra política y a nuestros políticos, el “gerrymandering” de los distritos electorales que le permite a muchos de nuestros políticos perpetuarse en sus cargos, y la antidemocrática subordinación del voto popular a nuestro vetusto colegio electoral. El propio presidente electo amenazó con no aceptar el resultado de la elección si salía derrotado, y muchos otros Banana Republicans que hoy, con la mas desvergonzada hipocresía, se quejan de quienes no aceptan su victoria, se conjuraron públicamente prometiendo obstruir a una eventual presidencia de Hillary (al extremo de sugerir que nuestra Corte Suprema permanecería con una vacante por cuatro años) cuando suponían que ella , y no Mr. Trump, seria la presidente # 45 de los EEUU.

Pero siempre hay un "silver lining"... Si esta elección estresante y resultante en una fusión entre la TV y la realidad hubiera ocurrido en los sesenta, cuando menos hubiéramos elegido no a un Presidente sino a un Triunvirato –integrado por Moe, Larry y Shemp (o Curly Joe)-, por obra y gracia de “la magia de la televisión”…

Pero no se desanimen ni se vayan (a Quebec), que ahora viene lo mejor…

Siempre es así… Se vive mas feliz si uno entiende y acepta que lo que nos sucede es siempre lo mejor…

A traves de este enlace www.elnuevoherald.com/opinion-...on_types=og.comments
se llega a la version condensada de este mismo escrito publicada ayer en El Nuevo Herald (no se pierdan los comentarios al pie que son divertidisimos).

Si alguno, después de leer ambas versiones, me pudiera señalar algo que no se entienda en la versión mas corta del periódico, se lo agradeceré infinitamente.

Un cubano que dice vivir en Paris me señalo acertadamente que en Cuba, antes de la Revolución, nunca hubo transmisiones de TV color, y aun cuando mi escrito no dice que las haya habido sino que "yo pude verla", no aclara, por falta de espacio, que la vi a través de una señal experimental. Ese es el tipo de detalles que me gustaría que me señalaran (gracias don Arnoldo por su contribución, y metase sus chantajes en el bolsillo...).

Está equivocado ese cubano de París. Gaspar Pumarejo tuvo la audacia de fundar la primera estación de TV a color (que no era experimental sino comercial) en sociedad con la RCA Victor. El 24 de febrero de 1958 inauguró CMVF TV / Canal 12, que fue la primera televisora latinoamericana con programación a color. Tan sólo Estados Unidos e Inglaterra se anticiparon por unos meses a Cuba en la implantación de esa tecnología. El Canal 12 emitía sus señales desde el Hotel Habana Hilton (después conocido como Habana Libre). La estación tomó el nombre de TELECOLOR porque toda su programación era en color.

Conviene destacar también que en 1958 Cuba contaba con 25 transmisores de televisión con una potencia de 150,5 kw instalados en La Habana, Matanzas, Santa Clara, Ciego de Ávila, Camagüey, Holguín y Santiago de Cuba. Tres cadenas nacionales con 7 transmisores cada una: CMQ Televisión, Unión Radio Televisión y Telemundo. Los cuatro transmisores restantes estaban instalados en La Habana y tres en Camagüey.

Gracias, Gerardo, por el dato. A mi me parecia, pero le di la razón al Caballero de Paris porque me dice que lo que había era un monitor en la CMQ con una señal en TV color emitida desde los EEUU, y yo recuerdo claramente estar parado frente a la CMQ viendo ese monitor... Cuando menos también la veía en mi casa, pero yo no lo recuerdo (tenia 6 años en febrero del 58), quizás porque el canal 12 era de la competencia, y no me dejaban verlo... LOL. Aunque tampoco, porque mi viejo no se vincula formalmente a los Mestre sino bien entrado el 59...

De cualquier manera, queda aclarado que no solo yo pude ver TV color en Cuba antes de volar a la Argentina (a donde no llegó sino Veinte Años Después, a lo Dumas...).

Gracias de nuevo, amigo Gerardo!

No estoy tan seguro de los datos posteriores, sobre todo porque estaba enfrascado entonces en el torbellino de la Revolución y en las primeras reacciones frente a sus desmanes, pero si no me falla la memoria, TELECOLOR Canal 12 fue confiscado por el gobierno revolucionario a principios de 1960 (Pumarejo se exilió en Puerto Rico) y pronto cerraron sus instalaciones y trasladaron los equipos a la CMQ (Radiocentro). Es probable que sea entonces que viste la TV a color allí (en 1960). No obstante, la programación en color cesó poco después, creo que a principios de 1961 y no se reanudó hasta años mucho más recientes. Habría que investigar detalladamente estas fechas de la era revolucionaria.

Como curiosidad adicional, Cuba fue el segundo país en emitir programación comercial de televisión (en blanco y negro). Se inauguró en Unión Radio Canal 4 a fines de 1950 (creo que en octubre) desde la casa de Gaspar Pumarejo en La Habana. Yo me enteré (tenía 10 años) cuando estaba nadando en el Balneario de Hijas de Galicia y se escuchó la noticia en los altavoces que daban a la playa. En casa tuvimos televisor desde 1952.