Enmienda de Rivera penalizaría a cubanos por razones de familia

El representante cubanoamericano David Rivera presentó al subcomité de Inmigración de la Cámara de Representantes sus consideraciones para enmendar la Ley de Ajuste Cubano de 1966 (LP. 89-732 Leyes del 89 Congreso), que penalizaría a los cubanos de la diáspora que viajan a la isla por razones de familia.

Tal vez David Rivera no sepa a cabalidad:

Que la Ley de Ajuste Cubano de 1966 es una joya histórica de la legislación de los Estados Unidos que protege por solidaridad humana a los cubanos que viven sin libertad y se refugian en Estados Unidos.

Que el objetivo de la ley demuestra el respeto de los Estados Unidos por la libertad humana y por la familia.

Que el gobierno comunista cubano lleva años acusando de asesina a la Ley de Ajuste Cubano, porque pone en evidencia ante el mundo el rechazo del pueblo con el comunismo.

Y que en varias ocasiones, políticos cubano americanos, como Mel Martínez, Bob Menéndez, Ileana Ros-Letinen y Lincoln Díaz Balart, entre otros, han tenido que salir en defensa de la Ley de Ajuste Cubano, por intentos de algunos políticos estadounidenses, influenciados por el marxismo local y por el gobierno castrista, para derogarla y hacerla trizas.

Entre los aciertos solidarios de la legislación podríamos enumerar el que permite el ajuste del status de refugiados cubanos a residentes permanentes de los Estados Unidos, incluyendo al núcleo familiar con menos de 21 años, sin mediar exigencias de garantías económicas para la permanencia en el país.

Ahora resulta que el representante David Rivera, pasa por alto todos estos logros legislativos y pretende enmendar la Ley de Ajuste Cubano con una cláusula que castiga a los cubanos que por razones de familia viajan a la isla para ayudar a los familiares que dejaron atrás.

Se nos ocurre aconsejar a Rivera que deje los castigos para el régimen castrista, que es un gran maestro en prohibir a los cubanos a viajar, a hablar, a organizarse y a disentir.

Enmendar la Ley de Ajuste Cubano, con una cláusula castigo por viajar a Cuba, es un barbarismo legal peligroso, porque representa el poner prohibiciones a un acto humanitario de carácter familiar.

La enmienda de David Rivera contradice el espíritu humanitario que inspiró a los legisladores a aprobar la Ley de Ajuste Cubano.

Aclaramos al legislador Rivera, que el hecho de ser refugiado y residente permanente en los Estados Unidos, por las bondades de la Ley que él pretende reformar, no borra ni entierra ni altera la naturaleza humana de la responsabilidad familiar de un cubano emigrado con su familia en Cuba.

Creo que debemos aclarar, para que los lectores puedan hacerse un juicio informado sobre esta materia, que el proyecto de enmienda (H.R. 1644 de 2012) presentado por el Congresista David Rivera ante el Congreso nacional en Washington (House of Representatives), tiene el propósito de añadir una enmienda a la sección 412(e) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad para prohibir los subsidios en asistencia monetaria y asistencia médica a cualquier refugiado que haya entrado a los Estados Unidos como tal y viaje después de regreso a un país que promueve el terrorismo international y del cual supuestamente habría viajado para pedir refugio.

Dice así:

Section 412(e) of the Immigration and Nationality Act (8 U.S.C. 1522(e)) is amended by adding at the end the following:

(9) No cash assistance or medical assistance may be provided under this subsection to any refugee who, after entering the United States, travels to a country the government of which the Secretary of State has determined has repeatedly provided support for acts of international terrorism pursuant to section 6(j) of the Export Administration Act of 1979 (50 U.S.C. App. 2405(j)), section 620A of the Foreign Assistance Act of 1961 (22 U.S.C. 2371), or section 40 of the Arms Export Control Act (22 U.S.C. 2781).

Conviene aclarar también a los lectores interesados en esta cuestión que el Representante David Rivera ha presentado otros dos proyectos de enmienda que afectan leyes de inmigración y, particularmente, a los inmigrantes cubanos. El primero es:

H.R. 2771: To amend Public Law 89-732 to increase to 5 years the period during which a Cuban national must be physically present in the United States in order to qualify for adjustment of status to that of a permanent resident, and for other purposes.

Y el otro es:

H.R. 2831: To amend Public Law 89-732 to modify the requirement for a Cuban national to qualify for and maintain status as a permanent resident.

Este último añade disposiciones que: Rescinds such adjusted status in the case of an alien who returns to Cuba before being granted U.S. citizenship, and subjects the alien to all the provisions of the Immigration and Nationality Act to the same extent as if the status adjustment had not been made.

En otras palabras, que estos dos proyectos de enmienda limitan la facilidad actual de los cubanos para obtener residencia (al año y un día de su ingreso al país) y somete a los cubanos a las disposiciones vigentes de inmigración que se aplican al resto de los inmigrantes si los cubanos van de visita a Cuba durante el período previo a la adopción de la ciudadanía americana.

Conviene entender, por otra parte, que estos tres proyectos de enmienda se presentan por separado. Por lo tanto, es factible oponerse, por ejemplo al H.R. 2771 y al H.R. 2831, pero pronunciarse a favor del H.R. 1644, que he citado en el mensaje anterior.

Los ciudadanos de Estados Unidos pueden respaldar o expresar su rechazo a las leyes o enmiendas presentadas en el Congreso de Washington en un sitio de la WEB dedicado expresamente a esa función: AQUÍ .