El cardenal de La Habana, Juan de la Caridad, en su homilía del 27 de noviembre, apuntó: “Nuestro José Martí nos enseñó sobre el amor en Cuba. Ha escrito: ‘Nunca he de llamar vil a un cubano que no piense como yo. El amor es la mejor ley. La única fuerza de esta vida es el amor. La única ley de la autoridad es el amor’”.
Asimismo, sin mencionar directamente a ninguna de las partes, imploró a la Virgen de la Medalla Milagrosa: “Ruega por tus hijos y ponte en medio de ellos para que nadie insulte a nadie, nadie golpee a nadie, nadie mate a nadie, y todos bañados por tu luz del amor hagamos de esta tierra la más hermosa que ojos humanos han visto”.
La Pastoral Juvenil de la diócesis de Camagüey realizó en la noche del 28 de noviembre una vigilia de oración por Cuba, para lo que convocó a jóvenes y “a todo el que quiera” a unirse a la iniciativa.
“A los pies de La Virgen de la Caridad, Madre y Patrona del pueblo cubano, ofrecemos a Jesús nuestras intenciones por Cuba, en esta víspera del adviento”, señaló la convocatoria de la celebración, programada para las 8:30 pm en la Iglesia de La Caridad de la ciudad agramontina, y que congregó a unas 200 personas.
En el templo, presidido por una imagen de la Virgen de la Caridad, se expuso en el altar el Santísimo Sacramento. Los congregados entonaron el himno nacional cubano, cantaron himnos litúrgicos y pidieron la intercesión de Santa María por el pueblo de Cuba; la ayuda de la Virgen “que, en libertad, supo decir sí a Dios. Sí, a pesar de Herodes. Sí, a pesar del miedo”.
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