Alto dignatario de la jerarquía eclesiástica del Vaticano proclama el 'liderazgo moral' de China

  • Gerardo E. Martínez-Solanas
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Alto dignatario de la jerarquía eclesiástica del Vaticano proclama el 'liderazgo moral' de China

09 Feb 2018 19:18 - 24 Jan 2019 21:26
#10362
Como uno de los promotores a nivel local de la Semana Social de la Iglesia que se celebra periódicamente en muchos países del mundo, incluyendo algunos donde la Iglesia está parcial o totalmente amordazada, como en el caso de Cuba, me ha causado asombro y grave inquietud leer un artículo publicado en el Catholic Herald bajo el título «‘ China is the best implementer of Catholic social doctrine,’ says Vatican bishop » en el que se citan ampliamente las declaraciones y opiniones del Obispo Marcelo Sánchez Sorondo proclamando a China como un país "extraordinario" donde "la economía no domina la política, como en Estados Unidos" y donde supuestamente China ejerce un "liderazgo moral" en la protección del medio ambiente, ignorando olímpicamente que ese país es el mayor responsable de la contaminación ambiental del planeta.

Lo más lamentable es que el Obispo Sánchez Sorondo ostente el más alto cargo del Vaticano en la promoción de la Doctrina Social de la Iglesia, como Canciller de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales. Para colmo llega a afirmar en el artículo publicado el martes 6 de febrero que China cumple con las normas de la Encíclica Laudato Si' del Papa Francisco mejor que la gran mayoría de los demás países del mundo y por tanto «está asumiendo un liderazgo moral que otros han abandonado», sin que hasta ahora no parezca haber recibido reprimenda alguna del Sumo Pontífice.

Narra también su reciente visita a China y exclama: «Lo que encontré allí es una China extraordinaria...» donde «el valor central en China es trabajo, trabajo y trabajo», según el Obispo ¡siguiendo la doctrina elaborada por San Pablo!

La realidad en China es muy distinta. Aparte de que rechaza la autoridad de la Iglesia para nombrar a sus propios obispos y cardenales, el régimen no respeta las garantías básicas de la libertad de conciencia, la libertad de asociación ni la protección de la vida, que son requisitos fundamentales en la Doctrina Social de la Iglesia.
servicio religioso en una casa particular en China
Los que no se someten al régimen contemplan una y otra vez cómo sus templos son destruidos, las cruces son derribadas, los creyentes son sometidos a estrecha vigilancia y los participantes en reuniones de Iglesia en casas particulares, cuando son descubiertos, son perseguidos y esa Iglesia "subterránea" es desbandada, etc., etc.
En cuanto a su supuestamente admirable política ambiental, la pura verdad es que cinco de las 10 ciudades más contaminadas del mundo están en China. La República "Popular" se ha convertido en una fuente de problemas medioambientales (baja calidad del aire, escasez de agua potable, deforestación) y en principal protagonista del cambio climático global. Si bien es cierto el progreso económico de China, sobre todo en lo que va de este siglo, al estilo del que tuvo Alemania con otro régimen totalitario bajo Hitler antes de la II Guerra Mundial, una industrialización sumamente rápida durante el último cuarto de siglo ha contribuido a que los índices de contaminación del aire y del agua sean los más altos del mundo, así como a una fuerte degradación de la tierra y a una serie de retos emergentes en relación a los recursos.
Según estudios realizados desde el que fue publicado por Clifford Loonan en 2004 en el South China Morning Post, todavía más del 70% de la población de las 340 ciudades de China evaluadas respira aire impuro. Además, la lluvia ácida afecta a un cuarto del país y a un tercio de la tierra agrícola, disminuyendo la producción, erosionando edificios y propiciando problemas respiratorios. En fin, podría abundar mucho más sobre estas y otras lamentables realidades que el Obispo Sánchez Sorondo se empeña en desconocer, pero es importante comentar sobre una realidad más amplia y amenazante que se cierne sobre nuestra civilización judeocristiana.

Seamos creyentes o no, vivimos en esa civilización que ha sido promotora de la dignidad de la persona y que ha logrado promover los derechos humanos y las libertades fundamentales como paradigma de la armonía y la paz entre naciones y pueblos. Pero muchas de las normas morales fundamentales de nuestra civilización se ven acorraladas y bajo ataque desde distintos frentes bombardeadas por exigencias y requerimientos "políticamente correctos". Esta insidiosa corriente desmoralizadora es mucho más profunda y malévola de lo que la mayoría de nosotros conocemos o nos enteramos.

Por eso, para terminar, citaré un segmento de la obra titulada "El Cristianismo en la Historia", donde se revela el alcance de la penetración anticristiana:
"Desde los años previos a la II Guerra Mundial hay muchos indicios comprobables de infiltración comunista, principalmente en la Iglesia Católica, que para los soviéticos, los maoístas y sus aliados era el blanco más importante para allanar el camino a sus ambiciones de dominio mundial, mediante una estrategia que incluía la creación de iglesias "nacionales" rivales que no respondieran a Roma sino al gobierno central. Así lo hicieron en China y lo intentaron con poco éxito en Cuba. En la Unión Soviética se concentraron en el control de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que ya tenía un carácter autóctono, y en la supresión de católicos y otros grupos cristianos. A partir del 11 de abril de 1945 las autoridades soviéticas enviaron al "gulag" a numerosos obispos y clérigos católicos que oficiaban en los territorios soviéticos por negarse a integrarse a la Iglesia Ortodoxa oficial. Algunos lograron permanecer fieles a la Iglesia católica oficiando la Misa de manera clandestina en los hogares de los fieles y esta Iglesia "de las catacumbas" pudo resistir las persecuciones hasta el derrumbe del Imperio Soviético en 1989. Desde entonces ha sido legalizada y ha crecido de manera sostenida.

Además de la persecución religiosa, se crearon cuadros dirigidos por los soviéticos en diversas partes del mundo con el objetivo expreso de entrar a los seminarios e infiltrar gradualmente a la Iglesia Católica. Uno de los primeros indicios de esta conspiración fue revelada en Estados Unidos por la Dra. Bella Visono Dodd, que había sido un alto miembro del Partido Comunista de América y después de su conversión al catolicismo en 1949 confesó los planes que estaban en marcha con estos fines. En un testimonio citado por el Padre John O’Connor, un sacerdote de Chicago, la Dra. Dodd señalaba que desde la década de los 30 habían estado enviando jóvenes radicales y "compañeros de ruta" a los seminarios del país para subvertir a la Iglesia desde adentro.

La Dra. Dodd, publicó en 1951 un libro muy revelador sobre este tema, titulado "School of Darkness", en el cual describió que en la década de los 50 habían logrado colocar algunos de sus cuadros en altas posiciones de la jerarquía católica y subrayó que su táctica a seguir consistía no tanto en destruir la institución sino los fundamentos de la fe cristiana con la introducción de ideas que pretendieran ser fuente de la doctrina de Jesús para causar divisiones y promover el relativismo. Añadió que esta táctica se extendía a la infiltración de personal simpatizante en las Naciones Unidas y en el Consejo Mundial de Iglesias.

Otro notable ex comunista, Manning Johnson, brindó en 1953 un sorprendente testimonio ante el Un-American Activities Committee, de la Cámara de Representantes de EEUU, subrayando que: "Una vez que la táctica de infiltración de las organizaciones religiosas fue impulsada por el Kremlin... Los comunistas descubrieron que el desmantelamiento de la religión procedía mucho más rápido a través de la infiltración de la Iglesia por los comunistas que operan desde su interior." Y añadió más adelante en su testimonio que: "Esta política de infiltración de los seminarios tuvo un éxito que superó nuestras expectativas doctrinales". En otra sesión de su testimonio señaló que el diario comunista Daily Worker contaba con el apoyo de 2.300 ministros protestantes.

Más recientemente, la apertura de los archivos comunistas en Europa del Este permitió demostrar que los servicios secretos del bloque soviético habían infiltrado el Vaticano. Sólo el servicio secreto de Alemania Oriental llegó a contar con 17 informantes en la Administración vaticana. El otro gran objetivo de la infiltración comunista se concentró en la Iglesia polaca, donde el 15% del clero colaboró con el servicio secreto. Aunque el atentado contra Juan Pablo II no ha quedado debidamente aclarado, hay justificadas sospechas de que fue ordenado desde Moscú. La mala semilla sembrada rendía sus frutos, provocando desviaciones posteriores que desvirtuaron muchos planteamientos de doctrina social en proyectos tales como la “Teología de la Liberación”, que desde 1917 venía permeada por una fuerte influencia marxista (págs. 255-257 - a la venta en www.createspace.com/7272817 )."
Last edit: 24 Jan 2019 21:26 by Democracia Participativa.
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