Las autoridades de Corea del Norte han ajusticiado sistemáticamente a muchos de sus ciudadanos por el simple hecho de ser cristianos y negarse a renunciar a su fe en Jesús y su doctrina. Lo más terrible es que las familias sufren la misma suerte, aunque no sean cristianos.
Hay muy poca información que llegue a filtrarse de una sociedad herméticamente aislada por la dinastia tiránica de los Kim. Pero algunos que logran escapar de aquel infierno brindan su testimonio. Hea Woo, una cristiana norcoreana que ha conocido de cerca el horror de las cárceles, los campos de trabajo y la muerte de familiares y amigos a causa de su fe, ofrece un conmovedor y estremecedor testimonio audiovisual en
un video
distribuido por HazteOir.org.
En proporción a su publación y a su tamaño geográfico, Corea ha sido durante los últimos siglos el país con un mayor porcentaje de cristianos en el Lejano Oriente, con excepción de Filipinas, que había sido colonizada por España. No obstante, desde la división del país al término de la II Guerra Mundial, los cristianos del norte han sufrido una persecución cada vez mayor.
La presencia cristiana en Corea se remonta al siglo XVII, a través de un grupo de laicos que organizaron una fuerte y vital comunidad Cristiana. Esto los impulsó en 1657 a enviar a un grupo de cinco jóvenes de la Asociación de los Buenos Amigos que viajaron a Roma y se entrevistaron con el Cardenal Alberizzi para obtener audiencia con el Papa Alejandro VII. Su labor abrió la puerta a misioneros enviados posteriormente por la Sociedad de las Misiones Extranjeras, radicada en París, para desarrollar su apostolado en Corea.
El protestantismo comenzó a desarrollar también una misión evangelizadora en este continente por iniciativa del misionero bautista británico William Carey (1761-1834).
Según el Informe sobre Libertad Religiosa 2009 elaborado por el gobierno de los Estados Unidos, hay episodios frecuentes de violencia contra los cristianos en Vietnam, Corea del Norte y otros lugares. Estas persecuciones continuaron y se intensificaron durante el período de 2008 a 2012, como lo confirma posteriormente el Informe para 2011 (International Religious Freedom Report for 2011).
Este es el mismo gobierno desenfrenado, sin Dios y sin ley que está perfeccionando proyectiles balísticos que pronto tendrán alcance intercontinental y serán capaces de portar armas nucleares. Kim Jong-un es sin lugar a dudas un tirano que supera los mayores excesos cometidos por otros, como Hitler o Stalin. Como líder de un país pequeño no ha logrado todavía el poder militar que le sirva para chantajear al resto del mundo (¡y aun así lo intenta!), pero demuestra su desenfreno cometiendo atrocidades en su país que superan los excesos de Pol Pot, otrora en Cambodia a fines del siglo pasado. Si permitimos que llegue a contar con proyectiles balísticos y la capacidad de amenazar al resto del mundo con sus armas nucleares, ¿dónde podremos situar la línea roja que lo detenga?