Mucha atención: ¡Estamos en guerra!

  • Gerardo E. Martínez-Solanas
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Mucha atención: ¡Estamos en guerra!

30 Mar 2016 00:18 - 30 Mar 2016 19:13
#9272
Suelo ser una persona compasiva y, como emigrado que tuvo que huir de una dictadura, comparto la tragedia de tantos que en el mundo tratan de escapar de la guerra, el terrorismo y el genocidio.

No obstante, el mundo está en guerra. Es una guerra distinta, asimétrica, de taimados ataques terroristas y la proclamación descarnada de un odio que aspira a barrer despiadadamente al enemigo. En cierto modo, es una guerra peor que la sostenida en contra del fascismo europeo y el imperialismo japonés, porque no es un choque frontal ni una competencia armada por el poder y la dominación, sino una estrategia de exterminio genocida contra todos los que no se sometan o contra todos los que profesen creencias distintas.
Por lo tanto, aunque no estoy de acuerdo con las manifestaciones de corte fascista que salpican cada vez más los rincones de Europa y fomentan una cruel xenofobia, debo reconocer ─y lo repito─ que estamos en guerra. Y lamentablemente, en una guerra como esta, en la que el enemigo no ofrece cuartel ni chance alguno de negociación, no queda más opción que la estricta protección de los países amenazados y la firme determinación de alcanzar una victoria total contra los agresores. Cualquier política conciliadora o vacilante no hace más que agravar la situación y provocar todavía más dolor y destrucción en el futuro.

Empero, la política europea frente a esta espantosa guerra se manifiesta con la misma debilidad que ostentaron en Munich cuando Chamberlain creyó apaciguar a Hitler con una mano extendida al enemigo. Ahora es Federica Mogherini, quien representa la política exterior de la Unión Europea, la que exclama ─nada menos que despues de haber sufrido los horribles atentados en Bruselas el 22 de marzo─ que “Europa y su capital están sufriendo el mismo dolor que Oriente Medio ha conocido y conoce cada día” y añade acongojada y al borde de las lágrimas, en una notable actitud de indefensión, que el “Islam tiene un lugar en nuestras sociedades occidentales. El Islam pertenece a Europa. No temo decir que el Islam político debe ser parte de la realidad europea”. Cabría preguntar: ¿Por qué?

Una cosa es la libertad religiosa en un ambiente de pleno respeto mutuo y de integración social, y otra es el fundamentalismo teocrático que rechaza cualquier tipo de integración y proclama el exterminio de sus presuntos "enemigos". Debemos respetar a los musulmanes y sus prácticas religiosas, podemos acogerlos e integrarlos en nuestro cuerpo social, pero no es aconsejable que aceptemos una abrumadora invasión migratoria de habitantes de una región dominada por los que pretenden condenarnos a muerte o al sometimiento, mediante la cual seguramente se están infiltrando cientos y miles de fanáticos fundamentalistas dispuestos a desbaratar nuestro edificio social con su guerra asimétrica de terror.

Las restricciones estrictas a esta invasión migratoria no solo están justificadas sino que no son discriminatorias. Se trata de impedir que el enemigo entre en casa y nos obligue a restringir nuestras libertades individuales para "protegernos" de su agresión. Esas restricciones se aplicaron con éxito en la II Guerra Mundial y a veces se produjeron verdaderas injusticias, pero ese es el precio angustioso de la guerra. ¡Y estamos en guerra!

No obstante, para muchos es anatema que a alguien se le ocurra decir en público que "Europa vuelve a estar en guerra", una guerra que ya desborda Europa y se extiende por Africa y el Asia meridional, hasta llegar esporádicamente a Estados Unidos. Un funcionario de la Oficina Nacional de Seguridad (NSA en inglés), John R. Schindler, afirmó que se está desarrollando una guerra de guerrillas que “cierne sobre gran parte del continente a miles de yijadistas, convertidos en eficientes asesinos por el Estado Islámico en Siria e Iraq, que regresan a casa con la visión de matar infieles, sus antiguos vecinos”.

Aunque los apaciguadores al estilo de Chamberlain insisten en su fantasía de un "Islam político" que sea asequible al diálogo y bueno para Europa (y para Estados Unidos), como el planteado por la Sra. Mogherini, una invasión de cientos de miles de migrantes por año no lo garantizan. Tampoco garantizan una integración racional las cada vez más estrictas y represivas medidas policiales en las principales ciudades Europeas y en los Estados Unidos. Como en la II Guerra Mundial, hay que ir a la raíz del problema y extirpar el mal a fondo. No bastan las políticas de "contención", ni las guerras a medias, ni las líneas rojas burladas sin conecuencias, ni las limitaciones de lo que una guerra ha de durar. Esos fueron los grandes errores en Iraq y en Afganistán, donde se fijaron fechas límites, se desplegaron fuerzas insuficientes y carentes de un adecuado apoyo administrativo y se redujo el ámbito de las operaciones dentro de fronteras porosas allende las cuales el enemigo encontraba cómodo refugio.

¡Estamos en guerra! Y el enemigo la ha declarado sin cuartel. Mucha atención, porque el mundo está en grave peligro.
Last edit: 30 Mar 2016 19:13 by Gerardo E. Martínez-Solanas.
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