Recientemente recibí un correo electrónico que da una mirada positiva al mundo. Este bien documentado correo contrarresta esas noticias catastróficas sobre el futuro de nuestro planeta que a diario nos abruman.
Para celebrar el año nuevo quiero compartir con ustedes algunos de sus puntos los cuales han sido recopilados de destacadas fuentes, en su mayor parte, por el periodista Dylan Matthew.
Para mí el dato más importante es que la pobreza extrema ha disminuido sustancialmente en el mundo. Aquellos que vivían con US $1.25, o menos, al día pasaron de ser 53 por ciento de la población, en 1981, a menos del 17 por ciento, en la actualidad. Esta reducción de la pobreza, unida al hecho de que hoy hay una mayor producción y mejor distribución de alimentos, han contribuido además a una significativa disminución del hambre y la malnutrición, en todos los continentes.
Desde el punto de vista de los derechos humanos hay muchas noticias reconfortantes. Una importante es que el trabajo infantil, en especial aquel que conlleva riesgos, ha disminuido, desde el 2000, en una tercera parte, gracias a los esfuerzos combinados de gobiernos y organizaciones, en especial la Organización Internacional del Trabajo.
Globalmente la jornada de trabajo es ahora más corta, jornadas de más de 12 horas son la excepción. Esto proporciona a los trabajadores más tiempo libre para descansar, compartir con sus familias y desarrollar actividades culturales y deportivas que optimicen sus vidas.
La mejora de la salud es otro punto que cabe destacar. Con pocas excepciones hoy, en casi todo el planeta, la expectativa de vida es superior a los 60 años. En algunos países como Islandia y Japón, está por encima de los 80. Esto se debe a muchas razones. Naturalmente una de ellas es el avance de la medicina y los sistemas médicos.
Hoy también es raro que una mujer muera dando a luz. De igual manera, los embarazos adolescentes han disminuido y asimismo la mortalidad infantil ha rebajado a menos de la mitad desde 1990. En el Este de Asia, América latina y el Norte del África, la mortalidad de menores de 5 años ha caído en dos terceras partes. En el resto del África a la mitad.
Algunas de las medidas que han contribuido a estas cifras han sido; el gran esfuerzo por llevar agua limpia a todas las poblaciones y la dotación de toldos de protección contra el sancudo de la malaria a quienes viven en regiones de alto riesgo. También, el éxito de campañas sanitarias, como la impulsada por la Fundación Carter la cual ha contribuido a derrotar el debilitante gusano Guinea.
Asimismo de gran resultado han sido los esfuerzos contra el consumo del tabaco y aquellos dirigidos a quienes conducen ebrios. El consumo del cigarrillo ha disminuido en el mundo entero. Y ahora los borrachos piensan más antes de conducir; saben perfectamente que pueden terminar en la cárcel o perder su licencia, lo que ha traído una disminución de accidentes y muertes por esta causa.
Para finalizar, un excelente dato. Aunque no parezca así, las confrontaciones violentas en el mundo y el crimen común han aminorado. La humanidad, sin duda, condena hoy con más fuerza la violencia y es más consiente sobre la estupidez de la Guerra. Feliz 2016.
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