En el nuevo paradigma del siglo XXI se destacan los pactos regionales, y esto aunque positivo por el contenido de solidaridad humana indiscutible, tiende a debilitar la narrativa del Estado Nación, hecho que aprovechan los resentidos del terrorismo yihadista para penetrar y atacar.
No le echemos toda la culpa al Americano Feo por el terrorismo que nos ataca con saña, no sería justo, pero admitamos que el error de una guerra sin justificación en Irak en el 2003 (W. Bush) y la debilidad de permitir el genocidio químico contra el indefenso pueblo sirio en el 2013 (Obama) que estimuló la migración de sirios hacia el inmenso territorio del interior del país, hecho que fortaleció al actual Estado Islámico (ISIS).
No está demás recordar que la rama religiosa Alawui (de ascendencia chiíta), a la que pertenece el dictador sirio Bashar al Assad, apenas representa el 10 por ciento de la población total de país. El resto son sunitas. Eso explica que las principales ciudades del país, una vez que nos alejamos del cinturón alrededor de Damasco y del puerto ruso de Latakia, donde están los enclaves citadinos de Homs, Hama, Alepo y Raga, entre otros, siempre estén bajo el asedio o ocupados por Isis, el Ejército Libre Sirio, Al Nusra, la rama siria de Al Qaeda o de los Kurdos en la frontera norte. Assad no tiene control en el 70 por ciento del territorio sirio.
También hay que decir que este terrorismo indiscriminado y genérico de ISIS (Estado Islámico), de matar por matar no es nuevo, aunque ahora tiene el sello de los yihadistas islámicos. Anteriormente fue la Al Qaeda de Osama Bin Laden.
Algo parecido en el siglo XX lo hizo Hitler en los campos de concentración, de la misma forma que lo hacía Stalin en la Siberia. Entre los dos se cuentan casi 20 millones de seres humanos exterminados.
Sé que hay diferencias entre los métodos de unos y otros, pero quiero sólo recalcar que la acción de matar por odio, por discriminación y por amoralidad son parecidas y no es nueva.
Todavía estos dos monstruos del modernismo, ya desparecidos de Alemania y Rusia, por la decisión mancomunada del mundo libre, llevan ventaja cuantitativa a ISIS en el arte genocida de matar.
Otra cosa importante. No cometamos el craso error de confundir este terrorismo bárbaro yihadista, el que nos ha atacado en diversos frentes geográficos de forma brutal, con ese mundo musulmán bueno y justo que lee el Corán, que quiere compartir sus esperanzas con los valores del mundo occidental y que ama a la Virgen María con el mismo respeto y fervor que nosotros.
Por eso es un contrasentido decir que no recibimos a los sirios que huyen del terror de Asad y de ISIS, porque pueden venir en sus filas algunos infiltrados.
Con este argumento falaz, tendríamos que cerrar nuestras universidades, nuestros aeropuertos, los bellos linderos que topan con el mar en nuestras fronteras, y otras dependencias, por mencionar algunos lugares preferenciales, porque por o de ellos han salido o transitado espías y terroristas.
A los sirios que huyen del terrorismo, debemos de recibirlos con los brazos abiertos, independientemente de la investigación que hagamos en el registro. Si no lo hacemos con la misericordia que exige nuestro código moral, lo único que provocamos es dejar el camino abierto para que ISIS los maltrate y los esclavice.
Por eso es fundamental que siempre conjuguemos la acción y la seguridad con el respeto requerido a nuestros valores de libertad y democracia.
A estos bárbaros de ISIS hay que combatirlos con tropas en tierra, no solamente bombardeos, para así poder acceder a sus cuevas y destruirlas con eficacia.
A la gran coalición contra el terrorismo de ISIS, le sobran botas, armas, drones, aviones y soldados de todas las latitudes, incluyendo los kurdos, los sirios libres, la OTAN, los musulmanes buenos -que son la mayoría- y otros aliados que quieran sumarse, para llegar con precisión a los escondites de estos terroristas de ISIS y hacerlos desaparecer. Excelente ver la reacción de algunos países en las últimas horas, como Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, que comienzan a percatarse de este factor de dominar el aire y el terreno.
De las ciudades que ISIS controla, tanto en Siria como en Irak, hay que sacarlos para que los sirios y los iraquíes libres las controlen. Cualquier demora sería brindar otro estímulo a estos terroristas yihadistas. No se lo merecen.
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