Necesidad de los cubanos democráticos de una Organización Central que facilite la interacción con gobiernos y ONGs
Carta Abierta a las Organizaciones militantes
Estimados amigos y hermanos en Patria,
Como compatriotas preocupados, mantenemos reuniones periódicas para reflexionar, sin partidismos, sobre Cuba y su situación actual, la esperanza de cambios, las valiosas iniciativas de los grupos que trabajan incansablemente allá y acá, así como el sufrimiento y, a la vez, la valentía de numerosos núcleos dentro del país esclavo.
Días atrás conversamos sobre aquel viejo tema de un “gobierno cubano en el exilio”, cosa que siempre se ha planteado como imposible ya que no sería aceptado internacionalmente, incluyendo por el país que nos ha dado acogida, al cual estamos eternamente agradecidos.
Pero, debido a esta aparente imposibilidad, discutíamos si se lograse una especie de “triunvirato” (o más de tres) compuesto por pocos grupos que pudiesen ser considerados los más actualizados, activos, representativos, con mayores cantidades de miembros, lo cual no ignoramos que será muy difícil definir, tanto por la inmensa cantidad de agrupaciones activas en nuestro exilio y dentro de la Isla, como, quizás, por egos que pudiesen pesar más en algunas personalidades que un puro patriotismo.
Ustedes decidirían cómo llamar a estas instancias que proponemos para que puedan ser reconocidas internacionalmente.
Así serían viables y concisos los necesarios contactos con el gobierno norteamericano e, internacionalmente, con otros países y ONGs, al tratar con una sola entidad para cualquier coordinación actual y futura relacionada con el bien de la Patria.
Simultáneamente se formaría – por votación, al igual que lo anterior- una especie de congreso con carácter consultivo-consejero, con doce personas por aceptación de la mayoría. A este grupo se dirigiría cualquier agrupación que no forme parte del triunvitrato o de esta especie de congreso.
Sabemos que el desgobierno de la isla se tambalea aunque trate por arriba de todo de subsistir para no perder sus privilegios de “casta ideológica y aprovechada”. Para cooperar organizadamente y con menos dispersión de ideas e iniciativas -la mayoría con la mejor de las intenciones-, necesitamos esta simplificación de organización central a contactar por parte de las entidades antes mencionadas, para que nuestros “aliados” sepan a dónde dirigirse y evitar la dispersión de proyectos y el potencial desperdicio de ideas realistas y constructivas. A más de reflejar profesionalidad y centralización.
Esto es la esencia de nuestro mensaje e iniciativa.
Ustedes, como organizaciones serias, tienen la última palabra. Por favor, actuemos y reconozcamos que el momento es histórico como nunca antes.
Sin hipocresías ni aspavientos, sin egos pero sí con realismo y firmeza, es la hora crucial de lo tanto repetido y anhelado:: unidad en la diversidad por el logro de la verdadera cubanía.
Pidamos esto a Dios, ya que, solos, será imposible la libertad de Cuba.
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