Recuerdo con dolor, que a los pocos días de haber llegado al exilio, visitando a unas amistades, fui cuestionado por defender el Proyecto Varela y a Oswaldo Payá, a quien admiraba y con el que me congratulaba por ser su amigo. Además de conocernos desde nuestro compromiso eclesial, habíamos coincidido en la Semana Social Católica de Cienfuegos en octubre de 2001, y participamos de un muy fructífero intercambio de ideas, al año siguiente vine al exilio. En determinados círculos de aquí, más que discrepar con sus ideas, se le mancillaba injustamente, y tuve varios encontronazos con cubanos que muy injustamente no lo desacreditaban con argumentos, sino con el mismo estilo al que nos tenía acostumbrados el régimen de Cuba. Era para mí inverosímil, no lo podía creer.
El Proyecto Varela fue una propuesta ciudadana creada y promovida por el Movimiento Cristiano Liberación, cuyo líder era Oswaldo, en 1998, y que luchaba por lograr una serie de reformas políticas en Cuba a favor de mayores libertades individuales, a partir de un "resquicio" en la constitución comunista de 1976, que permitía a los ciudadanos proponer leyes si al menos 10,000 ciudadanos cubanos presentaban sus firmas a favor de la propuesta. En total se presentaron más de 24,000 firmas pero fue rechazado por la Asamblea Nacional del Poder Popular. Fue el esfuerzo liberador pacífico más grande e importante realizado por el pueblo cubano en muchísimos años de dictadura, un esfuerzo de mucho valor y sacrificio, y una semilla que será evaluada por los historiadores, pero que al igual que el trabajo realizado por el Comité Cubano de Derechos Humanos, dio comienzo a la lucha pacífica visible por la libertad de Cuba desde dentro de la Isla, después de años en que sólo desde el exilio se hacía oposición al régimen.
En la primavera de 2003 la dictadura de Fidel Castro llevó a prisión a un grupo de 75 opositores cubanos, muchos de ellos activistas del Proyecto Varela, conocidos como el grupo de los 75, buena parte de ellos profesionales y periodistas. Fueron injustamente encarcelados y sometidos a largas condenas en juicios sumarísimos. El gobierno pensó que con ello acabaría con la disidencia, pero en realidad la fortaleció. Los gobiernos de la Unión Europea y de los EE.UU., el Papa Juan Pablo II, y las más importantes organizaciones defensoras de los derechos humanos, además de intelectuales y artistas alrededor del mundo condenaron los arrestos.
Este hecho conocido como la Primavera Negra dio lugar al surgimiento de las Damas de Blanco, movimiento creado por las esposas y otros familiares de los presos políticos cubanos del Grupo de los 75. Fundado por Laura Pollán, esposa de Héctor Maseda, este grupo de valientes mujeres no dejó de luchar pacíficamente durante todos aquellos años terribles de encarcelamiento de sus seres queridos, alcanzando el reconocimiento internacional. Después de asistir a misa todos los domingos en la Parroquia de Santa Rita, marchaban en silencio con gladiolos en sus manos. En el año 2005, el Parlamento Europeo les concedió el Premio Sajarov para la Libertad de Pensamiento, distinguiendo su lucha por los derechos humanos en Cuba, distinción que no pudieron recibir personalmente, ya que la dictadura no les permitió salir del país. Adicionalmente, le han sido otorgados muchos otros reconocimientos internacionales.
Laura Pollán era una profesora, que nunca se había interesado por la política, hasta que su esposo fue detenido. Junto a otras esposas de los presos, fundó y fue el alma de las Damas de Blanco, hasta el día de su muerte repentina por un paro cardiorespiratorio, el 14 de octubre de 2011. Había estado hospitalizada por cuatro días, presumiblemente por haber tenido dengue que se complicó con la diabetes que padecía. Laura no era política, era una luchadora por los derechos humanos, creía en el diálogo y tuvo una influencia decisiva en el acuerdo que dio lugar a la liberación de los presos del grupo, tras el diálogo de la Iglesia, el gobierno de Raúl Castro, y el gobierno español.
Aun después de la liberación de sus seres queridos, la Damas han continuado su lucha pacífica, domingo tras domingo bajo el liderazgo de Berta Soler, después de Misa, no sólo por la liberación del resto de los presos de conciencia, sino por la libertad de Cuba. El régimen a su vez, las veja, las reprime y detiene por poco tiempo, todas las semanas, haciendo valer su total intolerancia.
Hace unos años, comenzó a darse a conocer un blog llamado Generación Y, lo escribía y escribe Yoani Sánchez, una joven cubana desconocida hasta entonces, nacida y criada dentro de la ¨revolución¨, de la generación que para el régimen debía formar parte del ¨hombre nuevo¨. Su magistral forma de escribir y mostrar tan sólo en unas pocas líneas, la situación diaria vivida por el cubano, le fue generando una admiración y un reconocimiento internacional realmente extraordinario. Muchos fueron los premios que recibió, y que la intolerancia del gobierno no le permitió ir personalmente a recibir, pero ello fue acrecentando cada vez más su fama y prestigio. Sólo pudo salir y entrar de nuevo al país después de la ley que derogó la necesidad del permiso de salida a los cubanos, ley largamente demandada por el movimiento disidente. Hoy dirige el periódico digital 14yMedio, germen de la futura prensa democrática de la Isla.
En el discurso que pronunció en Washington, el pasado 10 de noviembre, en la ceremonia de entrega del premio Knight de Periodismo Internacional 2015, Yoani expresaba:
Ahora, dirijo un medio de prensa: 14ymedio, el primer diario independiente que surge dentro de Cuba. Ya no soy la adolescente que apartaba de sus ojos la prensa oficial, buscaba fuentes alternativas de noticias y más tarde comenzaba un blog como quien abre una ventana hacia las entrañas de un país. Ahora tengo nuevas responsabilidades. Dirigir un equipo de periodistas que cada día deben cruzar la línea de la ilegalidad para hacer su trabajo.
Siento que si hubiéramos pasado a la acción y hubiéramos ejercido el derecho a informar e informarnos desde mucho antes, ahora Cuba sería un país donde un periodista no sería sinónimo de profesional domesticado o de criminal furtivo. Pero al menos hemos empezado a hacerlo. Hemos pasado de la información a la acción, para ayudar a cambiar una nación desde la noticia, el reportaje y el periodismo. Una acción con "A" mayúscula, como aquella que mi abuela dibujaba sobre unos papeles que nunca supo bien lo que decían.
Podría seguir poniendo ejemplos de destacadísimos luchadores pacíficos por la libertad de nuestra patria, que hoy a través de distintos medios luchan por lograr una Cuba mejor, pero lo más importante y que quiero recalcar aquí es mi opinión de que todos los métodos pacíficos sin exclusión son válidos, y que la suma de todos, traerá la libertad a nuestro pueblo.
Los días 10 y 11 de octubre pasado, nos reunimos en Miami, un grupo de cubanos exiliados, con un grupo de cubanos venidos de la Isla, Abriendo Espacios, para la Cuba Democrática que todos aspiramos. La heterogeneidad era evidente, liberales, socialdemócratas, democristianos, periodistas, economistas, abogados, trabajadores, ingenieros, empresarios, creyentes, no creyentes, en fin un poquito de todo. En todos sin embargo primaba una solidaridad sin fronteras con la "Cuba por todos y para el bien de todos" que anhelamos conseguir. Al mismo tiempo en Cuba, el régimen reprimía a las Damas de Blanco y sus acompañantes y a los miembros de la UNPACU, que pacíficamente salían a marchar dignamente por sus derechos. En ambos casos, se abría una puerta más a la libertad, como cada día, se forjaba sociedad civil, y con ello un paso más de futuro. Mientras que UNPACU salía a las calles orientales, enviaba a su representante también a Abriendo Espacios.
Miriam Celaya escribió recientemente un magnífico artículo titulado ¨Marchar o no marchar… he ahí el dilema¨, que termina con una reflexión fabulosa, digna de lo que merece la Cuba a que todos aspiramos: En el futuro mediato de Cuba dejaremos de escuchar aquella manida frase que signó nuestras vidas y que legitimaba los derechos de algunos pocos privilegiados por sobre el resto de los cubanos: "¿Acaso tú tiraste tiros en la Sierra Maestra?". En su lugar se entronizaría esta otra: "¿Acaso tú marchaste los domingos por la Quinta Avenida?". ¡Dios nos libre!
El pueblo de Cuba no aceptará más la hegemonía de un partido o de una ideología, al contrario, toda la sociedad civil será responsable por la libertad ciudadana, con derechos para todos, dispersa entre todas las formas de pensar, por lo que en este momento en que la libertad no ha sido conquistada, todos los caminos pacíficos y democráticos que luchan por lograrla, no sólo son válidos sino necesarios y la unidad de todos los demócratas cubanos, no importa su formación ideológica, o el mecanismo opositor que emplean contra el régimen, más que necesaria es imprescindible.
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