Libia en el teatro de las interminables guerras "limitadas"

  • Gerardo E. Martínez-Solanas
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Libia en el teatro de las interminables guerras "limitadas"

4 years 4 months ago - 4 years 4 months ago
#11285
Después de la II Guerra Mundial hemos contemplado cómo las democracias han adoptado una irregular y escasamente eficaz política de guerras de contención. En otras palabras, el alegado objetivo es "contener" al enemigo en lugar de derrotarlo y destruirlo como debiera hacerse con una amenaza a nuestra seguridad. Por el contrario, se pretende que las guerras "limiten" al enemigo.

Estre los ejemplos más sobresalientes del siglo pasado tenemos las guerras de Corea y de Vietnam, que costaron una enorme cantidad de vidas y no lograron el objetivo de derrotar al enemigo totalitario. En cada una de ellas se estableció una línea fronteriza más allá de la cual no se podía molestar ni con el pétalo de una rosa al verdadero agresor, que no era otro que China. En tiempos más recientes, sucedió lo mismo en Iraq y Afganistán. La "victoria" se vio limitada a la frontera con Siria (en Iraq) y a la frontera con Pakistán (en Afganistán), allende las cuales el enemigo ha encontrado santuario para seguir atacando y causando daño.

Es como si a las fuerzas aliadas les hubieran prohibido atacar más allá del Rhin en la II Guerra Mundial. Quizás todavía tendríamos a Hitler y sus sucesores dándonos guerra. Podemos citar muchos otros casos más recientes de guerras "limitadas" en Somalia, Yemen, Siria y otros lugares en los que se nos ha agredido, pero nos hemos limitado a responder con una absurda "moderación".
La operación que derrotó y eliminó del curso de la historia a Muammar Gadaffi, requería una adecuada intervención de las fuerzas democráticas para enderezar al país y conducirlo a la senda democrática. Pero las democracias optaron por dar el golpe y acto seguido sacar las manos del fuego. Ahora los dirigentes del mundo libre contemplan con bastante desidia la abierta intervención de Turquía y de Rusia que, evidentemente, no tienen propósitos de restablecer la democracia sino de reafirmar el extremismo musulmán (Turquía) y de controlar el abundante petróleo libio (Rusia) y confiscárselo a las empresas que ahora explotan esos yacimientos: Total (francesa), Eni (italiana), BASF y Wintershall (alemanas) y Repsol (española). Sin contar que Libia es el territorio en el que medran los traficantes de personas para esclavizar a los incautos o darles paso hacia Europa a cambio de dinero, mucho dinero.

En una entrevista reciente con Der Spiegel, el comisionado de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, reconoció que «la situación en el Sahel no es mejor, por el contrario: toda la región es un barril de pólvora».

Efectivamente, los franceses libran guerras limitadas e ineficaces en Malí, Rep. Centroafricana, Chad y otros sectores de esa región saheliana. En cuanto a Libia, Borrell planteó el envío de "algunos" soldados con el fin de defender «nuestros intereses con mayor fuerza y, si es necesario, con firmeza». Y con este supuesto propósito se celebró en Berlín este pasado enero, una conferencia sobre Libia, convocada por Alemania.

¿Sabían que el presidente de Alemania Horst Köhler tuvo que dimitir en 2010 por sugerir que sus tropas estaban en Afganistán para «proteger los intereses económicos de Alemania» y no para liberar a las mujeres del burka, ni luchar contra los talibanes? Por el lado contrario, el líder del Partido del Socialismo y la Izquierda, Dietmar Bartsch, apoya la ocupación de África por su país. Los alemanes tienen unos 1.000 soldados en Mali y una base militar en Níger y por esos parajes sufren algunos soldaditos españoles también. ¿Acaso es justo enviar a un grupito de muchachos a dar la vida en guerras limitadas, ineficaces e interminables?

Sidney Blumenthal, el agente particular de inteligencia de Hillary Clinton, en aquel famoso correo electrónico que envió a la Secretaria de Estado el 2 de abril de 2011, apuntaba que Libia tenía «143 toneladas de oro y una cantidad similar en plata, así como recursos financieros interminables». Han pasado 9 años desde entonces. ¿Es lógico que la guerra en Libia se esté prolongando ya el doble del tiempo que tomó a los aliados (1939-1945) derrotar el Eje Alemania-Italia-Hungría-Rumania-Japón? ¿Tan poderosas son las fuerzas irregulares que hoy dominan ese país? Parece que los turcos y los rusos no lo creen así.

Cabe pensar que las guerras interminables son un negocio redondo para los fabricantes de armamentos. Ahí radica una gran parte del poder que influye en estas absurdas estrategias. Y no es exagerado imaginar cuántos políticos en nuestras democracias enriquecen en las sombras aportando su influencia en las decisiones que provocan estas guerras estériles.
Last edit: 4 years 4 months ago by Democracia Participativa.

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