El Día Internacional de la Democracia y la situación de la democracia en el mundo

La Iniciativa Cultural para una Democracia Participativa (PDCI) y su organismo subsidiario, DemocraciaParticipativa.net (DP.net) saludan el Día Internacional de la Democracia que se conmemora todos los años el 15 de septiembre, desde su proclamación en las Naciones Unidas como “una oportunidad de examinar el estado de la democracia en el mundo”.

La meta de la democracia depende de la participación plena y el apoyo de la comunidad internacional, los órganos nacionales de gobierno, la sociedad civil y las personas. Para que exista la democracia son indispensables los valores de la libertad y el respeto por los derechos humanos, así como la práctica de elecciones periódicas y auténticas que permitan el sufragio universal.
El Artículo 21, inciso 3) de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, claramente establece que:

“La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.”

También respaldamos encarecidamente la declaración publicada por el Movimiento Mundial por la Democracia (WMD) conmemorando este Día Internacional de la Democracia, en la que pasan breve revista a los pasos más significativos que ha tomado la comunidad internacional para proteger y propiciar los espacios en los que la sociedad civil debe tener oportunidad de desarrollar su trabajo. El WMD informa también que:

“Poco después del Día Internacional de la Democracia hace un año, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas aprobó una resolución sobre los «Derechos y Libertades de Asociación y Reunión Pacíficas» y nombró a un Relator Especial. En junio de este año, la Organización de Estados Americanos aprobó una resolución sobre «Promoción de los Derechos de Libertad de Reunión y de Asociación en las Américas». En Africa, otros once países ratificaron la Carta Africana sobre la Democracia, las Elecciones y los Sistemas de Gobierno y faltan sólo cuatro más para su adopción continental. Y más de una docena de países establecieron recientemente fondos multilaterales de apoyo a activistas de la sociedad civil que se ven amenazados en sus países para obligarlos a suspender sus actividades”.

El WMD reconoce también y rinde homenaje a “los muchos individuos que en la región árabe han sabido superar su temor a los gobiernos tiránicos y han asumido sus responsabilidades de ciudadanos para organizar movimientos destinados al cambio democrático”. Y también “dan la bienvenida a la liberación de Daw Aung San Suu Kyi, de Birmania tras muchos años de arresto domiciliario”. [ Texto completo de esta Declaración en inglés ]

No obstante, hay muchas más razones para que la comunidad internacional se sienta sumamente preocupada por las tendencias tan represivas que se están observando en países como Corea del Norte, Cuba, Siria, la República Democrática del Congo y China contra los activistas de los derechos humanos, así como también por sus políticas encaminadas a suprimir cualquier tipo de desacuerdo con la línea oficial de gobierno.

Hay también muchos motivos de inquietud por el aumento gradual de las medidas antidemocráticas y represivas que están aplicando los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua para lograr la permanencia en el poder en sus respectivos países y para colaborar en un frente común destinado a perpetuar estos objetivos.

La PDCI y DP.net exhortamos a los países amantes de la paz y la democracia a que tomen un interés activo en la promoción de una estrategia global destinada a prevenir el desgobierno abusivo y la violación de los derechos humanos donde quiera que esto suceda. Alentamos también a una participación política más inclusiva en la toma de decisiones democráticas, haciendo énfasis en atender las necesidades de los ciudadanos y a facilitar la creación de redes dedicadas a fomentar la solidaridad regional y global que pueden transformarse en acciones concertadas para promover la democracia y defender los derechos humanos cuando sea necesario.