La política: un juego de billar a tres bandas

Estamos viviendo a nivel mundial una muy compleja situación con matices y profundas diferencias entre las distintas geografías, países, razas e ideologías. Se trata de una innegable realidad a la que hay que añadirle, como factor integrante, el nivel económico, conjuntamente con el grado de desarrollo tecnológico de cada nación.

De acuerdo con esas variantes, se les clasifica en tres categorías: subdesarrollados, en vías de desarrollo y desarrollados o países del Primer Mundo. Ahora bien, el factor más determinante es el económico y sus niveles de pobreza o de miseria. Adicionalmente, a esta complejidad de situaciones se ha sumado como componente viral un factor que siempre ha existido: LA CORRUPCIÓN Y LA AMBICIÓN DE PODER. Logrando infiltrarse, corromper e instalarse, y dando origen a gobiernos tiránicos y corruptos, desplazando todo tipo de orden social, justicia, sistemas, incluso ideologías.

En el caso de Venezuela, se trata de un país favorecido por su posición geográfica, con abundancia de recursos naturales, principalmente hidrocarburos, materia prima indispensable para la producción de la necesaria energía a nivel mundial. Se trata del país que era catalogado como nación rica y, como tal, fue siempre un objetivo de conquista para el tirano cubano Fidel Castro Ruz, a fin de obtener y de disponer de recursos económicos cuantiosos, para satanizar y dominar a Hispanoamérica, sin necesidad de tener que disparar ni un solo tiro.

Al final, únicamente se necesitaba aprovechar los flancos débiles de la democracia, en los países donde los altos niveles de pobreza, que son una mayoría «engañable», pasaron a ser dominados, haciéndolo con promesas y dádivas para ganar el poder vía elecciones: ¿democráticamente?

 

Asimismo, atizando la lucha entre clases, el facilismo, los privilegios y la corrupción, y, con ello, creando falsos líderes, y fomentando la centralización de los poderes. Es decir, aplicando el cuento de la rana nadando en la olla de agua, hasta que murió hervida, sin darse cuenta. Sólo fue suficiente calentarle el líquido, poco a poco, hasta que la rana se quedó dormida y falleció.

No obstante, y como dice el dicho; nada es perfecto y mucho menos la «TIRANIA Y LA CORRUPCIÓN», siempre reñidas con el trabajo, el mérito, la capacitación, la honestidad y la justicia. Y sustentadas únicamente por la abundancia de dinero y la vida fácil, y que, al escasear precisamente ese dinero, comienza el derrumbe de sus torcidas organizaciones, para darle paso a los pleitos y a las deserciones, las rivalidades, las pérdidas y el repudio de las grandes mayorías, al dejar de recibir las acostumbradas dádivas (cajas CLAP, bonos y obsequios de varios tipos) , subvenciones, privilegios. Suficiente, en fin, para que luego se inicie el derrumbe, la decadencia, y darle paso a la fase del «SÁLVESE QUIEN PUEDA».

ESA ES LA VENEZUELA DE HOY. ¿ ENTONCES, QUE HACER?. Desde luego, aprovechar y estimular el desencanto hipnótico y el desorden motivacional de esas mayorías. Asimismo, motivar la unión y las alianzas, promocionando a la niñez y La Paz, el encuentro colectivo como personas civilizadas y sin fanatismos. Adicionalmente, en la ruta del acuerdo o del entendimiento, olvidar cualquier pretensión concebida con miras a exigencias de «Un todo o nada», cuando la llamada lógica de la política siempre plantea la sabia enseñanza de que hay que dar para recibir, y más si se si se pretende llegar a acuerdos.

Hoy ha causado alarma y preocupación la liberación de Alex Saab por el canje efectuado entre Estados Unidos y Venezuela ¿A CAMBIO DE QUE? Es importante recordar las sabias palabras del ex Presidente y General Eleazar López Contreras: «CALMA Y CORDURA», no perdamos la confianza y la fe en «El IMPERIO». Sobre todo porque allí el liderazgo no está conformado por incautos, y sus integrantes tampoco se chupan el dedo, cuando, en su ajedrez, se trata de cambiar LA REINA POR UN PEÓN.

Cuando se procura entender a fondo lo que se acordó en la reunión de acuerdos en Barbados, ante una nutrida representación internacional, se convino la suspensión de sanciones, a cambio de Elecciones justas libres y supervisadas en el año 2024, además de la legalización de los partidos políticos, la liberación de presos políticos, y de eliminar las inhabilitaciones, entre otras condiciones en pro de la restauración de la democracia en Venezuela.

El régimen sabe que sus alianzas y sus partidarios, tanto internos como externos, están muy disminuidos; inclusive, están cada vez más solos y montados en un campo minado. Y eso, políticamente, se traduce en que deben cumplir con los acuerdos de Barbados. La Oposición CUENTA con el 90 % o más de la población que está motivada, tiene un liderazgo sólido, está organizada y se ha convertido en una esperanza. Inclusive, cuenta con el apoyo y beneplácito del mundo occidental.

Para entender el alcance de lo que hoy está planteado políticamente en Venezuela, responsablemente, se debe aceptar, en síntesis, que nunca en los pasados 25 años la representación democrática ha estado mejor estructuralmente y más fuerte como hoy. Pero, como dicen en el » Base Ball, » el juego no está ganado hasta no se ha alcanzado el 9no o más inning, y logrado los 3 outs» finales del partido.

DESDE LUEGO, HAY QUE ESTAR PENDIENTES, HAY QUE SER POSITIVOS, SABER ADMINISTRAR LA CONFIANZA, SIN QUE ESO PASE A CONVERTIRSE EN INGENUIDAD. HAY QUE ESTAR ATENTOS.

APRECIADOS Y RESPETADOS LECTORES: FELIZ NAVIDAD.

Tomado de: Reporte Catolico Laico

Enlace al original: RCL

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