Migraciones y legalidad.
El interesante debate que se ha instaurado desde que Gerardo Martínez Solanas propuso el tema de las migraciones y la legalidad demuestra la importancia de este fenómeno humano de nuestros días.
Casi todas las opiniones expuestas tratan de la inmigración hispanoamericana en Estados Unidos, y es muy natural, ya que la mayoría de los foristas vive en ese país o en Hispanoamérica. Algunas alusiones de Gerardo Martínez Solanas o de Vicente Gutiérrez Santos mencionan a Europa, donde el problema es grave y de mucha actualidad. Este último forista, sin precisar la relación que existe entre los criminales atentados hechos por fanáticos islamistas con el tema Migraciones y Legalidad de este foro, recuerda a España (2004 en la estación de Atocha), y a Inglaterra ( 2005 en el « Underground »), pero curiosamente olvida a Francia, país en el que tuvieron lugar los primeros atentados islamistas en la década de los ochenta (tienda FNAC de la calle de Rennes en París) y a mediados de los noventa (estación de metro Saint-Michel, también en París) con numerosos muertos y heridos en ambos casos. Es preciso señalar al respecto que los servicios de seguridad franceses – como también lo han hecho, y lo siguen haciendo, los alemanes y los ingleses, entre otros países para no citarlos a todos - han desmantelado redes terroristas que estaban preparando terribles atentados como el que estaba previsto en el pintoresco « mercado de Navidad » de la plaza de la catedral de Estrasburgo (en el 2000, me parece) y que hubiera causado quizá decenas de muertos o aquél que se pudo evitar « in extremis » cuando un grupo del GIA argelino (hoy AQMI -Al Qaeda en el Magreb Islámico) pirateó un avión de Air France con la intención de estrellarlo contra la torre Eiffel ; el atentado falló porque ninguno de los piratas era piloto (sirvió de lección para los atentados de las torres gemelas en Nueva York) y el avión aterrizó en Marsella con el pretexto de echar el combustible necesario para llegar hasta París, allí un grupo especial de intervención de la policía logró neutralizar a los piratas matando a varios de ellos.
Pero el señor Gutiérrez Santos tiene razón y existe una relación entre el terrorismo y la inmigración, aun legal, en muchos países europeos. En el caso de Francia, que es el que cito pues aparentemente - según lo que leo en diferentes pariódicos y foros - es el menos conocido en América, cabe señalar que hay oficialmente unos seis millones de musulmanes en el país (en realidad se puede considerar que hay dos millones más). La mayoría de ellos son personas respetuosas y dignas de consideración pero entre ellos hay cierto número, probablemente varios miles, que por muchas razones - entre ellas está la discriminación que sienten algunos jóvenes nacidos en Francia, hijos de padres nacidos en Francia, por su origen norteafricano cuando buscan trabajo o sencillamente cuando algún sábado por la noche desean con todo derecho entrar en alguna discoteca para bailar o « ligar » y ven que se les niega el acceso bajo algún pretexto hipócrita como que ya hay mucha gente - no se sienten bien en ese país que también es el suyo . Encuentran entonces en el islamismo una razón de expresar su descontento. A esto se añade la desazón que produce la discordancia entre la civilización en que viven y las tradiciones y mentalidad de sus padres y abuelos. Estos ejemplos bastan, me parece, para ilustrar cómo la inmigración legal pero descontrolada puede crear situaciones nefastas para los países que acogen a estos inmigrantes. Digo descontrolada porque las leyes que permiten la reunión de familias, las ayudas económicas que dan los gobiernos, las ventajas del tratamiento médico gratuito para toda la familia, las escuelas – a las cuales van también los niños –aun sin papeles de los inmigrantes ilegales- contrariamente a lo que leí en un periódico norteamericano que afirmaba en particular que los niños de los gitanos no podían ir a ellas, atraen como un imán a las masas pobres de los países del Sur del Mediterráneo y del Este de Europa .
Otro problema de actualidad es el de los cíngaros de Europa oriental. Como ciudadanos de países de la Unión Europea –Bulgaria y Rumanía en este caso- tienen derecho a la libre circulación por todo el « Espacio Schengen » (25 países). Pero una cláusula del Tratado de Lisboa prevé que para esos dos países, sus ciudadanos que deseen instalarse en otro país de la Unión deben, hasta 2013, solicitar un permiso de trabajo. Hay además una diferencia entre libre circulación y libre instalación; todo ciudadano de un país de la Unión Europea tiene derecho a instalarse libremente, el tiempo que quiera, en cualquier otro de dicha Unión – sin que pueda negársele ese derecho – si justifica que tiene medios de vida ( por su trabajo o por su fortuna personal ) que le eviten tener que pedir ayuda al país donde quiere vivir. Esto significa que si a un país de la UE llega una persona o un grupo de personas provenientes de Rumanía, por ejemplo, y aparca su caravana en un terreno que no le pertenece y vive sin la más elemental higiene mandando a sus hijos a pedir limosna o a hurtar, el país tiene derecho a exigirles que se vayan y regresen preferentemente a su patria. Francia les dio 300 euros (405 USD al cambio de hoy 2 de octubre de 2010) por adulto y 100 euros (135 USD) por cada niño – además del viaje- para que regresaran a Rumanía.El error del gobierno francés no fue ir contra las leyes europeas, ni como dijo estúpidamente la comisaria Vivian Reding que Francia hizo como hicieron los nazis con los judíos en los años cuarenta, ni actuar contra los derechos humanos como tratan de hacer creer los partidos de izquierda del país o del Parlamento Europeo, ni carecer de caridad cristiana como dijeron el Vaticano y algunos prelados franceses…¡Hasta la ONU se metió en esto! El error garrafal del gobierno francés fue no haber visto que un alto funcionario de escasa inteligencia escribió a los prefectos (gobernadores de provincias y/o regiones) en una circular oficial, que había que desmantelar los campamentos ilegales prioritariamente los de los cíngaros, lo cual va en contra de la propia Constitución Francesa que prohíbe cualquier discriminación por razón de raza u origen. Quisiera señalar que se han desmantelado campamentos de cíngaros con el asentimiento, y aun bajo petición, de alcaldes socialistas y comunistas, pero en política la mala fe es universal. Tampoco oí ni leí que cura alguno propusiera algún terreno adyacente a alguna iglesia para acoger a los cíngaros, ni que el Vaticano ofreciera acogerlos en la inmensa Plaza San Pedro.
Vemos pues los problemas que puede crear la inmigración descontrolada aun dentro de los países de la Unión.
En lo tocante a la inmigración ilegal propiamente dicha, no creo que haya nada que añadir a las excelentes reflexiones de Gerardo Martínez Solanas. La ley sí, sin olvidar la caridad cristiana, ciertamente , ¿mas por qué no recordar la compasión budista? Y para señalar que ninguna creencia religiosa debe auto-otorgarse el monopolio del corazón me gustaría citar aquí al gran Suami Vivekananda de la orden hinduista de Ramakrichna quien dijo: “Sólo vive verdaderamente el que vive en los demás” Pensemos y vivamos en nuestros semejantes quienes, desde que el mundo es mundo, han tratado de emigrar en busca de uno mejor.
Abelardo Pérez García