Quince días después del 1º de Enero del 59 cumplí 13 años. Por muchas razones, tengo muchos recuerdos de La Habana, Arroyo Naranjo mi pueblo natal, y el cómo se vivia por esos años.
Mi padre, como mi abuelo paterno, era oficial de la Policía Nacional. Estaba destacado en la 3ra Estación de Policía, cerca del teatro Martí. Parte de su demarcación era el barrio de Colón y contaba a mi madre muchas incidencias que a diario ocurrían allí. Eran diarias las llamadas de socorro de esas mujeres, por los abusos o desórdenes que provocaban los borrachos o los marines Americanos en sus casas y la manera en que sus policías las defendían y ponían orden.
Aunque muchas veces debían detener a las que salían a las calles a buscar “clientes”, como sucedía en Galiano y San Rafael,- llamada La Esquina del Pecado por esa razón-, la mayoría se mantenía en esas casas por lo que, quien quisiera sus servicios, tenía que visitarlas allí. De los demás lugares no puedo hablar.
Mi padre les tenía un gran respeto y compasión porque la mayoría lo hacía por verdadera necesidad de mantener a sus hijos o a sus madres. Muchas de ellas habían sido seducidas en sus pueblos de origen y traídas a la Capital con la falsa promesa de una vida mejor, cuando en realidad las ponían a trabajar en esos lugares. Los causantes eran proxenetas profesionales o “ chulos “ .
Gerardo tiene razón cuando destaca la diferencia entre aquella prostitución y la actual.
He visto y oído testimonios de mujeres de la Cuba de hoy, así como de extranjeros que se sirven de ellas por cualquier cosa a cambio.
He visto videos donde algunas maestras de secundaria, confabuladas con otras personas y algunas alumnas, permiten a éstas, ausentarse por unas horas e irse con hombres a tener sexo por dinero, mientras sus padres las creen en clases. Son cubanitas adolescentes, ¡por Dios!, a quienes un regimen que se jacta de cuidar a las juventud, que critica de manera acérrima a otras sociedades por la situación de la juventud, les permite estas cosas.
Hay que ver la prostitución de todo tipo que se ejerce en las noches a lo largo del muro del Malecón y en otros lugares, a vista y paciencia de las autoridades, que reciben sobornos porque les permitan su actividad. Tienen especial fama las así llamadas “chupa chupa”, que operan del lado oscuro del Muro.
Y todo esto, bajo el regimen que se jactó ante el mundo de haber erradicado la prostitución, incorporando a ese “gremio”a la milicias nacionales revolucionarias para “defender la Patria” del enemigo. Claro que, sin que lo reconozcan por supuesto, el turismo sexual provee al gobierno jugosos ingresos, ávidos como están de recursos “frescos,” ya en la actualidad, vengan de donde vengan. Como decía Mao : “No importa de dónde sea el gato, sino que cace ratones”. Pragmatismo puro.
No se podría hablar de propaganda mentirosa sin hacer un “reconocimiento”especial a la maquinaria propagandística del régimen cubano,pues en todos los planes de producción agrícola; de medicamentos; de insumos para la industria, etc., hay sobrecuplimiento pero no hay ni alimentos, ni medicinas, ni industria. Donde se despotrica de lo injusto de otras sociedades y se sume a la propia en la más profunda desesperanza, con los más bajos ingresos per cápita de su historia, sin horizonte a la vista.
Gracias y únicamente gracias a esa maquinaria, hoy el regimen cubano es miembro de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y ha logrado, con la excepción de dos pequeños países, que ésta última inste a los EEUU a eliminar el embargo económico mientras éste ultimo, es el mayor socio comercial de Cuba y desde donde ingresan miles de millones de dólares anualmente siendo, después de Venezuela, el segundo proveedor de recursos. A cambio de esto, de Cuba ingresan a los Estados Unidos músicos, atletas, y miles de agentes distribuídos a lo largo y ancho del país, viviendo de él y haciendo su labor de penetración en los negocios, las universidades y la política. Son sonados los casos de agentes cubanos que cometieron fraudes al Medicare y hoy viven impunemente en Cuba después de robar millones y enviarlos a Cuba (léase gobierno).
Es justo reconocer que, en el campo de la propaganda, son maestros. Han logrado engatusar a más de uno, hasta en la meca del anticastrismo que es Miami.
Hay muchas diferencias entre el antes y el ahora de Cuba. Demasiadas. Tantas, que sería enriquecedor irlas abordando en esta Foro. La propaganda del régimen ha logrado crear una imagen satanizada del antes cubano y una imagen idílica, de gesta heróica del ahora. No es cierto y los hechos lo demuestran.
Lo digo porque viví el antes desde mi barrio, desde mi escuela de barrio, con mis amigos del barrio, de un pequeño pueblo dormitorio, donde convivíamos personas de toda posición social ( de media para abajo ) : fidelistas y batistianos, pero sobre todo amigos. Porque la amistad, era primero y la familia más. Donde la decencia, la moral y el civismo todavía eran importantes y los padres de familia presumían de ser trabajadores y de llevar el pan a la mesa con honradez y orgullo.
Desde ahí lo digo y me alegra recordarlo.