Aunque puedo coincidir con Oílda en la primera parte de su mensaje, no estoy de acuerdo cuando afirma que la invasión de Bahía de Cochinos por parte de una brigada de exiliados cubanos en abril de 1961 "fue planeada por los lacayos de Nixon". El Presidente que planeó esta operación en la que Estados Unidos se comprometía en brindar asistencia a la Brigada 2506 fue Dwight D. Eisenhower. Nixon era el Vicepresidente y, como es bien sabido, el Vice tiene poca o ninguna influencia en las decisiones del gobierno y, mucho menos, cuando se trata de un civil sin experiencia militar frente a un General que prácticamente ganó la guerra en Africa y en Europa.
La operación fue planeada por un General que sabía lo que hacía. Los planes tenían en cuenta mantener en alerta a la resistencia interna y a las guerrillas del Escambray para que coordinaran su acción con el desembarco de la Brigada 2506. El plan consistía en emplear 16 B-26 adaptados con las insignias cubanas para bombardear las bases aéreas cubanas y destruir la aviación de Castro. Librados los brigadistas de la amenaza de la aviación castrista, el desembarco por Bahía de Cochinos, rodeada de pantanos, les hacía más fácil la defensa de la cabeza de playa y su ulterior expansión porque sólo había una carretera vecinal de acceso. Además los B-26 se ocuparían de bombardear posteriormente a las fuerzas blindadas que trataran de acercarse a la zona de combate.
El nuevo gobierno, bajo la dirección de John F. Kennedy, no sólo impidió que se alertara a la resistencia interna y a las guerillas del Escambray, sino que el 14 de abril el presidente llamó a Richard Bissel, el oficial a cargo de la coordinación de las operaciones, y le ordenó la reducción del número de aviones B-26 con estas palabras: "Bueno, no lo quiero en esa escala, lo quiero mínimo". Así el golpe inicial fue reducido de 16 a ocho aviones. Estos ocho aviones no pudieron completar la tarea y la aviación castrista pudo contar con aviones de combate que fueran derribando uno a uno los B-26 que apoyaban a la brigada, que hundieron el buque cargado de pertrechos, municiones y otros suministros, que atacaron constantemente a los brigadistas en la playa, mientras que las fuerzas blindadas pudieron penetrar sin obstáculo alguno para aplastar a los invasores.
Esa es la historia.
No hay comparación con lo que está sucediendo ahora en Ucrania, porque no hay una tropa de ucranianos combatiendo a un dictador ucraniano. Y no hay ucranianos en Ucrania que simpaticen con Rusia, que estén sublevados en una guerra de guerrillas ni que cuenten con una extensa red de resistencia interna contra Zelensky. Este es un caso de invasión de una Gran Potencia a un país mucho más débil, gobernado por un Presidente elegido democráticamente. Estados Unidos no invadió a Cuba en 1961, ni estuvo nunca una invasión extranjera en los planes del General Eisenhower.