Reply: Rescatemos el verdadero Capitalismo

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Topic History of: Rescatemos el verdadero Capitalismo

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Francisco Porto wrote: La Opción Cristiana en el Mundo tiene su base en Mateo 25,31-46: “Porque tuve hambre, y me diste de comer; tuve sed, y me diste de beber; era forastero, y me acogiste; estaba desnudo, y me vestiste; enfermo, y me visitaste; en la cárcel, y viniste a verme.”

El Papa Francisco ha dicho: “Si te encuentras ante –¡imaginemos!– ante un ateo y éste te dice que no cree en Dios, tu puedes leerle una biblioteca entera, donde está escrito que Dios existe y también probar que Dios existe, y el ateo no tendrá fe. Pero si delante de este ateo das testimonio de coherencia de vida cristiana, algo comenzará a moverse en su corazón. Será precisamente tu testimonio lo que lo llevará a esa inquietud sobre la que el Espíritu Santo obra. Es una gracia que todos nosotros, toda la Iglesia debe pedir: ‘Señor, que seamos coherentes’”.

Y para ser coherentes tenemos que ser realistas.
El Verdadero Capitalismo NO es ni puede ser el “Capitalismo feroz” de la explotación del Hombre por el Hombre, sino el Sistema que permite organizar la Economia y financiar los proyectos encaminados, en esencia, a satisfacer lo que el propio Marxismo-Leninismo llama con acierto no deseado “las necesidades siempre crecientes de la población”

Los grandes Capitanes de la Industria y el Comercio,los arquetipos del Capitalismo, aportaron al desdarrollo de la Humanidad muchos mas que los “revolucionarios” de cualquier signo. Ford, Rockefeller, Flagler eran hombres de profundas convicciones y agudo sentido social.

Precisamente eso es lo que se ha ido perdiendo con el poder cada vez mayor de los Centros de Especulación Financiera, monstruosa maquinaria que no solo no representa la idea basica del Capitalismo sino que la deforma peligrosamente.

Hablando al Parlamento Europeo, el Papa Francisco expresó: "Efectivamente, tenemos demasiadas cosas, que a menudo no sirven, pero ya no somos capaces de construir auténticas relaciones humanas, basadas en la verdad y el respeto mutuo.”

En Lumen Fidei leemos:"Nuestra cultura ha perdido la percepción de esta presencia concreta de Dios, de su acción en el mundo. Pensamos que Dios sólo se encuentra más allá, en otro nivel de realidad, separado de nuestras relaciones concretas. Pero si así fuese, si Dios fuese incapaz de intervenir en el mundo, su amor no sería verdaderamente poderoso, verdaderamente real (...) y en tal caso creer o no creer en él sería totalmente indiferente".

La Opción Cristiana en el Mundo tiene su base en Mateo 25,31-46: “Porque tuve hambre, y me diste de comer; tuve sed, y me diste de beber; era forastero, y me acogiste; estaba desnudo, y me vestiste; enfermo, y me visitaste; en la cárcel, y viniste a verme.”

El Papa Francisco ha dicho: “Si te encuentras ante –¡imaginemos!– ante un ateo y éste te dice que no cree en Dios, tu puedes leerle una biblioteca entera, donde está escrito que Dios existe y también probar que Dios existe, y el ateo no tendrá fe. Pero si delante de este ateo das testimonio de coherencia de vida cristiana, algo comenzará a moverse en su corazón. Será precisamente tu testimonio lo que lo llevará a esa inquietud sobre la que el Espíritu Santo obra. Es una gracia que todos nosotros, toda la Iglesia debe pedir: ‘Señor, que seamos coherentes’”.

Y para ser coherentes tenemos que ser realistas.
El Verdadero Capitalismo NO es ni puede ser el “Capitalismo feroz” de la explotación del Hombre por el Hombre, sino el Sistema que permite organizer la Economia y financiar los proyectos encaminados, en esencia, a satisfacer lo que el propio Marxismo-Leninismo llama con acierto no deseado “las necesidades siempre crecientes de la población”

Los grandes Capitanes de la Industria y el Comercio,los arquetipos del Capitalismo, aportaron al desdarrollo de la Humanidad muchos mas que los “revolucionarios” de cualquier signo. Ford, Rockefeller, Flagler eran hombre de profundas convicciones y agudo sentido social.

Precisamente eso es lo que se ha ido perdiendo con el poder cada vez mayor de los Centros de Especulación Financiera, monstruosa maquinaria que no solo no representa la idea basica del Capitalismo sino que la deforma peligrosamente.

Hablando al Parlamento Europeo, el Papa Francisco expresó: "Efectivamente, tenemos demasiadas cosas, que a menudo no sirven, pero ya no somos capaces de construir auténticas relaciones humanas, basadas en la verdad y el respeto mutuo.”

Tiene razón Pallí al resaltar algo que sucede demasiado amenudo en estos foros, donde consciente o inconscientemente desviamos nuestra atención a otros temas que son de nuestro interés particular promover.

Según puede comprobarse revisando las páginas de este FORO, Valenzuela ya ha publicado aquí 22 mensajes u opiniones, pero notablemente este es el único que ha suscitado un debate, pese a que muchos han contado con numerosos lectores. Quizás sea porque el problema de sus planteamientos en esta oportunidad es la exageración y la generalización. La crítica de Abelardo es precisa, como ya nos tiene acostumbrados, y la reflexión que sigue de Pallí destaca consecuentemente un problema de semántica que plaga las discusiones políticas, donde se usan demasiadas etiquetas sin precisar su significado cabal.

Por eso trato siempre de evitar los equívocos términos de "izquierda", "centro" y "derecha" que tanto confunden el vocabulario político y la orientación del que critica o el criticado. Eso motivó a los miembros del Equipo Gestor de DemocraciaParticipativa.net a redactar un importante documento, a modo de aclaración, titulado "Important Definitions / Definiciones Importantes", que todos pueden leer AQUÍ tanto en inglés como en español. En uno de sus últimos párrafos concluye que:

"... la autenticidad de una democracia no depende de la izquierda, el centro o la derecha, de los comunistas, los libertarios o cualesquiera otros, sino del respeto a los derechos inalienables de los demás bajo un régimen que se ajuste a la ley para aplicar la justicia. Su progreso se calculará a su vez por la medida de descentralización del gobierno en aplicación del principio de subsidiariedad."
Y en la última frase está el quid de la cuestión: la descentralización del poder. Contra más centralizado, más cerca de la dictadura. Contra más descentralizado, más cerca de la anarquía. Luego se trata de establecer un equilibrio para no caer en los extremos, y a ese equilibrio aspiran en una dirección o la otra las plataformas políticas de quienes se llaman socialistas, demócrata cristianos, liberales, conservadores o libertarios, limitándonos a estos para no tratar de enumerar todos los matices intermedios.

Lo que nos dice Valenzuela no necesitaría plantear exageraciones para exponerlo y destacarlo sino analizar una realidad que apunta a la expansión de tendencias peligrosas a nivel académico que propagan ideas y proyectos que socavan el equilibrio democrático para imponer un centralismo socialista extremo, que una vez establecido desemboca en la dictadura. Conozco varios casos de profesores universitarios que se han visto acorralados en sus carreras académicas por haberse salido abiertamente de este molde. Y ese es uno de los temores, muy acertado, de Valenzuela.

En cierto modo, Abelardo también exagera, porque nadie pretende "engañarlo" cuando le dice que las universidades de EEUU son las mejores del mundo. Simplemente, cuando organizaciones dedicadas a este tipo de evaluaciones hacen listas de las mejores 50 o 100 universidades del mundo, una gran cantidad de ellas son de este país. Evidentemente, sus estudiantes salen extraordinariamente bien preparados en ciencia, tecnología, arquitectura y otras materias. No tanto en humanidades y mucho menos en política, pero esas deficiencias no bastan para descalificarlas. Entre muchas otras, la lista de "The Guardian", que es un periódico europeo, pone a Harvard en primer lugar e identifica a 8 universidades de EEUU entre las 10 primeras, así como a 46 entre las 100 mejores.

Y sí, por el contrario, basta también sentarse a ver noticieros, documentales, entrevistas televisivas y otros medios de propagar ideas para comprobar que hay una tendencia clara en la inmensa mayoría de las universidades norteamericanas que en suma resulta favorable a una amalgama que puede conjugarse en una especie indefinida de socialismo autoritario y centralizado, que algunos identifican con el fabianismo.

Valenzuela exagera también sobre la presidencia de Obama, pero tiene fundamento en su inquietud. Es el presidente que más ha dividido en líneas partidistas al país. Es un presidente que no ha negociado con sus adversarios. Quizás tenga razón en muchas cosas, pero en democracia no es cuestión de imponer la razón sino de convencer, transar y llegar a acuerdos que satisfagan a una amplia mayoría de los ciudadanos.

En realidad, las exageraciones de Valenzuela deben hacernos reflexionar sobre la extrema y peligrosa polarización que sufre este poderoso país, porque los graves errores de sus gobiernos tienen una trascendencia muy nociva para el resto de la humanidad, en tanto que sus aciertos como uno de los paradigmas de la democracia en el mundo nos ofrecen un rayo de esperanza de que alcanzaremos un mundo mejor.

Eso es lo que percibo del entusiasmo demostrado por un grupo de europeos que visitó varios Estados del centro geográfico de Estados Unidos para obsservar estas últimas elecciones de noviembre en un reciente reportaje titulado " Super size Democracy ?!" Invito a todos a leerlo.

No se si a las lecctores del Foro les interesen las discusiones teològicas, pero si creo que le debemos una disculpa al amigo Valenzuela porque hemos convertido la conversaciòn en algo que tiene poco y nada que ver con su interesante comentario inicial...

Creo que a los lectores de este FORO no deben interesarle mucho las discusiones teológicas, pero insisto en esto porque las enseñanzas implícitas en los pasajes mencionados del Nuevo Testamento tienen un alto significado social y político.

Abelardo me obliga a buscar una Biblia para precisar lo que él no encuentra en ella. Por ejemplo, donde dice "Siega donde no siembra", no es porque sea "ladrón" sino porque el siervo lo ve como "injusto". Siega donde no siembra porque el siervo es quien siembra, el que hace el trabajo "duro" (que es mi interpretación lógica), mientras que el Señor siega, recoge los frutos, y no hay indicio en la parábola de que sea porque esas tierras no pertenezcan a su señorío. La interpretación marxista es la de "ladrón" porque se aprovecha del esfuerzo de otro; la del hombre común, es la de "injusto" porque hizo el esfuerzo mínimo que se le exigía "y encima me castiga"; la del cristiano es la de "irresponsable" porque no hizo el esfuerzo máximo de vida para bien del mundo en que vive y para gloria de su Señor y Creador de las riquezas que maneja en su nombre.

Por otra parte, no me cabe la menor duda de que Abelardo sabe que una "parábola" no es una narración fáctica sino altamente simbólica en la que cada personaje y cada hecho tiene una interpretación que NO ES LITERAL. Por eso Jesús le dice a sus discípulos: "El que tenga oídos que oiga" (Mateo 13, 9). Y al preguntarle éstos por qué hablaba en parábolas, les contestó: “A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los cielos, pero a ellos no … Por eso, les hablo en parábolas, porque miran y no ven; oyen, pero no escuchan ni entienden.”… (Mt. 13, 10–15). En otras palabras, que confiaba a sus discípulos la labor de interpretarlas para los demás. Tendrían que reflexionar en su contenido simbólico y profundizar en su significado para la vida real.

Pero no "me decepciona" Abelardo, porque respeto su capacidad de análisis y sus opiniones particulares. Entiendo también que seguramente no ha realizado estudios bíblicos y no está consciente de que las traducciones del hebreo o arameo antiguo, así como del griego clásico, difieren mucho en la letra pero coinciden estrictamente en la esencia del mensaje. Por lo tanto, no encontraremos un texto igual en dos traducciones distintas; y a veces, ni siquiera muy parecido. Empero, cada párrafo coincide enteramente en el mensaje y su significado.

Por ejemplo, acostumbro usar la Biblia Latinoamericana, que usa un lenguaje más coloquial y comprensible para los habitantes de esa región (tengo otras tres, incluso la Biblia protestante Reina/Varela). La "Parábola de los Talentos", como se conoce una de las dos que estamos discutiendo aquí, no sólo la narra Mateo. Lucas usa otro lenguaje para el mismo mensaje de Jesús. Escribe lo que recuerda y le imprime su estilo. El mensaje y su significado es el mismo, pero la historia es distinta. Aquí (Lucas 19:12-28) se trata de un Señor que va a ser coronado Rey y antes de viajar a la coronación confía su capital a una serie de sirvientes. En otras palabras, se trata de Jesús, Señor de la "buena nueva" que va a ser coronado Rey de la doctrina por la que él mismo se declara Dios: "Yo soy el camino, la verdad y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá". Una declaración que sólo puede expresarla un Dios o un loco muy estúpido. En otras palabras, la doctrina por cuya versión testimonial dieron la vida todos sus discípulos, dispuestos al martirio antes que decantarla: la doctrina cristiana.

Para aquellos discípulos y paisanos de Jesús, la tarea del Mesías era la de establecer su reino a favor del "pueblo escogido". Esta parábola la narra Jesús mientras se acercaban a Jerusalén por última vez, donde haría una entrada triunfal para después sufrir el martirio y la muerte. Lucas termina la parábola de este capítulo con esta frase: "Dicho esto, siguió adelante subiendo hacia Jerusalén" (Lc 19, 28), con lo cual establece claramente el paralelismo entre el Señor de la parábola y Jesús. Pero Jesús ha dado muestras sobradas en su ejemplo de vida de que no está interesado en las riquezas ni en el poder. Por lo tanto, para Él en la tarea del Mesías en la instauración del reinado de Dios estamos involucrados todos y cada uno de los creyentes, según sus capacidades (o talentos) y sus dones, y somos personalmente responsables ante Dios (y nuestros semejantes) del buen uso que demos a nuestras capacidades y riquezas personales.

Por eso la doctrina cristiana es individualista pero con una inmensa responsabilidad social que nos toca a cada uno de nosotros cumplir a cabalidad. No se trata de una imposición del soberano sino de una responsabilidad común y compartida en ejercicio del libre albedrío (esencial para el ejercicio de la democracia); responsabilidad que es producto de la ética cristiana que nos obliga a ser generosos y honestos en un ambiente de confraternidad.

Sobre la Economía Social de Mercado sugiero que abramos otro tema en este FORO para que el debate sea más concreto y preciso.


Sugiero a los lectores y foristas que lean primero tres artículos que aparecen en la Sección de DOCUMENTOS en estas mismas páginas de DemocraciaParticipativa.net: La Economía Social de Mercado vista por un Sociólogo ; Economía Social de Mercado: visión política ; y, La Economía de Mercado a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia . Este último es un ensayo del cual soy autor.

Confieso que me he quedado algo decepcionado por la respuesta de Gerardo. No pretendo que la interpretación que hice de la parábola de los talentos sea la única, ni siquiera que sea correcta. Lo que sí afirmo es que se “pega” a la letra y que no hay aseveraciones arbitrarias.

Gerardo por su lado afirma: “El Señor de esta parábola es Dios.” Me parece que es una afirmación gratuita pues nada en el texto en español lo deja suponer.

En la versión inglesa también se lee:
a man travelling into a far country, who called his own servants, and delivered unto them his goods.
Y en francés se lee:
« un homme qui, partant pour un voyage, appela ses serviteurs et leur remit ses biens. »

Según Gerardo: “El siervo pusilánime e irresponsable no acepta su falta sino que se queja y se atreve a acusarle de "duro" y, con otras palabras, de injusto.”
En ninguna versión del Evangelio según San Mateo he encontrado esas palabras.
El tercer empleado lo trata de exigente pero también de ladrón. “Siega donde no siembra” = acostumbra segar en tierras que no son suyas. “Recoge donde no esparce” =
Se apodera de los frutos de una tierra que no ha trabajado. Ésta no es manera de dirigirse al Señor.

¿Tengo que repetir que parece increíble que lo que Jesús pone en boca del hombre que se va de viaje no tiene nada de cristiano?
“Al que tiene se le dará y le sobrará y al que no tiene se le quitará”
Si ésta es verdaderamente la prédica de Jesús, me hago mahometano.

Ahora entiendo mejor a Rodrigo de Triana. ¿No recuerdan quién era?
Era aquel marinero que desde lo alto de la torre de vigía gritó ¡Tierra! Aquella mañana del 12 de octubre de 1492 cuando vio surgir al horizonte la isla de Guanahaní.
Contentísimo, corrió a ver a Colón para poder recibir la recompensa prometida al primero que descubriera la tierra pero don Cristóbal, quien se había convertido “ipso facto” en Almirante de la Mar Océano y Virrey de las tierras descubiertas, es decir el cuarto personaje de Todas las Españas después de doña Isabel, don Fernando y la adorable princesa Juana que más tarde enloquecería por exceso de amor, le dijo que de eso nada; que la noche anterior él había vislumbrado una lucecita hacia el horizonte, que lo había comentado con algunos miembros de la tripulación y escrito en el “diario de a bordo”y que la recompensa era pues para él.

De vuelta a España, Rodrigo de Triana se marchó a Marruecos y se puso al servicio del rey moro para luchar contra los cristianos.
Me parece una consecuencia comprensible de la máxima “cristiana” “Al que tiene se le dará y le sobrará.

Pero ¡No!, Abelardo. ¡Estás fuera! En la parábola no se trata de dinero, los talentos son dones.
Admitámoslo, sobre todo que hoy en día tener talento significa poseer algún don en alguna arte o técnica, pero hace dos mil años en la Palestina Romana los que oían tal parábola tenían la misma impresión que si hoy nos dijeran que un hombre que se va de viaje da cinco mil dólares a un servidor.
El talento era una moneda romana de origen griego que tenía curso en todo el imperio.

Por otra parte, si me dieran algún dinerito yo sabría arreglármelas para hacerlo fructificar: la banca, la bolsa, algún negocito… pero si me dan un don las cosas se complican.
A ver, si me dan por ejemplo la Salud. ¡Qué bueno! Es importante pero ¿cómo hacerla fructificar o multiplicar? Señor me has dado una Salud. Aquí la tienes y otra más que conseguí… No, no sabría hacerlo.
¡Abelardo! No seas tonto. Tienes que ser un poco más “teologal”. Te dan la Fe, por ejemplo.
No. Ese don no lo quiero. Produce un estado psicológico que te permite creer lo que la Razón te dice que no es posible y entonces, como Gerardo, no tendrás en cuenta las palabras escritas, cambiarás las razones de los demás y por fin aceptarás la versión “nihil obstat” “imprimatur”.

Yo no quiero dogmas ni fábulas “históricas” que me digan lo que tengo que pensar para ser un cristiano “auténtico”.

Ahora bien, soy consciente de la suerte que tengo. Vivo en occidente en el siglo XXI pero no olvido lo que le pasó a mi amigo Giordano en 1600.
Se puso a divagar y a tener ideas un poco estrambóticas que le costaron la acusación de herejía y de enseñanza de “falsa filosofía”.
Lo conminaron a que se retractara pero él persistió en sus errores y, arrogante y jactanciosamente, declaró:
“No me rectractaré, además no veo en qué tengo que retractarme”.
Entonces lo convirtieron en humo y ceniza.

Estamos muy lejos del capitalismo y del libre mercado pero me gustaría que algún sabio y distinguido forista me explicara, sin sacar a relucir alguna parábola, cómo la economía de mercado puede ser de origen cristiano si ya existía desde siglos antes. Las diferentes monedas que había y que he podido admirar en los fabulosos museos arqueológicos de Ankara, de Atenas, de Sofía, de Varna… son prueba de los intercambios comerciales que había en el Sureste de Europa y, ya mucho antes, a lo largo de la Ruta de la Seda.

Estimada amiga Marta. Disculpe usted mi demora en responder a sus inquietudes.

Si bien es cierto que he tenido un domingo muy complejo y alejado de este teclado, la razón por la que no había escrito antes es que no estoy seguro de entender lo que usted ha escrito… Sí estoy casi seguro de que usted no ha entendido lo que escribí yo, cosa que comienza a preocuparme –porque no solo usted parece tener dificultades a la hora de entender lo que yo escribo…

Lo único que he dicho de los otros foristas es:
1.- Que soy tan Mayamero como muchos de ellos; y
2.- Que celebro tener amistades que piensan distinto a como pienso yo, "como es el caso" de algunas amistades que he hecho en este foro – también celebro las amistades que he hecho fuera del foro con gente que ve el mundo desde una perspectiva diferente a la mia, claro.

No llamo foristas, ni identifico colectiva ni singularmente como forista, a quienes llaman idiotas a los que no piensan como ellos, ni a quienes escriben rutinaria y “religiosamente” sus convicciones; los llamo “dueños del diccionario”, o bien “expertos”, y estos existen y pululan por todo Miami .

Pero además, termino mi comentario diciendo que tienen todo el derecho de proclamar y reiterar hasta el hartazgo sus convicciones, dentro y fuera del foro, reconociendo que, aunque mis convicciones sean otras, me enriquece la amistad con (algunos) de ellos. En ningún momento he sugerido que sean hipócritas (como parece sugerirlo usted, mi señora, sin saber bien si le entiendo lo que escribió…) ni idiotas, por lo cual me parece traída por los pelos su novísima pregunta de examen: a quien debe uno preferir, a los idiotas o a los hipócritas?

Yo no soy quien para llamar idiota –ni hipócrita- a nadie. Cuando toque la hora de “participar democráticamente” en la confección de una sociedad mejor que la que tenemos, se bien que a esa mesa acudirá mucha gente que no piensa como yo, con diferencias enormes con mis propias convicciones, unos por un motivo y otros por otro motivo. Para mi no tiene sentido ver a esa gente como idiotas; pero puede que para usted si… Para mi lo que tiene sentido es saber escuchar a esa gente, porque entiendo que puedo aprender mucho de ellos (hasta de los hipócritas se aprende, siempre que uno pueda constatar y calibrar su hipocresía…).

La saluda, con el afecto de siempre, su amigo diferente.

Encuentro interesate leer al amigo Palli referirse a esos foristas que llaman idiotas a quienes no piensan como uno cuando escriben rutinariamente sobre los dogmas en los que creen “religiosamente”, Aunque no se a que foristas se refiere ni lo que pretende decir con creer "religiosamente" entre comillas, cabe preguntar al amigo Palli ¿conoces a alguien que defienda lo que no cree? de hacerlo asi, no seria idiota, seria hipocrita y de los dos, personalmente me quedo con el primero.

Comparto gran parte de lo que dices, amigo Gerardo, y sobre todo lo último: en muchos pasajes, cuando las escrituras usan el dinero como ejemplo, “no está hablando de dinero sino de dones y talentos ofrecidos al servicio de los demás”.

Es en ese mismo sentido en el que yo entiendo o interpreto la parábola que nuestra amiga Marta utiliza para darle un fundamento bíblico al capitalismo.

Pero también entiendo –a pesar de ser tan Mayamero como muchos otros foristas- que esa interpretación no es mas que la mía, y no me aferro a ella, al tiempo que trato también de no sucumbir ante los axiomas y los dogmas que me puedan parecer atractivos, ni ante las medias verdades, recursos todos que con frecuencia usamos para refutar malamente a los demás. Aclaro que, con esa actitud –que no siempre me resulta fácil encontrar dentro mío- no siento que esté contribuyendo a incrementar el relativismo que aqueja al mundo de hoy.

Tampoco voy a rendirme a los pies de “los dueños del diccionario” y aceptar como “la posta” –tèrmino que no es ni bíblico ni litúrgico, a menos que uno vea al Turf como una liturgia-, el dato que le da a uno un “experto” que dice “saber” qué caballo va a ganar la próxima carrera.

No entiendo cual es el don y el talento que uno ofrece al servicio de los demás cuando llama idiotas a quienes no piensan como uno, o cuando escribe rutinariamente sobre los dogmas en los que uno cree “religiosamente” y el peligro que corren ante la horda de idiotas que, aun cuando no pueden poner el papel higiénico al alcance de sus seguidores, se lanzan a la conquista de Al Ándalus. Pero aunque no los entienda, reconozco que tienen todo el derecho de predicar según su Biblia –y llorarla junto a su calefón- al tiempo que celebro poder tener amigos que piensan distinto a como pienso yo, amistades que casi siempre enriquecen, como las de estos foros.

Está claro para los cristianos que han profundizado en las enseñanzas de Jesús, que no es por ser rico que le resulta difícil al pecador entrar al Reino de los Cielos sino porque esa riqueza tiende a fomentar el orgullo, la avaricia y la gula, que son pecados capitales. El rico que es generoso, humilde y moderado tiene la misma oportunidad que el pobre que también muestre las mismas virtudes. El problema es que la vanidad suele corromper a muchos privilegiados y son pocos los que ostentan esas virtudes. Igual que el pobre suele corromperse también por la envidia y el resentimiento.

En cuanto a las parábolas de Jesús, tienen el común denominador de referirse a ese Reino de los Cielos que venía a anunciar y proclamar. El Señor de esta parábola es Dios. El siervo pusilánime e irresponsable no acepta su falta sino que se queja y se atreve a acusarle de "duro" y, con otras palabras, de injusto. Así somos muchos, que no aceptamos nuestras culpas ni deficiencias sino que se las achacamos a los demás, y tantos presuntos "creyentes" que culpan a Dios de cuantos males o tropiezos encuentran (o provocan) en la vida. El Señor, para el cristiano auténtico, espera de su siervo que utilice sus dones y talentos para multiplicar los bienes en el propósito común de edificar un mundo mejor.

Cuando analizamos el capitalismo, no debemos confudirlo con los resultados que dentro del capitalismo se desvían de su potencial precisamente por la falta de honestidad, generosidad, tolerancia y confraternidad que aqueja tan agudamente al mundo relativista de hoy.

Es muy propia de Jesús la frase de que: “Al que tiene se le dará y le sobrará y al que no tiene se le quitará”. Sencillamente porque no está hablando de dinero sino de dones y talentos ofrecidos al servicio de los demás. Por eso, cuando el fariseo hipócrita lo desafía con la moneda romana, le contesta: "Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios".

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