En Canadá aplausos para un exguardia nazi y proceso judicial contra manifestante

En Canadá aplausos para un exguardia nazi y proceso judicial contra manifestante

5 months 3 weeks ago - 5 months 3 weeks ago
#13332

El flujo incesante de eventos que reciben cobertura mediática cada día hace que cualquier hecho, sin importar su relieve, pase a un segundo plano en cuestión de horas, relegado por nuevos acontecimientos, que a su vez sufren el mismo destino en igual brevedad de tiempo. Esa dinámica, consecuencia del desarrollo de las comunicaciones y la interconexión global, hace que cualquier suceso que ocurra en los rincones más apartados del planeta alcance dimensiones internacionales de manera inmediata. La sucesión de esta avalancha informativa no solo provoca la fugacidad de una novedad noticiosa, sustituida por otra que no solo la opaca, sino que termina por relegarla a la memoria de los archivos a pocas jornadas de ocurrida. Esto cuando no pocas merecerían permanecer vigentes, sea por su trascendencia o por las incidencias que ellas puedan producir en el futuro.  Una de estas noticias llegó desde Canadá el pasado 22 de septiembre y levantó un revuelo más allá de las fronteras de ese país.  El caluroso recibimiento dispensado por la Cámara de Diputados canadienses al presidente ucraniano Vlodomir Zelenski y el anuncio del mandatario Justin Trudeau prometiendo al visitante la generosa ayuda (una de las tantas) de 650 millones de dólares canadienses, quedaron en un plano secundario ante la reacción provocada por el homenaje parlamentario ofrecido a otro personaje, de origen ucraniano, por su pasado heroico. Todo en deferencia al ilustre huésped. 


Tras el discurso pronunciado por Zelenski en el pleno, se produjo el controvertido reconocimiento al ciudadano Yaroslav Hunka , un anciano de 98 años, presentado entre ovaciones y aplausos de los presentes, como un héroe de la Segunda Guerra Mundial que luchó en la Primera División Ucraniana contra el comunismo soviético. Tal vez por ignorancia o por prepotencia, o quizás por ambas a la vez, de los que estiman que su posición económico militar les exime de sopesar sus acciones, los organizadores del acto desestimaron que el tributo estaba dirigido a un ex miembro de la también conocida como División SS Galicia , unidad de tropas voluntarias que combatió bajo el mando de las tristemente célebres Waffen-SS nazis, autora de innumerables horrores que en Ucrania incluyeron masacres perpetradas contra polacos y judíos. 

El suceso provocó varias críticas, una de las primeras precisamente desde Polonia, miembro de la OTAN y uno de los principales aliados de la Ucrania de Zelenski. El gobierno polaco no solo protestó por el acto reivindicativo hacia un criminal de guerra acogido como refugiado político en América, como tantos miles con iguales o peores expedientes, sino que anunció el inicio de los trámites para obtener su extradición con el fin de juzgarle. Una reacción que pone en evidencia las tensiones que mantienen ambas naciones desde hace décadas en torno a un tema que en Varsovia califican de auténtico genocidio. En 2013 las autoridades polacas habían declarado que las acciones de exterminio y represalias llevada a cabo por nacionalistas del Ejército Insurgente Ucraniano al servicio de los nazis podían catalogarse de limpieza étnica con tintes genocidas. Una acusación que Ucrania se niega aceptar.

La intención del gobierno polaco no es inédita. Tiene como antecedentes los últimos procesos judiciales emprendidos en Alemania contra un exguardia nazi por complicidad en crímenes cometidos durante el Holocausto y una mujer que fungió como mecanógrafa en el campo de concentración de Stuthoff, ubicado en las proximidades de Gdansk, Polonia.  Ambos condenados, con edades venerable de 101 y 97 años respectivamente, fueron llevados de manera tardía ante una justicia que denota parcialidad e hipocresía por los cuatro costados. Ejemplos sobran. Es lo que ocurre cuando se compara la diligencia judicial a dos personas que desempeñaron actividades cómplices con la muerte de millares de víctimas del nazismo, y la que debió implementarse para juzgar el rol de los miembros de la División Galicia, ampliamente documentado, como afirma un artículo publicado en la página Enlace judío , en los crímenes cometidos contra 200 mil personas en Babi Yar ,  cuyos verdugos nunca fueron declarados culpables ante un tribunal. El centro memorial del Holocausto de Ucrania expone las consideraciones utilizadas en su día para evadir la acción de la justicia: “Ellos tenía entre 20 y 60 años. Eran educados y no educados, había ingenieros y maestros, choferes y vendedores. Algunos estaban casados y otros no. La vasta mayoría de ellos regresaron a una vida normal tras la guerra. Ellos declararon en juicios y fueron declarados inocentes, a excepción de varios comandantes, no los soldados que cometieron la horrible masacre”.

Pero no solo libraron el castigo quienes ejecutaron de manera directa las órdenes de aniquilación. Algunos de los principales oficiales que dirigieron y ordenaron las atrocidades, lograron escapar, reiniciar sus vidas bajo otras identidades y hasta colaborar como efectivos de utilidad para gobiernos y agencias de inteligencia que sabían muy bien quienes eran sus “empleados”.  Klaus Barbie , el carnicero de Lyon reclutado en 1947 por la contra inteligencia militar norteamericana, vivió muchos años en Bolivia, donde se asentó con su familia bajo el alias de Klaus Altman.  Con ciudadanía boliviana viajó a Europa y a Estados Unidos usando pasaporte diplomático, Participó en el negocio de la compraventa de armas y se dice que estuvo involucrado en el operativo para capturar al Che Guevara. No fue el único caso, aunque si uno de los más emblemáticos. Están además los de Stephan Bandera y Román Shokhevych, nacionalistas y antisemitas que estuvieron al frente del ejército colaboracionista nazi. Sus nombres y bustos se esparcen por las calles de Ucrania en una obsesiva maniobra de rehabilitación por la que Bandera recibió de manera póstuma en 2007 el título de Héroe Nacional, posteriormente revocado ante las protestas de instituciones y gobiernos, principalmente de Israel, Rusia y Estados Unidos. En el 2018 el entonces embajador israelí en Ucrania, Joel Lion, describió a estos “héroes” nacionalistas como un horror histórico para los judíos y polacos asesinados masivamente. 

La práctica de glorificar personajes tan controversiales ha sido implementada no solo por las distintas administraciones de Kiev. Precisamente en Canadá se producen iguales manifestaciones reivindicativas de estas figuras a las que han levantado monumentos en Edmonton y Ontario. Una exaltación que se explica por la presencia de una fuerte comunidad de origen ucraniana, cuya principal fuente de asentamiento ocurrió al finalizar la Segunda Guerra Mundial cuando el país norteamericano abrió sus puertas a miles de refugiados provenientes de aquel país. Muchos de ellos habían sido activos colaboracionistas nazis y miembros de la división militar acusada de horripilante barbarie. Las cosas no quedaron en el pasado y al parecer los influjos de esa época se reproducen en el presente. Presiones hechas por la comunidad judía lograron que en 1985 una comisión se encargara de investigar denuncias que apuntaban a que Canadá se había convertido en un refugio para los criminales de guerra nazis. Sin embargo, a pesar de las pruebas y alegatos presentados por los acusadores, las conclusiones del informe negaron la evidencia de pruebas afirmando que la mera pertenencia a la división Galicia no resultaba suficiente para para implicar la comisión de delitos y justificar enjuiciamientos. 

Lo ocurrido en la Cámara de los Comunes en Ottawa no es un episodio fortuito carente de conexiones con otros hechos. En el 2018 salió a la luz la reunión celebrada entre funcionarios canadienses y miembros del Batallón Azov. Las fotos tomadas por los militares nacionalistas ucranianos junto a diplomáticos y oficiales de la contra parte americana, fueron divulgadas más tarde por los primeros para mostrar la existencia de una cooperación fructífera entre ambos países. Esto a pesar de advertencias previas sobre la prevalencia de ideología nazi entre los componentes de Azov. Un año antes la Fuerza de Tarea Conjunta de Canadá en Ucrania había informado sobre estos vínculos ideológicos; reconociendo que varios miembros de la agrupación se habían descritos a sí mismos como nazis. Por su parte Jaime Kirzner-Roberts, director de políticas del Centro de Amigos de Simon Wiesenthal, dijo que Canadá tenía que dar prioridad a que su personal militar no se implicara con milicias fascistas de extrema derecha en Ucrania. "Es preocupante que, por segunda vez en un mes, hayamos visto evidencia de que funcionarios militares canadienses se involucran con grupos neonazis ucranianos", señalaba Kirzner-Robert haciendo referencia a un informe presentado por el Instituto de la Universidad George Washington de Estados Unidos sobre la agrupación Centuria, formada por soldados ucranianos de extrema derecha en conexión con el batallón Azov, que se jactaban de haber recibido entrenamiento de la OTAN, específicamente en Canadá, mientras hacían saludos nazis, promovían el nacionalismo blanco y elogiaban a las SS.  En 2019, el Centro Soufan , creado por el exagente del FBI Ali Soufan, quien participó en casos antiterroristas, advertía que ”los nacionalistas ucranianos integrados en el Batallón Azov han reclutado combatientes extranjeros motivados por la supremacía blanca y las creencias neonazis, incluidos muchos de Occidente, para que se unan a sus filas y reciban entrenamiento, adoctrinamiento e instrucción en la guerra irregular". Ya en el 2018 el Congreso norteamericano había pedido prohibir el uso de fondos públicos estadounidenses para proporcionar armas, adiestramiento y otros tipos de asistencia al Batallón Azov por sus relaciones con la extrema derecha y grupos neonazis. Una enmienda propuesta precisamente por congresistas mayoritariamente del ala demócrata.

El episodio escenificado en el Parlamento canadiense parecía haber sido zanjado con las disculpas del gobierno y la renuncia del presidente de la Cámara, Anthony Rota, promotor del homenaje. Un lance que se justificó bajo el argumento del desconocimiento sobre los antecedentes del individuo que centró el problema. Pero el asunto que debió cerrar con el mea culpa y salida honrosa de Rota, dejó expuestas otras aristas controvertidas de un problema que al parecer tiene ramificaciones, tal vez mucho más preocupantes por sus connotaciones. Se trata de la viceprimer ministra Christina Alexandra Freeland , también señalada como una de las que apoyó el acto de distinción, candidata favorita de la administración Biden para sustituir al actual secretario general de la OTAN cuando concluya su mandato. Un puesto al que aspiran figuras de peso como Úrsula Von der Leyen y para el que la señora Freeland atesora un currículo nada despreciable. Periodista en importantes medios occidentales, nombrada entre las cincuenta personalidades más destacadas de Toronto y Ministra de Asunto Exteriores entre 2017 y 2019, entre otros cargos relevantes, suma un aspecto que pudiera serle mucho más favorable, aunque parezca contradictorio. Resulta que su abuelo, Mijailo Chomiak , fue participe del movimiento nacionalista que se alineó con los fascistas alemanes contra los soviéticos y de paso en la limpieza étnica desarrollada por los hitlerianos. Chomiak fue editor en jefe del único periódico en idioma ucraniano permitido en la Polonia ocupada, y por cierto se asegura que la imprenta utilizada por su rotativo había pertenecido a un judío víctima del holocausto. A la caída de Hitler consiguió asilo en Canadá, donde fuera reclutado posteriormente por la CIA. Y no es que las culpas de las generaciones precedentes tengan que cargarlas sus descendientes. Pero en el caso en cuestión, la nieta no ha dudado en mostrar su orgullo militante hacia el pasado del abuelo, al que ha tratado de justificar apuntando a mentiras de la propaganda rusa las acusaciones que le afean. Tampoco fue casual la presencia de la parlamentaria en Kiev en el 2014 durante los sucesos del Maidan ni su aparición anterior por aquellos lares en esfuerzos para fomentar el nacionalismo de extrema derecha con el que parece congeniar sin problemas, llegando a agradecer al abuelo Chomiak por enseñarle los “valores” de esa doctrina.

Pero fuera de razones sentimentales relativas a raíces patrias y familiares, Freeland ha mostrado otros patrones que dan una idea de la interiorización de esos ideales y la manera actualizada de ponerlos en práctica desde sus facultades políticas. Cuando el gobierno liberal de Trudeau invocó por primera vez en la historia canadiense el Acta de Emergencias para lidiar con las protestas del llamado Convoy de la Libertad , la entonces ministra de Finanzas se convirtió en una de las voces más fuertes en la agenda represiva contra los camioneros que se negaban a los mandatos de vacunación obligatoria y otras restricciones impuestas a tenor con la pandemia. Promovió el congelamiento de las cuentas bancarias de los que participaban en las protestas, sin necesidad de orden judicial para implementar la ordenanza y de paso anunció la ampliación de las leyes contra la que fue considerada financiación terrorista, de manera permanente. Esto a pesar de que las jornadas de protesta transcurrieron sin incidentes o se reportaran disturbios, heridos o fallecidos por su acción. Bajo esta ley los bancos comenzaron a bloquear las cuentas de los manifestantes y la de sus simpatizantes, basándose en los informes de la Policía Montada de Canadá. Chrystia Freeland confirmó las medidas en una rueda de prensa, asegurando que los camioneros "perderán su seguro y tendrán sus cuentas corporativas suspendidas".

Coincidentemente el pasado 5 de septiembre se iniciaba el juicio contra Tamara Lich y Chris Barber, dos de los líderes de aquellas protestas. El proceso se extendió durante todo el mes de octubre, pero apenas ha sido cubierto por la prensa. Una paradoja que mientras la Cámara de los Comunes pretendían homenajear a un personaje que en sus días militó en una entidad repugnante y criminal como fue la División Galicia, al servicio del nacismo, en las proximidades del recinto de gobierno dos ciudadanos canadienses estaban siendo procesados judicialmente por ejercer el derecho a protestar. Mayor contradicción no puede servir para ilustrar las incongruencias de un mundo que exige a otros el respeto a códigos de conductas sobre derechos y libertades, que ellos aplican a conveniencia según el caso. En ocasiones para aplaudir represores, supremacistas y posibles criminales, y en otras para ejercer medidas y procesos judiciales con el fin de reprimir y castigar a quienes protestan cívicamente por acciones que consideran violatorias e injustas.
Last edit: 5 months 3 weeks ago by Democracia Participativa.

Re: En Canadá aplausos para un exguardia nazi y proceso judicial contra manifestante

5 months 2 weeks ago
#13374
Luminoso artículo, Sr. Saludes.
1943 . División Galicia (14ª División de Granaderos Waffen-SS).
2018. Batallón Azov. 
"La Verdad os hará libres".  Cabría  añadir "y la ignorancia, esclavos".
No hay motivo alguno racional para negar la evidencia, ¿hay que descender, pues, al infierno de Dante para tratar de entender el desafuero cometido en Canadá?
Saludos  cordiales.
Francisco Minoves

Re: En Canadá aplausos para un exguardia nazi y proceso judicial contra manifestante

5 months 2 weeks ago - 5 months 2 weeks ago
#13375
Una somera revisión de la historia muestra que fue hacia fines del siglo XVIII que Rusia invadió Ucrania y la anexó al imperio zarista.

Sin embargo, hubo un conato de independencia en 1918, al final de la I Guerra Mundial, cuando Rusia atravesaba un período de guerra civil como consecuencia de la Revolución Bolchevique. Esta situación duró muy poco y los bolcheviques invadieron Ucrania en 1921 y la anexaron a la Unión Soviética.

Los ucranianos mantuvieron una resistencia mayormente pasiva que se extendió hasta 1933 cuando Stalin  confiscó las tierras de los campesinos y los condenó a una espantosa hambruna, durante la cual se calcula que murieron entre 6 y 7 millones de ucranianos, al tiempo que miles de sobrevivientes eran ejecutados o enviados a campos de trabajos forzados en Siberia.

Durante la II Guerra Mundial, Stalin hizo una nueva purga en Ucrania. Además, deportó a la mayoría de los tártaros que habitaban en Crimea. Los tártaros eran mayormente descendientes de la invasión de los mongoles y cerca de medio millón de ellos habitaban en esa península y sus alrededores.

Los rumanos también sufrieron pérdidas de territorio anexado por el imperio soviético.

Cuando Alemania invadió Rusia en la II Guerra Mundial, tanto Ucranianos como Rumanos creyeron inicialmente que podrían librarse de la amenaza soviética aliándose con Alemania. El tiro les salió por la culata porque los nazis eran tan ambiciosos y crueles como los soviéticos, pero muchos que colaboraron y combatieron con los ejércitos alemanes sólo tenían un propósito independentista y descubrieron demasiado tarde el engaño. Acusarlos a todos de "nazis" es una generalización injusta.

Pueden encontrar más detalles históricos en la Sección de este Foro "Europa (sin España)", bajo el título "UCRANIA: La Verdad Histórica".
Last edit: 5 months 2 weeks ago by Gerardo E. Martínez-Solanas.

Re: En Canadá aplausos para un exguardia nazi y proceso judicial contra manifestante

5 months 2 weeks ago
#13376
Hola, amigo Gerardo.
Aunque,como bien sabes, la Historia siempre la han escrito los vencedores, en este caso hay dos relatos, absolutamente contrapuestos.
Y sobre todo una evidencia geopolítica.
Rusia no podía permitir que Crimea, absurdamente regalada por Kruschev a Ucrania, se convirtiese en una base de la OTAN.
Por eso la invadió en 2014.
Tampoco podía admitir que Ucrania entrase en la OTAN. 
Por eso lanzó la "Operación Militar Especial" el 24 de febrero de 2022.
Pobre Gorbachov, tan ingenuo que no pidió un papel firmado, en su momento, como garantía de que la OTAn no se expandiría  por el espacio ex-soviético  !!! 
Por otro aparte, es menester destacar que las cuatro provincias recién anexionadas por Rusia, votaron, en su momento,  mayoritariamente por el candidato prorus. Fue elegido Presidente. Luego sucedió Maydan y Ucrania "se jodió", como diría el inefable Vargas Llosa. 
Saludos.
Francisco Minoves.

Re: En Canadá aplausos para un exguardia nazi y proceso judicial contra manifestante

5 months 2 weeks ago
#13377
La escriben los vencedores y queda parcializada cuando se trata de historia reciente. La revisan después los historiadores y queda al juicio de los lectores determinar cuál de ellos es el más objetivo y veraz.

Re: En Canadá aplausos para un exguardia nazi y proceso judicial contra manifestante

5 months 2 weeks ago
#13378
Efectivamente, Arsenio, estamos en "historia reciente" y la escriben los vencedores. Pero ya está siendo revisada por historiadores honestos.

Yaroslav Hunka, de 98 años, luchó en la Primera División Ucraniana antes de emigrar más tarde a Canadá. Ese grupo también es conocido como la 14ª división de Granaderos Waffen-SS o División Galizien, formada mayormente por voluntarios ucranianos de la región de Galicia, también conocida como Galicia de los Cárpatos. Esta División Galizien es conocida por haber cometido crímenes de guerra contra miles de civiles polacos durante la Segunda Guerra Mundial; ¿estuvo Hunka involucrado en estos crímenes de guerra? Cabe preguntar si hay evidencias en su contra.

Las razones para la colaboración con los nazis incluyeron: por un lado las aspiraciones políticas e intelectuales del nacionalismo ucraniano, las cuales habían cristalizado con la breve  independencia lograda durante la Guerra de independencia de Ucrania (1917-1921). Una vez que consolidaron su poder, los bolcheviques aplastaron las aspiraciones ucranianas. Y por el otro, el odio y desafección hacia el gobierno comunista soviético y los rusos étnicos que los reprimían y fueron también responsables de las penurias económicas, físicas y mentales así como las deportaciones masivas a Siberia y la rusificación de Ucrania, sufridas durante las décadas de 1920 y 1930, y que tuvieron su máximo exponente en el hoy conocido como "genocidio Holodomor".

Tras el comienzo de la operación Barbarroja en junio de 1941 y la gradual expansión de los alemanes hacia el Este, fueron muchos los ucranianos que dieron la bienvenida a los alemanes como auténticos libertadores del yugo comunista. Esa misma fue la reacción inicial de los rumanos.

Re: En Canadá aplausos para un exguardia nazi y proceso judicial contra manifestante

5 months 2 weeks ago
#13379
Amigo Gerardo, 
Estamos en el sangriento "aquí y ahora".
La cuestión es: ¿cómo puede acabarse tan infame guerra RUSIA-USA en tierra ucraniana?
Si analizamos el pasado con los cánones prevalentes hoy en Occidente, no hay ni un solo gobernante que salga bien parado,
Ni Alejandro Magno, ni Julio César, ni Adriano, ni Gengis Khan, ni Napoleón.
Saludos.
Francisco Minoves

Re: En Canadá aplausos para un exguardia nazi y proceso judicial contra manifestante

5 months 1 week ago
#13386
En este "aquí y ahora" no caben comparaciones con esos personajes históricos que campeaban por sus respetos en épocas en las que todavía prevalecía el "derecho de conquista".

A mi juicio, la invasión de Ucrania y las tácticas de tierra arrasada y medidas para vapulear y aterrorizar a la población civil que utilizan los agresores rusos, es un largo paso retrógrado hacia ese "derecho de conquista" que había quedado anulado en los numerosos tratados internacionales que se han acumulado desde el siglo XX en los anales del derecho internacional.

Por otra parte, las guerras que son producto de una agresión extranjera las sostiene el defensor para ganarlas, expulsar a los invasores e, incluso, derrocar al dictador expansionista y ambicioso que las inició. El derecho internacional moderno exhorta a que se le preste una ayuda decisiva al agredido para que pueda alcanzar estas metas.
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