La Cumbre, el diálogo y la convicción

La Cumbre, el diálogo y la convicción

6 years 4 weeks ago
#10477
Con motivo de la VIII Cumbre de las Américas que se celebrará los días 13 y 14 de abril en Lima, Perú, se ha suscitado un debate sobre la inclusión y el diálogo en los Encuentros de la sociedad civil paralelos a la reunión de Jefes de Estado.

Quiero dar mi opinión acerca de estas dos actitudes básicas y esenciales para la democracia, aún más, para una convivencia civilizada y pacífica. Precisamente, no se puede buscar paz preparándose para la guerra: sea verbal, mediática o física. Ser un país, un grupo o una persona mínimamente civilizada y pacífica supone:

– La inclusión: Excluir a priori es una señal de debilidad y una prueba irrebatible de discriminación y violación de los más elementales derechos del diferente. “Me quedé con el bate al hombro, me dejaron fuera del juego”, dice el refrán popular cubano. Incluir a los que discrepan y expresan serenamente su crítica es un síntoma de seguridad en la convicción y las ideas que defendemos.

– El respeto mutuo en la diferencia: “respetar para que me respeten” dice el refrán popular cubano. Respetar al que piensa diferente, al que critica lo que yo considero perfecto, es el primer signo de un país o un grupo civilizado. Ofendiendo, provocando, amenazando, excluyendo, no se honran las virtudes del respeto y la tolerancia. Respetar al que discrepa es señal de seguridad en lo que se cree.

– El diálogo franco: Dialogar no es conceder es convivir. Es incluir, es respetar. “Hablando la gente se entiende”, dice otro refrán popular cubano.

– Quien se cierra al diálogo abre, aún sin quererlo la puerta a la violencia. No se dialoga para vencer y aplastar al diferente. Se dialoga porque se tiene la convicción profunda de que el debate público civilizado es parte inseparable de la democracia. No siempre se dialoga para “conseguir” algo. Se dialoga también para conocer mejor al diferente, para presentarle respetuosamente otra visión del problema y para agotar todos los recursos para encontrar posibles coincidencias que no quiere decir aprobación de las ideas o los métodos del otro. El diálogo es la puerta y la exploración previa que busca si es posible una negociación con resultado, pero no debe estar condicionado por logros preconcebidos sino por la fidelidad a los principios de cada cual, por la actitud de respeto y por la voluntad de avanzar hacia posibles soluciones. El diálogo no es incondicional, ni la negociación es incondicional, nada en la vida humana es incondicional. Porque precisamente la inclusión, el respeto, la coherencia entre lo que se dice y se hace, y la honradez, son condiciones para un verdadero diálogo.

En fin, todos, de un lado y del otro, deberíamos dar ejemplo de que Cuba es una nación civilizada. ¿Cómo defender la educación que ofrecemos o recibimos si excluimos, irrespetamos al que critica, amenazamos y agredimos gestual, verbal o físicamente?

Todo el que está seguro de lo que piensa y cree, convive, respeta y dialoga con los diferentes, con los discrepantes, con los que critican lo que consideran mejor. Porque si los hijos de un mismo país solo estamos dispuestos a convivir en un mismo espacio, respetar y dialogar con los que piensan, creen y actúan igual que nosotros, ¿qué mérito tenemos?

Inclusión y seguridad en lo que se defiende son los dos pulmones de la convivencia pacífica. La exclusión deja sin oxígeno al diferente y ahoga al que excluye en su propia unanimidad.

Respeto y seguridad en lo que se cree son las dos caras de una misma moneda. Como lo son el irrespeto al diferente y la inseguridad en lo que se piensa.

Diálogo y seguridad en lo que se piensa son las huellas digitales del ciudadano demócrata. Como los ataques y las descalificaciones son la tembladera en que se hunden en su inseguridad los que no quieren una convivencia civilizada y pacífica.

A pesar de los antecedentes y el actual clima de confrontación difundidos en todos los lenguajes, desde el diplomático al mediático, a pesar de lo que pasó en la Cumbre de Panamá y de los cotidianos actos de repudio que son vergüenza de la cultura cubana, a pesar de todos los pesares, me resisto a dejar morir mi “fe en el mejoramiento humano y en la utilidad de la virtud” como expresó Martí a su hijo en medio de las peores circunstancias.

Cuba no es así, el talante de los cubanos es, por lo general, respetuoso, acogedor, familiar, lo que en Cuba llamamos “sociable”. Cuba es apasionada pero no fanática, ni en religión, ni en política, ni en casi nada. La Cumbre de Perú es otra oportunidad para demostrarlo, los de un lado y los del otro.

Lo que seamos capaces de hacer en un momento determinado los cubanos, con nuestra proverbial diversidad y discrepancias, sea en una Cumbre o en el barrio de un disidente, puede ser una señal de lo que pudiera pasar en toda Cuba en momentos críticos.

Aprovechar la oportunidad para entrenarnos en la inclusión, el respeto, la tolerancia y el diálogo civilizado sería enviar un mensaje convincente y esperanzador a todos los pueblos de la tierra que están evaluando constante y a veces imperceptiblemente, el talante y los resultados de los proyectos políticos, económicos y sociales.

Los últimos resultados electorales, las decisiones parlamentarias y jurídicas más recientes que han transformado la faz de América Latina y otras regiones del mundo… ¿no serán la consecuencia directa de los desastres, fracasos y violencias perpetradas en algunos de nuestros países?

Estamos a tiempo. Yo soy de los que creo en la nobleza del pueblo cubano y de los demás pueblos de las Américas.

Re: La Cumbre, el diálogo y la convicción

6 years 3 weeks ago - 6 years 2 weeks ago
#10484
!! QUE TREMENDA REFLEXION DE DAGOBERTO !!!!./Me queda una dudita . ? Es posible la inclusión y el diálogo con los comunistas cubanos ?. Pienso que no; esas precondiciones o "virtudes" se aplican a personas civilizadas; no a enfermos mentales; mentes torcidas y/o energúmenos totalitarios. No que lo diga yo; sino que es lo que la historia ha demostrado hasta la saciedad desde 1917/1959. De manera que prefiero releer los que nos legó san Juan Pablo II en 1989, en la Centessimun Annum, en relación a todo esto.
Dago me conmueve por su buena disposición y su naiveté. Sin embargo él no comprende a cabalidad a los marxistas leninistas. Pero eso,,claro está,, no es un freno para que continúe martillando incesantemente en el agua del estrecho sin algún resultado--- Se han visto milagros mayores. Yo no soy "creyente" en esos prodigios cuando de la política al duro se trata, y se sufre.
Last edit: 6 years 2 weeks ago by Gerardo E. Martínez-Solanas.

Re: La Cumbre, el diálogo y la convicción

6 years 2 weeks ago - 6 years 2 weeks ago
#10497
Me sorprende que Santiago Cárdenas califique de "ingenuo", al usar la palabra "naiveté", a alguien como Dagoberto Valdés. Para colmo, que estime que este educador pinareño "no comprende a cabalidad a los marxistas leninistas".

Basta con seguir el curso de la vida pública de Dagoberto Valdés, a través de la revista Vitral y, más recientemente, de la revista Convivencia, dos publicaciones que han hecho frente al régimen dictatorial cubano bajo el único amparo de la ética política, la verdad y la decencia, para comprender la profunda raíz cristiana de la labor de formación que realiza desde el Centro de Estudios Convivencia en Pinar del Río, que no tiene nada de ingenuo en su programa y proyecciones de futuro.

Además, Dagoberto y sus colaboradores han sufrido en carne propia y con notable frecuencia el hostigamiento, la injusticia y la represión y han vivido en ese ambiente marxista-leninista lo suficiente para comprenderlo bien.

Como su perspectiva de acción es cristiana, es natural que proponga una "convivencia civilizada y pacífica" donde "dialogar no es conceder, es convivir" porque "excluir a priori es una señal de debilidad". Por el contrario, hay que abrir los brazos en un gesto de respeto mutuo porque "la diferencia consiste en respetar para que me respeten".

Esta actitud implica una gran firmeza de carácter que pone a la defensiva al adversario cruel, lo deja sin argumentos y enfrentado al dilema de escoger entre una despreciable violencia represiva o el diálogo reparador.

Dagoberto apela a la nobleza del pueblo cubano y pone en él sus esperanzas. Por eso el Centro de Estudios se enfoca contra viento y marea en la formación de los jóvenes que son el mañana de Cuba. La satrapía castrista sabe que esta labor de zapa pone en peligro su poder absoluto y arremete con medidas represivas y hostigamiento; pero no se atreve a más. Pese a su poder abrumador necesita un mínimo de reconocimiento, una justificación –por absurda o mentirosa que sea–, un cierto nivel de opinión publica favorable, si no en Cuba, al menos en el extranjero, para sobrevivir y aparentar un mínimo de legitimidad. Y esta necesidad es un freno, al menos parcialmente.

No cabe duda que con demasiada frecuencia se requiere la violencia y la guerra para acabar con una tiranía, pero mientras las circunstancias no lo permitan y eso no suceda, esta labor de formación es el mejor camino para ir sentando los cimientos de un futuro mejor para Cuba.
Last edit: 6 years 2 weeks ago by Gerardo E. Martínez-Solanas.

Re: La Cumbre, el diálogo y la convicción

6 years 2 weeks ago - 6 years 2 weeks ago
#10498
Estoy absolutamente de acuerdo con Gerardo y la valoracion que hace de Convivencia. Como siempre, exacto, fundamentado y al punto.

Solo quiero agregar que Dagoberto y sus colaboradores nunca se han propuesto crear un nuevo grupo o Partido, sino propiciar el desarrollo imperioso e inevitable de una Sociedad Civil que represente las aspiraciones del pueblo no en medio de una coyuntura específica sino de forma permanente y estable. Como dice el Papa Francisco, Mirando hacia adelante... coraje!!

Incompresiones vendrán de lado y lado, las dos caras de la misma moneda. Es lógico y hasta conveniente. Hay por ahi algunos que si de pronto me dicen que coinciden conmigo, me asusto y me pregunto:¿que estaré haciendo tan mal que éste me apoya? ;)
Last edit: 6 years 2 weeks ago by Democracia Participativa.
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