El lunes 7 de agosto pasado estuvieron de aniversario nuestras Fuerzas Armadas, seguramente en los discursos habrán escuchado que nacieron un día después que la patria, el 7 de agosto de 1825.
Ellas son un conjunto de personas especialmente entrenadas y equipadas para proteger y defender a la nación. Estas personas se entrenan para que el país esté seguro y protegido de cualquier amenaza que pueda surgir. Pueden incluir soldados, marinos, aviadores y otras muchas personas que están listas para actuar en caso de que sea necesario enfrentar situaciones peligrosas o de emergencia que pongan en riesgo al país y su gente. Las Fuerzas Armadas también pueden ser llamadas para ayudar en desastres naturales u otras situaciones en las que se necesite su experiencia y habilidades especiales. A los miembros de las FF.AA. se les dice militares. Militar viene del latín Militaris que quiere decir “uno entre mil”.
Quisiera decirles que las Fuerzas Armadas son suyas, porque son de Bolivia al servicio de todos y cada uno de sus habitantes; no existen por obra y gracia de alguna deidad, ni son una isla, nacen y se nutren del pueblo boliviano, de sus fortalezas y debilidades. Son la institución más antigua y más grande de Bolivia, su solidez y prestigio descansa en su disciplina, profesionalidad y profesionalismo, equipo, armamento y tecnología. Las FF.AA. tienen su propio sistema de salud y educación, así como institutos de formación y de post grados.
La historia de nuestro Ejército es la columna vertebral de la Historia de Bolivia, desde su nacimiento, el 14 de enero de 1810, (Batalla de Aroma) ha sido el principal actor de casi todos los acontecimientos importantes que han sucedido en el país, de lo que se pueda juzgar como positivo y negativo, pero con un gran saldo a favor, Bolivia es independiente, libre y soberana, tiene 1 millón 98,581 kilómetros cuadrados. Somos un país que tiene el triste honor de haber librado con el Paraguay la guerra más importante de Latino América. Nuestras FF.AA. se han enfrentado a los ejércitos de casi todos nuestros vecinos.
En la Guerra del Chaco actuaron pilotos bolivianos demostrando profesionalidad y heroísmo, y se llenaron de gloria, pero nuestra FAB nació el 26 de septiembre de 1957 en el seno de Ejército.
A su vez nuestra Armada fue creada el 29 de noviembre de 1826 en el Gobierno del Mariscal Sucre y estuvo vigente hasta 1839, cuando desaparece. Para renacer el 4 de enero de 1963 como Fuerza Fluvial y Lacustre en base a la Sexta División de nuestro Ejército que ya había creado la Escuela de Mecánica en Riberalta y fungía como Una División Fluvial.
Filosofando un poco, se puede señalar que las FF.AA., son como una especie de “Trinidad Profana: Porque uno es tres y tres es uno” y esto debería ser una gran fortaleza, un argumento para sostener una unidad y solidaridad inquebrantables entre sus miembros.
Como corolario quisiera dejarles una inquietud “No es imaginable el poder del Estado sin la orientación política…, cualquiera sea su riqueza y capacidad militar; …Sin riqueza no existiría fuerza, cualquier instrumento militar requiere un soporte económico y las ideas a su vez, se agotarían en sí misma en una suerte de estéril entelequia. Sin respaldo de la fuerza las ideas se debilitan y la riqueza se torna vulnerable”. (Almte. Roberto Pertusio).
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