INEQUIVOCAMENTE LA SOCIOLOGIA CATOLICA-- antiguamente conocida como Doctrina Social de la Iglesia-- [nombre erróneo ] nació con la publicación de la Carta Encíclica Rerum Novarum (Las Cosas Nuevas ) del papa Leo XIII, en 1891.
Existen innumerables antecedentes ""cogidos por los pelos"" en toda la historia, que se remontan hasta la carta apócrifa de Hermes en los inicios de la formación del Canon Cristiano en los primeros siglos de la iglesia. Y en los escritos de San Agustín y Santo Tomás.
Pero la primacía, la consistencia y la permanencia de la Rerum Novarum son indiscutibles. Ésta fue una respuesta muy tardía a los múltiples retos teóricos de los tantos socialismos del siglo XIX en Europa [El Manifiesto Comunista se escribió en 1848; el mismo año de las revoluciones europeas] y a la praxis del liberalismo que durante ese siglo enseñaba lo peor de su bello rostro en los años de la preguerra.
León y sus cuatro asesores pintaron genialmente, a diez manos, la equidistancia de la iglesia entre las filosofías socialistas y la práctica capitalista que perduran hasta nuestros días.
Pero, lo que era evidente en la práctica del día a día de la vida natural, normal, en el capitalismo que señoreaba en el Viejo Continente, no se hizo realidad en ""las filosofías socialistas"" hasta veintiseis años después cuando los bolcheviques tomaron el Poder en la Rusia de 1917. Eran los finales de la I Guerra Mundial, la mas cruel entre las guerras.
León XIII, así como su ingenuo asesor socialista, el obispo alemán Von Ketteler, habían muerto y no asistieron a la debacle en la práctica leninista del socialismo "científico o real", como lo llaman los marxistas. En realidad fue el único que sobrevivió y se hizo viable.
Por tanto,las críticas al marxismo vinieron en los años posteriores y han sido innumerables. Solamente señalo las encíclias Cuarenta y Cien Aniversario (de la Novarum) que son cartas magistrales. Hay muchas otras.
La Sociología Católica ha mutado a través de los años. Se ha vuelto muy extensa y complicada. Recientemente hubo una guerra teológica cuando el papa Benedicto XVI disecó la teológia de la liberación . Ésta hizo su aparición en las Américas de la mano de las metástasis de la involución cubana (1959), que llevó un aire de renovación del comunismo desde el Viejo Continente a través del Atlántico.
Esta sociología –contrariamente a la idea de sus fundadores– ha devenido, a la chita callando, como inspirada por el mismo Dios y fundamentada en las Escrituras; por lo que para los católicos ha adquirido cierto tufo (erróneo) de infalibilidad.
Esto, resulta ridículo ante el foro abierto y deliberativo del mundo moderno en los asuntos seculares.
Para simplificarla, los obispos estadounidenses han propuesto nueve puntos que son de muy difícil lectura y asimilación. Hay otras propuestas semejantes a lo largo y ancho del mundo católico. A los protesto-evangélicos no les interesa, porque esta sociología no aparece en la Biblia.
En mi humilde opinión, en los tiempos actuales, se puede abordar todo el entramado de la Sociología Católica explicando solamente dos asuntos claves :: la Justicia Social y el Bien Común.
Pero :: Esos son temas para otra ocasión ...
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